Más allá del lugar común que lo ha etiquetado como "padre del Existencialismo", el danés Sören Aabye Kierkegaard (1813-1855) dotó a la filosofía de una vitalidad quizá sólo comparable a la que le dieron los filósofos presocráticos. Borrando las distinciones habituales entre pensamiento y vida, sus obras son testimonio de la indagación interior como fundamento de la ética, y de una renovada relació...