Este comentario, más que ningún otro, ayuda grandemente, no sólo a conocer la Santa Biblia sino también a vivirla. Los pastores y maestros, especialmente, encontrarán en ella un copioso arsenal de material predicable. Tan asequible, incluso al más inexperto predicador, que basta a menudo con los epígrafes bosquejados del comentario de Matthew Henry, para tener un buen esquema de sermón o mensaje,...