El ministerio es duro. Y todas las esposas de pastores necesitan y merecen que se les anime.
Una mujer se casa con un hombre, no con su ministerio. Pero con demasiada frecuencia la vocación de su esposo complica su vida en común. ¿Y si la vida en el ministerio no es lo que ella esperaba? ¿Qué pasa cuando sus hijos cometen errores? ¿Cómo se enfrenta a los chismes de la iglesia, o incluso a las ...