Su chantaje la había obligado a convertirse en su amante.
Diego del Santo era un hombre dinámico y carismático que había ganado muchos millones y se había hecho un sitio en la alta sociedad de Sidney. Él pensaba que todo se podía comprar. Cassandra Preston-Villers era una mujer bella y sofisticada, además de heredera de todo un imperio... Es decir, era todo lo que Diego podría desear. Cassandra se...