Los museos etnográficos europeos llevan tiempo sufriendo presiones para legitimarse. El discurso fundamental de sus exposiciones está tan en juego como la historia de sus colecciones, que con demasiada frecuencia deben mucho a la autolegitimación colonial. Está claro que las cosas no pueden seguir así. Clémentine Deliss muestra en su actual publicación que también puede ser muy diferente. Ofrece u...