Tenemos una profunda deuda con la infancia. Nuestro insensible sistema les ha robado a los ninos el derecho de ser ninos, y la educacion participa infamemente en este proceso de adoctrinamiento carente de etica, moral y humanidad. Solo un ser humano libre, creativo, consciente, bello y esplendoroso, puede poner en movimiento las fuerzas que nos traeran el cambio. Afortunadamente, tanto los nuevos ...