Cómo hacerse rico para siempre : guía para ser un emprendedor exitoso y vivir la vida como uno quiere
© 2018 Ezequiel Valdez
Primera edición
Diseño y maquetación:
Martín Cairns
Ediciones Lilium
Buenos Aires, Argentina
www.edicioneslilium.com.ar
edicioneslilium@gmail.com
Nº ISBN: 978-987-3959-60-8
Mayo del 2018, Buenos Aires, Argentina
LIBRO DE EDICIÓN ARGENTINA
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723
Valdez , Ezequiel Cesar
Cómo hacerse rico para siempre : guía para ser un emprendedor exitoso y vivir la vida como uno quiere / Ezequiel Cesar Valdez . - 1a ed . - San Isidro : Lilium, 2018.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-3959-60-8
1. Cultura Emprendedora. 2. Crecimiento Personal. I. Título.
CDD 158.1
Un poco de mi vida
Lucha por tus sueños
Aquel día en la Plaza
Tomar una decisión y el apoyo
Lanzarse por primera vez a la venta
Tener un plan
La ayuda de los profesionales y de la gente
Administra tus ingresos
Hábitos, emoción, disciplina
Eleva tu estándar
Usa la palabra y la acción
Las equivocaciones
Puntos para ayudarte
La importancia de sumar ingresos
La importancia de la administración del ahorro
El enfoque
¿Por qué invertir?
Estudiar Marketing
Lee todos los libros que puedas
Los agradecimientos.
Dedícale trabajo a lo que realmente es importante para vos.
Brinda apoyo y no seas reacio a que te brinden apoyo a vos
Siempre arriésgate
Varias fuentes de ingreso
El arte de la persistencia y el triunfo
Vengo de una hermosa familia de clase media que residió por mucho tiempo en Buenos Aires. Nunca nos faltó el dinero para comer, estudiar, y darnos algunos gustos. Mis padres me han obsequiado y enseñado el ser un hombre de servicios y de colaboración hacia los demás.
Después de haber renunciado a un trabajo que no avanzaba y mucho menos me gustaba, sentí que ya era el momento de buscar nuevos caminos, otros rumbos. En esta historia cuento un poco de cómo he renunciado y, sin un peso, partí en un viaje de mil kilómetros al norte de mi país. Luego trabajé en pequeños empleos como ayudante. Pero siempre había soñado con tener un negocio propio a pesar de mis limitaciones.
También me lance a la venta en ferias gigantescas. Como con Julieta, mi esposa y compañera, entregué mucho de mí con constancia, disciplina, pasión, ganas de aprender, etc. Y así fue como creamos nuestra marca de chocolates. Empecé a conocer el mundo del servicio con los demás, colaborar por vocación con los emprendedores, servir a todos, dar ideas, ayudar. Además de insertarme en el mundo de las inversiones, invertir en proyectos, invertir en el mercado de capitales, invertir en uno mismo.
Esa será la inversión que nunca se pierde: la de uno mismo.
Estoy seguro de que tienes un sueño. ¿Me creerías que es posible cumplirlo? No importa cuánto te tardes, o las veces que creas en tu mente que es imposible cumplirlo. Luchar por aquello que amas, te lo digo con todo el corazón, es un arte, un regalo de Dios.
Recibí muchas críticas cuando renuncié a mi trabajo. También cuando viaje mil kilómetros, cuando deje la escuela… En fin, si no te critican quizás seas de otro mundo. Vas a recibir montones de críticas.
Bien, les cuento un poco cuando trabajé en mi antiguo empleo: luego de haber trabajado dos meses en el taller de mi padre, decidí ir a buscar trabajo a alguna de las fábricas que se situaban cerca de donde vivía. Y encontré muy cerquita de mi casa, a solo una cuadra de mi casa, ¡y parecía genial! Trabajaría cerca, un tiempo de 10 horas, y cobraría un sueldo medianamente bueno, ¿qué más pedir teniendo tan solo 17 años?
Pero como todo obrero recién ingresado debería pagar derecho de piso y obedecer las miles de órdenes y las tantas burlas por mi estatura, por mi contextura, por mi torpeza, y por varios motivos de ser diferente en los aspectos físicos y mentales. La verdad que pese a todo eso me fui acostumbrando a trabajar allí y me quedé por unos largos 9 años. Tenía todo lo que se puede llamar material al alcance de la mano gracias a las tarjetas de crédito. Llegué al punto de ir al supermercado a comprar cualquier cosa que no necesitaba. Despilfarraba el dinero en muchas cosas innecesarias. Parecía un mundo estable y feliz, hasta que el tiempo fue pasando, y ya no era como al principio.
Los años me habían cobrado factura. Mi cuerpo comenzaba a cansarse cada vez más luego de trabajar hasta 12 horas. Tanto gasto, tantas horas, con la presión de hacer todo bien. Tenía muchos retos, no podía ordenarme en casi ningún aspecto de mi vida, y mucho menos financieramente. Así que tuve que explotar por algún lado. Así fue como explote con los nervios. Sí, ganaría siempre un poco más, pero trabajaba más. No tenía tiempo para ver a mis padres ni a mis hermanos. Dormía mucho más de lo normal. Vivía cansado, todo era agotador. Cobraba bien, pero lo pagaría con mi tiempo de vida y con mi victimización constante. Eso ya dejaba de ser vida. Llegaría todos los días muy temprano a un lugar que sentía era una especie de jaula gigantesca donde estaría poniendo lo más importante que tiene un ser humano, y por favor tenlo muy en cuenta: su tiempo de vida.
Pero, “¿sabes qué?”, me dije: “tienes una mente que puede decidir por sí misma”. Acuérdate: siempre vivirás con ese miedo de la incertidumbre misma.
Como a mí quizás a ti le está pasando: quieres decidir poner tu negocio o dejar ese trabajo que te está consumiendo, y no te animas. Le invito a que lo dejes. Sí es posible.