Hace veinticuatro años nos unimos en matrimonio. Durante ese tiempo hemos aprendido a comprendernos. A pesar de los años disparejos entre nosotros (28), Dios nos ha enseñado a vivir juntos en armonía.
La vida matrimonial es una escuela permanente. Nadie lo sabe todo sobre la vida conyugal. Es verdad que existen espacios muy cortos como también anchos en las provisiones. Es necesario superar todo e...