El tiempo se agotaba para la duquesa de Windmere. Lo único que Miranda Warfield había deseado en su vida era ser la esposa de un hombre, no de un título, pero su matrimonio con Adrian, duque de Windmere, no había sido más que una unión acordada entre sus familias. Sin embargo, de repente, él volvió a ser el hombre cariñoso con quien se había comprometido ocho años atrás, y la hizo sentirse otra ve...