El legendario aplomo del millonario griego Yannis Zervas estuvo a punto de saltar por los aires cuando se topó con Eleanor Langley.
La jovencita dulce y adorable que recordaba se había convertido en una ambiciosa y sumamente atractiva profesional de Nueva York, que lo miraba con ojos acerados, un fondo de ira y lo que parecía ser deseo.
A Yannis no le gustaban las emociones puras. Había contratado...