Nació en Los Mochis, Sinaloa, en 1961. Desde pequeño se acostumbró a las historias de ánimas y muertos que le contaba su mamá mientras tomaban café negro y se asomaba, temeroso, al fondo de la taza.
Una mañana que murió su perro Boris se dio cuenta, al abrir los ojos, que ya no era más un niño. Y a partir de entonces su gran tarea consistiría en recordar. Recordar aquella estación que cada día ...