Para él sería un verdadero placer convertirla en su amante.
A Gwyn la habían metido en un buen lío. Habían subido a la red unas fotos escandalosas, lo que ponía en peligro el puesto de trabajo que con tanto esfuerzo había logrado en Donatelli International Bank. Nadie estaba dispuesto a escucharla. Nadie quería saber que le habían tendido una trampa. Nadie excepto su jefe, el oscuro y sexy Vittori...