La protección
EL ABRIGO DEL ALTÍSIMO
Salmo 91
C. H. Spurgeon
Editor Eliseo Vila
COLECCIÓN SALMOS
El Tesoro de David
EDITORIAL CLIE C/ Ferrocarril, 8 08232 VILADECAVALLS (Barcelona) ESPAÑA E-mail: clie@clie.es Internet: http://www.clie.es |
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LA PROTECCIÓN
ISBN: 978-84-16845-70-5
eISBN: 978-84-17131-21-0
VIDA CRISTIANA
Crecimiento espiritual
SALMO 91
Reina Valera Revisada (RVR)
Morando bajo la sombra del Omnipotente
91 El que habita al abrigo del Altísimo
Y mora bajo la sombra del Omnipotente,
2 Dice a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confío.
3 Él te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
4 Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
5 No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,
6 Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.
7 Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.
8 Ciertamente con tus ojos mirarás
Y verás la retribución de los impíos.
9 Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
Al Altísimo, por tu habitación,
10 No te sobrevendrá ningún mal,
Y ninguna plaga tocará tu morada.
11 Pues a sus ángeles dará orden acerca de ti,
De que te guarden en todos tus caminos.
12 En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.
13 Sobre el león y el áspid pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al dragón.
14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;
Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
15 Me invocará, y yo le responderé;
Con él estaré yo en la angustia;
Lo libraré y le glorificaré.
16 Lo saciaré de larga vida,
Y le mostraré mi salvación.
1
Título: Este Salmo no tiene título, y no tenemos forma de averiguar el nombre de su autor ni la fecha en que fue compuesto con exactitud.1 La tradición judía considera que cuando no se menciona el nombre del autor, corresponde asignar la autoría de ese Salmo al mismo autor que el del Salmo anterior. De ser así, estaríamos ante otro Salmo de Moisés, siervo de Dios. De hecho, el Salmo 91 contiene muchas expresiones similares a las utilizadas por Moisés en Deuteronomio, por lo que la evidencia interna derivada de las formas idiomáticas peculiares apunta hacia Moisés. Las vidas de Josué y Caleb, que siguieron al Señor con fidelidad plena, son ilustraciones muy adecuadas de lo que en este salmo se expresa, ya que en ambos casos, en recompensa por haber confiado en el Señor y permanecido de manera firme y continuada bajo el abrigo de sus alas, vivieron literalmente: “en medio de los muertos, entre sus tumbas”2. Por tanto, nada tendría de extraño que este salmo hubiera sido escrito por Moisés, aunque no nos atrevamos a dogmatizar al respecto. Y si hubiera sido la pluma de David la que nos legó tan incomparable oda, nos negamos a suscribir la hipótesis de los que afirman que este salmo fue escrito conmemorando la peste que devastó Jerusalén con gran mortandad como castigo divino a la desobediencia de David con el censo del pueblo.3 Consideramos que cantar en referencia a sí mismo: “con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos.” (91:8), se contradice de lleno con lo que leemos en Crónicas: “Yo pequé, yo hice la maldad; ¿qué hicieron estas ovejas?”4; y la ausencia de toda alusión al holocausto celebrado en Sión5 resulta inexplicable, ya que el arrepentimiento de David le hubiera llevado a cobijarse bajo la protección del sacrificio expiatorio, el lavamiento con sangre y purificación con hisopo.6
No hay en todo el salterio un salmo más alentador; el tono elevado con que empieza se mantiene de principio al fin; la fe exhibe en sus estrofas las mejores galas, y todo él exhala nobleza. Cierto médico alemán solía referirse al Salmo 91 como “la mejor vacuna mental durante épocas de peste de cólera”; y ciertamente es medicina celestial, antídoto anímico ante las plagas y las pestes. Quien es -capaz de vivir en el espíritu de este salmo, jamás conocerá lo que es sentir miedo; aunque todo Londres se convirtiera de nuevo en un inmenso hospital y los ataúdes se apilaran en los cementerios.7
C. H. SPURGEON
Estructura: En esta ocasión seguiremos las divisiones que nuestros traductores8 han colocado en la cabecera del salmo, puesto que son lo suficientemente concisas y sugerentes:
Versión poética:
QUI HABITAT IM ADJUTORIO ALTISSIMI
El que habita en el seno del Excelso
está en seguridad, vive tranquilo,
y dirá a su Señor: Tú me proteges,
y nada temo, pues que tú eres mío.
Porque lo librará de los ardides,
de los ataques de sus enemigos,
y burlará sus ásperos furores,
se reirá de sus pérfidos designios.
Sin duda que este Dios, en que te fías,
te pondrá de sus alas al abrigo,
¿y quién podrá atacarte si te hallas
en tan augusto y respetable asilo?
Su inefable verdad es el escudo
contra que dardo alguno asesta tiro,
y con él no se temen de las noches
las espantosas sombras y vestiglos.
Las saetas disparadas por el día
se pierden en el aire, el artificio
se descubre, y en fin nunca temiera
ni los furores del demonio mismo.
Verás en los combates, que a tu lado
muertos por tierra están mil enemigos,
y diez mil a tu diestra, mas entre ellos
aproximarse a ti nadie ha podido.
Allí verás la celestial venganza,
el destrozo, la furia y el castigo
que el Señor, que a los justos favorece,
sin piedad distribuye a los inicuos.
Porque tú, grande Dios, Señor supremo
del mundo, y cuanto gira en tu recinto,
aunque tu asilo es alto y soberano,
lo das al que esperanza en ti ha tenido.
Y por eso podrás estar seguro
en los combates más enfurecidos,
porque no alcanzan tiros ni otras armas
contra su tabernáculo divino.
El Señor a sus ángeles ordena,
que vayan junto a ti, y estén contigo,
para que te acompañen vigilantes,
y te guarden de todos tus peligros.
Te llevarán entre sus mismas manos,
irás entre sus brazos suspendido,
no sea que se encuentre alguna piedra,
y puedas tropezar en el camino.
Hollarás con tu pie, firme y sereno,
al áspid venenoso, al basilisco,
y pisarás con plantas victoriosas
al león feroz, y aun al dragón maligno.
Porque (dice el Señor) en mí esperaba,
y quiero socorrerlo en sus conflictos,
yo le protegeré, porque conoce
mi nombre, y lo invoca sometido.
Él lo invocó cuando se vio apurado,
por eso favorable quise oírlo,
a su lado me puse en sus estrechos,
y lo saqué con gloria del peligro.
Y quiero darle vida dilatada,
llena de días dulces y tranquilos,
y también le daré cuando sea tiempo
gozos eternos en el seno mío.
DEL “SALTERIO POÉTICO ESPAÑOL”, SIGLO XVIII
1 La Versión griega de los LXX o Septuaginta incluye un título y lo asigna a David: αἶνος ᾠδή ὁ Δαυίδ, que la Vulgata traduce como: “Laus Cantici David”, “Alabanza de cántico a David”, pero no figura en el Texto Masorético y la mayoría de exégetas coinciden en que no es original y fue añadido posteriormente.
2 Spurgeon utiliza esta expresión poética para decir que Josué y Caleb, bajo la protección de Dios sobrevivieron a toda clase de peligros, convirtiéndose en ejemplo viviente de lo que dice el Salmo 91: “Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará”. La frase original en inglés es “amongst the dead, amid their graves”, “entre los muertos, en medio de sus tumbas”, cita extraída del himno que comienza: “He who hath made his refuge God, / Shall find a most secure abode; / Shall walk all day beneath his shade, / And there, at nigh,t shall rest his head”, una versificación del salmo 91 escrita por ISAAC WATTS [1674-1748] y publicada en su libro “The Psalms of David Imitated in the Lenguage of the New Testament And Applied to the Christian State and Worship”. La séptima estrofa (la que cita Spurgeon) dice: “What though a thousand at thy side, / At thy right hand ten thousand dy’d, / Thy God his chosen people saves / /Amongst the dead, amidst the graves”. JOHN MORETON [1764-1804], de Birmingham, puso música al himno, que se publicó como tal en el “Union Tune Book”, en 1842.
3 2ª Samuel 24; 1ª Crónicas 21:1-27.
4 2ª Samuel 24:17.
5 2ª Crónicas 24:21-15.
6 Salmo 51:7.
7 Suponemos que Spurgeon hace referencia aquí a lo que se conoce como LA GRAN PLAGA que asoló Inglaterra entre 1665 y 1666, y que llevó a la tumba a una quinta parte de la población de Londres. Se cree que la causa fue lo que se conoce hoy como “peste bubónica”, una infección extremadamente contagiosa causada por la bacteria yersinia pestis, transmitida a través de las pulgas de las ratas.
8 Recordamos al lector que C. H. Spurgeon utilizaba la versión inglesa de la Biblia, King James Version (KJV), concretamente la edición impresa en 1837 por el impresor John W. Parker para la British and Foreing Bible Society: “The Holy Bible: containing the Old and New Testaments translated out of the original tongues, and with the former translations diligently compared and revised, by His Majesty’s special command: appointed to be read in churches”; que se conserva, con anotaciones personales manuscritas del propio Spurgeon, en el área de “Special Collections -Rare Book Collection- Archives”, en el segundo piso de la Boyce Centennial Library en el Southern Baptist Theological Seminary, en Louisville, (Kentucky) Estados Unidos.
2
Salmo completo: Los redactores del Talmud asignan a la pluma de Moisés no tan solo el Salmo 91, sino también los nueve siguientes; pero lo hacen en base a una -norma: que todos aquellos salmos donde no figura en el título el nombre de su autor pertenecen al poeta cuyo nombre figura en el salmo más cercano de los precedentes. A pesar de que resulta imposible demostrar que esta oda excepcional no fuera escrita por David, el trasfondo general de su escenario y numerosas alusiones concretas concurren en señalar que por esta sublime composición estamos más bien en deuda, como en el caso del salmo anterior, con la musa de Moisés: que fue compuesto por el gran legislador durante el peregrinaje de Israel por el desierto, poco después de la plaga de serpientes venenosas,9 cuando los hijos de Israel, habiendo recuperado un mejor espíritu, eran de nuevo receptores del favor de Jehová. Los israelitas, además de a sus enemigos bélicos naturales, se enfrentaban en su peregrinar a muchos otros peligros. De una parte las duras condiciones del clima: tanto los golpes de sol o insolaciones durante las horas punta de calor del día, de los cuales los protegía la nube que a modo de dosel les cubría durante el día, como los vapores pestilentes o golpes de luna10 en la humedad de la noche, que era la iluminada y purificada por la milagrosa columna de fuego.11 De otra, en Egipto habían tenido sobrada ocasión de comprobar los efectos devastadores de las plagas, y habían sido tan severamente amenazados con ellas como castigo a la desobediencia, que sentían constante pavor a su aparición, dada la dureza y profunda fatiga de su interminable viaje. Y por si ello no fuera suficiente, debían permanecer en guardia constante contra los ataques de todo tipo de insectos y reptiles que llenaban aquel “desierto grande y espantoso” según el propio Moisés lo describe, “lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua”12. Y donde también, según sabemos a través de otros pasajes de la Escritura, había osos, leones, leopardos o tigres, y “el lobo del anochecer”13 como lo describe Jeremías con extraordinaria belleza literaria, merodeaba a su alrededor y les acosaba sin cesar. En el Salmo 91:5-13, y algunos salmos que siguen, tenemos una descripción tan clara y gráfica de todas estas plagas y circunstancias peculiares que se dieron durante este período concreto de la historia de Israel, que todo encaja y apunta a esta época, por lo que consideramos innecesario seguir buscando otra ocasión apropiada a la que encuadrarlo.
JOHN MASON GOOD [1764-1827]
“Historical Outline of the Book of Psalms”
Salmo completo: Es uno de los poemas más excelentes escritos en su categoría. Resulta imposible imaginar nada más sólido, hermoso, profundo o adornado. Si el latín o cualquier otra lengua moderna alcanzaran a poder expresar la hermosura de sus términos y la elegancia de giros de sus estrofas en toda su intensidad, no sería difícil persuadir al lector de que no hay ni en griego ni en latín poema comparable a esta sublime oda hebrea.
SIMÉON MAROTTE DE MUIS [1587-1644]
“Commentarius litteralis et historicus in omnes Psalmos”, 1630
Salmo completo: El Salmo 90 describe al hombre marchitándose bajo la ira de Dios por causa del pecado. El Salmo 91 nos habla de un Hombre capaz de hollar al león y la víbora con sus pies. Sin duda el Tentador dio en el blanco al aplicar este Salmo “al Hijo de Dios”14. Sus imágenes verbales parecen extraídas en parte de la noche de la Pascua, cuando el Ángel Destructor15 pasó por -Egipto, pero los israelitas fieles y obedientes fueron protegidos por Dios.
WILLLIAM KAY [1820-1896]
“The Psalms: Translated from the Hebrew with Notes Chiefly Critical and Exegetical”, 1871
9 Números 21:4-9.
10 Salmo 121:6. No hay constancia científica de que exista nada parecido a “golpes de luna”. Puede que se trate de un simbolismo común en la poesía hebrea. Lo que viene a decir es que “ni los peligros del día, ni los de la noche, podrán causarte daño alguno”.
11 Éxodo 13:21,22.
12 Deuteronomio 8:15.
13 En hebreo זְאֵ֤ב עֲרָבֹות֙ zə’êḇ ‘ărāḇōwṯ de עֲרָבָה arabah, “Arabia”, literalmente “lobo de Arabia” (Jeremías 5:6; Ezequiel 22:27; Habacuc 1:8; Sofonías 3:3). La mayoría de versiones españolas traducen “lobo de los desiertos”, más o menos acorde con el texto hebreo, pero KJV traduce “wolf of the evenings”, “lobo del anochecer”.
14 Mateo 4:6.
15 Éxodo 12:23. En hebreo הַמַּשְׁחִ֔ית hammašḥîṯ, “el destructor”. LBLA traduce “ángel destructor”.
3
Vers. 1. El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. [El que habita al abrigo del Altísimo y mora bajo la sombra del Omnipotente. RVR] [El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. NVI] [El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente. LBLA]
El que habita al abrigo del Altísimo.16 Las bendiciones que se prometen aquí no son para todos los creyentes, solo para aquellos que viven en estrecha comunión con Dios. Todos los hijos de Dios miran en dirección al santuario interior y el propiciatorio, pero no todos moran en el lugar santísimo. Quizá acudan ocasionalmente y se gocen visitándolo, pero no residen de modo habitual en el entorno de la presencia misteriosa. Pero aquellos que en virtud a las riquezas de la gracia logran una comunión excepcional y continua con Dios, hasta permanecer en Cristo y Cristo en ellos,17 se convierten en receptores de beneficios extraordinarios, privilegio que se pierden aquellos que entristecen al Espíritu Santo siguiendo al Señor de lejos.18 En el lugar secreto solamente moran aquellos que conocen el amor de Dios en Cristo Jesús y para los cuales el vivir es Cristo.19 Para ellos, el velo está partido,20 el propiciatorio es revelado,21 los querubines de la cubierta presentes, y ante sus ojos se hace manifiesta la gloria indescriptible del Altísimo. Estos, como Simeón,22 tienen sobre ellos el Espíritu Santo; y como Ana, no se apartan del templo;23 son los cortesanos del Gran Rey, los valientes que hacen guardia alrededor de la litera de Salomón,24 las almas puras que siguen al Cordero doquiera que va.25 Elegidos entre los elegidos, “igualan a los tres primeros”26 y caminarán con su Señor vestidos con vestiduras blancas,27 porque son dignos de ello. Están sentados en la cámara de la augusta presencia, donde resplandece la mística luz de la Shekhinah,28 pues han resucitado juntamente con Cristo y tienen derecho a sentarse con él en los lugares celestiales.29 De ellos se dice, en verdad, que su ciudadanía está en los cielos.30 Y esa gracia especial que les es otorgada conlleva una inmunidad singular, una situación privilegiada que a los adoradores que permanecen en el atrio exterior y adoran desde allí les pasa desapercibida, pues poco saben de las cosas que hay en el santuario interior, de lo contrario presionarían hasta lograr una posición más cercana y una mayor familiaridad con Dios. Los que son huéspedes habituales del Señor en el lugar secreto descubren que mientras permanecen puertas adentro del santuario jamás sufren daño alguno; pues el Señor ha comido con ellos la sal del pacto,31 y está comprometido a protegerles.
Morará bajo la sombra del Omnipotente.32 Dios todopoderoso es escudo y amparo de aquellos que moran con él, que permanecen bajo su protección, como están los huéspedes terrenales bajo la responsabilidad de su anfitrión. El objeto más notorio en el lugar santísimo eran las alas de los querubines, y fueron probablemente ellas las que inspiraron en la mente del salmista esta sublime expresión: “Morará bajo la sombra del Omnipotente”. Los que mantienen una relación constante y directa con Dios, en él están seguros, ningún mal podrá alcanzarles, porque las alas extendidas de su poder y su amor les protegen de todo mal. Una protección permanente, puesto que moran en ella; y total, porque es la mismísima sombra del Todopoderoso la que les cubre, protege y oculta de cualquier ataque con su omnipotencia. No cabe imaginar otro refugio mejor, no hay otro baluarte comparable en seguridad al que nos brinda la sombra de Jehová. El Omnipotente está allí donde esté su sombra, y por tanto, los que moran a su abrigo son resguardados y protegidos por él. ¡Qué sombra tan refrescante en días agobiantes de asfixia letal! ¡Qué refugio tan seguro en horas angustiosas de tormenta mortífera! Nuestra comunión con Dios es nuestra mejor seguridad y garantía. Cuanto más cerca estemos de nuestro Padre todopoderoso y más aferrados permanezcamos a él, más seguros estaremos y más confiados nos sentiremos.
C. H. SPURGEON
El que. No importa si es rico o pobre, sabio o ignorante, patricio o plebeyo, joven o viejo, porque “Dios no hace acepción de personas”33 sino que “es rico para con todos los que le invocan”34.
ROBERTO BELLARMINO [1542-1621]
“Explanatio in Psalmos”, 1615
El que habita al abrigo del Altísimo. Fijémonos bien: el que habita al abrigo del Altísimo no es aquel que evoca un par de deseos fugaces de esperanza en Dios o unas pocas experiencias pasajeras, sino el hombre que pone en él una confianza absoluta, asidua y constante. Es decir, el que hace de Dios su lugar habitual de residencia: su hogar, su morada, su mansión.
THOMAS LE BLANC [1599-1669]
“Psalmorum Davidicorum Analysis in qua aperte cernitur singulis in Psalmis ordinem esse admirabilem: adjungitur commentarius amplissimus”, 1645
El que habita al abrigo del Altísimo. ¡Qué forma de comunión tan íntima e ilimitada describen estas palabras! El cristiano puede abrir plenamente su corazón a Dios como haría con un amigo querido y volcar en él todos sus pensamientos y sentimientos, sus necesidades y deseos, sus dudas y ansiedades, sus penas y sus alegrías. Y no en un solo sentido, sino en ambas direcciones, ya que este amigo Todopoderoso admite a sus elegido a su “lugar íntimo” y se revela también a ellos. ¡Un pensamiento demasiado maravilloso para ser verdad y demasiado presuntuoso para miserables criaturas como somos! Pero es Dios mismo quien lo fomenta, porque desea esa intimidad y nos da a entender que ese es el tipo de comunión a la que nos llama: “La comunión íntima de Jehová es con los que le temen”35. ¿Y en qué consiste esta “intimidad”? En una relación estrecha con un Dios que el mundo no conoce, ni ve, ni se preocupa por disfrutar. Dios abriendo ante aquellos que le aman su mente divina, sus pensamientos, sus planes, sus caminos: “Sus caminos notificó a Moisés”36. Sí, y de qué manera, hasta el extremo, pues cosas que fueron escondidas a los ángeles37 ahora nos son anunciadas a nosotros, sus amigos. Dios desea que le conozcamos, y por medio de su Palabra y Espíritu se revela y manifiesta abiertamente ante nosotros. ¡Ah! No es por tanto su voluntad si no le conocemos, es nuestra insensibilidad y descuido!
MARY B. M. DUNCAN [1825-1865]
“Under the shadow of the Almighty”, 1867
El que habita en el lugar secreto del Altísimo.“al abrigo del Altísimo”,“abrigo del Altísimo”,“habita”,lugar secreto3839