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Una valiosa y amplia
recopilación práctica
de la medicina popular y
naturista suiza

Alfred Vogel

El pequeño doctor

Consejos útiles
para la salud

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Copyright 1952 editorial A.Vogel AG, CH-9053 Teufen AR (Suiza)

Este libro no puede ser reproducido íntegra o parcialmente. Reservados todos los derechos, especialmente los derechos cinematográficos, la reproducción en los periódicos, revistas y textos de pantalla, así como los derechos de publicación y difusión de ediciones bajo licencia o de ediciones abreviadas. La reproducción de textos y extractos de este libro para piezas radiofónicas, programas de radio o de televisión, así como la reproducción fotomecánica o mediante otros métodos conocidos o todavía desconocidos no está permitida sin el permiso del editor.

Cuarta edición, totalmente revisada y puesta al día

La tirada total cuenta con más de dos millones de ejemplares editados en alemán, inglés, francés, italiano, español, neerlandés, danés, finlandés, sueco, coreano, esloveno y croata.

Portada e ilustraciones: Nadine Merz, Foto: Adobe Stock (Scisetti Alfio)

Fotos: crédito fotográfico véase página 854

Coordinación y elaboración: Clemens Umbricht, colaboración: Lars Meier

Comentarios y notas: Clemens Umbricht, Ingrid Zehnder lic. phil. I

Traducción: Michèle Zimmermann, colaboración: Raquel Yáñez Fernández

Impresión y realización: werk zwei Print+Medien Konstanz GmbH

Se ha adaptado la ortografía a las reglas vigentes.

Se han sustituido los nombres de los productos por denominaciones descriptivas.

Las notas se encuentran al pie de la página. Al mencionar el mismo término varias veces, se remite a la primera nota. Para consultar en qué página se encuentra la nota correspondiente, se remite al índice de materias, enfermedades y afecciones de la página 822.

ISBN 978-3-906404-36-3

ISBN 978-3-906404-37-0 (eBook)

Depósito legal: B-26717-2011

Promotor

Bioforce España A. Vogel, S.A.

(Barcelona) www.avogel.es

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Índice

Prólogo

Alfred Vogel (1902-1996)

Biografía de Alfred Vogel

Prólogo y mirada retrospectiva sobre una vida laboriosa de Alfred Vogel

En tu casa vive un pequeño doctor

Primera parte

Algunos ejemplos

Quemaduras

Heridas

Inflamación de los ojos

Resfriados

Catarros

Ronquera

Sabañones, pies fríos

Piernas y pies cansados

Hemorragias y hemofilia

Déficit de calcio

Flebitis (Inflamación de las venas)

Trastornos del bajo vientre

Presión alta y arteriosclerosis

Padecimientos del corazón

Ardor de estómago

Úlceras de estómago

Trastornos del hígado

Dieta para el hígado

Inflamación de la vesícula biliar

Indisposición y espasmos

Diabetes

Estreñimiento

Diarrea

Figura esbelta

Dolores de cabeza

Dolores faciales

Utilidades de la plancha

Cuidado de los riñones

Retención de orina

Combatir el exceso de ácido úrico

Polvos de carbón de madera de tilo

Tratamiento de afecciones reumáticas y padecimientos artríticos sin medicamentos

Papillas de maíz y mijo

Picor y sensación de quemazón en el cuerpo

Eczemas y psoriasis

Furúnculos y abscesos

Panadizos

Hinchazones y contusiones

Hiedra y helecho contra picaduras de insectos

Picaduras de insectos en la garganta

Cebolla de mar

Espasmofilia infantil

En la meta

Segunda parte

La fiebre como señal de alarma

El dolor como señal de alarma

Importante para futuras madres y puérperas

Como combatir los déficits de calcio y ácido silícico

Influencias peligrosas durante el embarazo

Ventajas y desventajas del tratamiento hormonal

Cuidados del lactante

Leche materna

Inflamación de las mamas (mastitis)

Alimentación de los niños pequeños

Tratamiento efectivo contra la costra láctea

Eczemas infantiles

Enfermedades infantiles

Sarampión

Parotiditis (paperas)

Tos ferina

Enfermedad de Herter (celiaquía)

Parálisis infantil (poliomielitis)

Consejos contra la gripe

Gripe

Nuestro cerebro

Glándula pituitaria (hipófisis)

Causas y remedios contra el dolor de cabeza

La lengua

Cuida tus ojos

Glándulas lacrimales

Remedios sencillos contra las dolencias oculares

Infecciones purulentas de ojos y boca

La nariz

Otitis

Supuración de los senos maxilares

Inflamación de la garganta

Amigdalitis (anginas), una enfermedad insidiosa

Fiebre del heno

Como combatir el flujo vaginal

Resfriados de entretiempo

Resfriados, carencias vitamínicas y cálcicas en la sangre

Protección frente a las secuelas de las enfermedades infecciosas

Las leyes particulares de la inmunidad

La toma necesaria de antibióticos naturales

Cuidar de la salud: la mejor prevención contra las enfermedades del aparato respiratorio

Asma

Importantes factores sanadores para enfermos pulmonares

Calcio

Nuevas funciones del calcio

Nuestra misteriosa sangre

La linfa, el fluido sanguíneo blanco

Cuestiones interesantes sobre la linfa

Cuidados de nuestro sistema capilar

Funciones de la circulación sanguínea

La importante función de las arterias

Calcificación de las arterias, trombosis coronaria e infarto de miocardio

Medidas preventivas contra embolias y trombosis

Calcificación y remedios a base de calcio

El problema del calcio en las personas de edad avanzada

Dieta contra la hipertensión arterial, la arteriosclerosis y los trastornos de la vejez

Dieta de arroz contra la hipertensión arterial

Regulación de la presión arterial con arroz integral

Presión arterial baja

Tratamiento de las varices

Inflamación de las venas (flebitis)

Úlceras en las piernas

Trastornos circulatorios

Hemorroides

El incansable corazón

Lycopus europaeus contra las palpitaciones

Venenos actuales para el corazón

¡Atención, infarto de miocardio!

Corazón de deportista

Infusión de membranas de nueces

Sobre el tratamiento de la angina de pecho

Enfermos sin enfermedad

Bocios visibles y no visibles

Bocio y sal yodada

Yodo

Tratamiento a seguir tras una operación de bocio

Trastornos del periodo

Sofocos en la menopausia

Riñones

Cólico nefrítico

Vejiga urinaria

Enuresis nocturna

Padecimientos de la próstata

Orquitis

Eczemas

Superar la predisposición a los eczemas

Urticaria

Remedios sencillos contra las neuritis

¿Qué es la alergia?

Curación rápida del herpes zóster

Espasmos y calambres

El sistema simpático «malo»

Insomnio

Somníferos buenos y baratos

Nuevos puntos de vista en el tratamiento de la epilepsia

Lo trágico de la herencia genética

Influencias favorables sobre enfermedades anímico mentales

Regulación de la delgadez y la obesidad

Remedios buenos y peligrosos contra la obesidad

Rebajar el exceso de peso de forma inocua

Estómago

Trastornos del estómago

Úlceras de estómago

Intoxicación gástrica e intestinal

Apendicitis

¿Resulta perjudicial la diarrea?

Descuido de la actividad intestinal

Estreñimiento crónico

¿Conduce al estreñimiento una alimentación rica en féculas?

Sopa contra la pereza intestinal

Sopa de hierbas

Disbacteriosis

Parásitos intestinales

Peligros en los trópicos

Enfermedades tropicales

Causas y síntomas de una actividad hepática alterada

Problemas hepáticos y alimentación

Semillas de sésamo: un valioso apoyo para el hígado

Padecimientos hepáticos y vesiculares de tipo infeccioso

Ictericia

Páncreas

Dieta para diabéticos

Esclerosis múltiple

Artritis

El tomate y su relación con el cáncer y la artritis

Poliartritis

Células del cuerpo

El fantasma del cáncer

¿Es el cáncer un trastorno local o una enfermedad general?

¿Es contagioso el cáncer?

Propensión al cáncer, a pesar de una vida sana

Lunares y peligro de cáncer

Cáncer del fumador

Peligros mortales en el agua

Protégete de las sustancias cancerígenas

Siete reglas de salud para la prevención del cáncer

Remedios contra el cáncer

Bacterias y virus

Dientes

Cuidado de los dientes

Parodontosis

Cabello hermoso, un bello adorno natural

Cuidado del cabello

Lociones capilares y crecepelos

Piel

Cuidados de la piel

¿Deben emplearse aceites para el cuidado de la piel?

Piel arrugada y de grandes poros

Pústulas purulentas (Impétigo)

Ayudas fiables contra la micosis cutánea

Enfermedades de las uñas

Pies, nuestros fieles servidores

Cuidados de los pies y supresión del sudor de pies

Tacones ¿altos o ninguno?

Andar descalzo

Andar sobre el rocío y gimnasia matutina sobre hierba húmeda

Periostitis

Distensión de ligamentos y tendones, luxaciones articulares y de los pies

Dolores lumbares

Hernias

Algunos aspectos del reino de las plantas

¿Cómo se elabora un buen remedio?

Sobre la preparación de remedios fitoterápicos

¿Tienen más ventajas las plantas alpinas que las de las tierras bajas?

Ajo silvestre (Allium ursinum)

Artemisa (Artemisia vulgaris)

Raíces de pimpinela (Pimpinella saxifraga)

Ortiga (Urtica dioica, Urtica urens)

Angélica (Angelica archangelica)

Pie de león (Alchemilla vulgaris)

Avena (Avena sativa)

Ginkgo (Ginkgo biloba)

Lirio de los valles (Convallaria majalis)

Escila o cebolla albarrana (Scilla, Urginea maritima)

Muérdago (Viscum album)

Papaya (Carica papaya)

Petasita (Petasites officinalis [hybridus])

Equinácea (Echinacea purpurea y angustifolia)

Consuelda (Symphytum officinale)

Cola de caballo (Equisetum arvense)

Frutos silvestres

Escaramujo (Rosa canina)

Agracejo (Berberis vulgaris)

Espino amarillo (Hippophae rhamnoides)

Bayas de serbal (Fructus sorbi)

Bayas de enebro (Fructus juniperi)

Espino blanco (Crataegus sp.)

Pequeña selección de remedios homeopáticos

Aconitum napellus (Acónito)

Atropa belladonna (Belladona)

Coccus cacti (Cochinilla del cactus)

Guaiacum officinale (Resina de guayaco)

Kalium jodatum (Yoduro potásico)

Lachesis (Serpiente cascabel muda)

Daphne mezereum (Mezéreon)

Sepia officinalis (Sepia común)

Tarantula cubensis (Tarántula cubana)

Urtica dioica, Urtica urens (Ortiga)

Algunos productos de la bioquímica

Calcium fluoratum (Fluoruro cálcico)

Natrium chloridum o muriaticum (Sal común)

Natrium sulfuricum (Sulfato sódico, sal de Glauber)

Terra silicea purificata (Tierra silícea purificada)

Condimentos

Plantas condimenticias con propiedades medicinales

Ajo (Allium sativum)

Leche de ajo

Cebolla (Allium cepa)

Chalota (Allium ascalonicum)

Berros (Nasturtium)

Rábano rusticano o picante (Armoracia rusticana)

Rábano negro (Raphanus sativus)

La sal como remedio medicinal

Curas diversas y sus aplicaciones

Consecuencias de la escasez de vitaminas en primavera

Curas de primavera

Curas depurativas de la sangre

Kelp y el cansancio primaveral

Efectos medicinales del agua

Efecto medicinal de los baños de mar

Aplicaciones alternas

Baños de vapor en casa

Efectos medicinales de los baños de asiento

Cura de Schlenz (baños hipertérmicos)

Baños de Kuhne

Baño de asiento con fricción

Derivaciones mediante terapias estimulantes

Arcilla como agente medicinal

Emplastos de plantas

Aplicaciones de hojas de col y otras plantas medicinales

Breves informes sobre emplastos con hojas de col

Cómo nos pueden ayudar las patatas

Origen y acción de la papaína

Acción medicinal de la leche

Concentrado de suero láctico

Acción medicinal del aceite de germen de trigo

Tónico reconstituyente con malta y vitamina E

Acción medicinal especial de la miel

Efecto medicinal de la miel

El jugo maravilloso de la abeja reina

Polen

Posibilidades terapéuticas de la carne y la grasa de pollo

Jarabe rojo de caracol

Cuestiones sobre la alimentación

Alimentación natural

Dietas medicinales

Ayuno

Curas de engorde

¿Qué cantidad de alimento necesita una persona?

Alimentación natural para los nervios

Vitamina A

Zanahorias, caroteno y extracto concentrado de zanahorias

Vitaminas del grupo B

Vitamina E o vitamina de la fertilidad

Cómo evitar el déficit de proteínas

Fruta y verdura en una misma comida

Sobre los efectos de los zumos

Zumos crudos, Zumos medicinales

Sobre la mezcla de diversos zumos

Cambio a una alimentación cruda

Cuando el crudismo da problemas

Bayas

Efecto medicinal de las bayas

Precaución con las frutas de hueso

Reglas a seguir en el consumo de frutas de hueso

Fruta fumigada

Ruibarbo

Sobre el azúcar

Sobre el valor del azúcar integral

Dátiles naturales

El valor de las frutas en conserva

Nuestro pan

Trigo integral y otros cereales

Trigo germinado, un reforzante económico

Germen de trigo

Germen y salvado de trigo

Alforfón o trigo sarraceno (Fagopyrum esculentum)

Datos científicos sobre las patatas

Un participante silencioso en el proceso patológico

Valoración actual de grasas y aceites

Importancia de los frutos oleaginosos

Semillas de sésamo

Almendras

Nueces

Leche e industria lechera

Yogur

Café

Chucrut

El arte de cocinar reside en la condimentación adecuada

Sal común

Sobre la levadura

Miscelánea

Tierra cansada - mar rico

Sin yodo no hay vida

Alteraciones del estado de ánimo y pensamientos turbios

Venenos difíciles de eliminar

¡Cuidado, sales metálicas!

Intoxicación por plaguicidas

Utensilios de cocina de cobre

¿Es perjudicial para la salud la ropa de fibras sintéticas?

Animales como transmisores de enfermedades

Influencias climáticas

El sol vivifica y mata

Peligros cuando hace mucho calor

Respirar es vida

Aire fresco y oxígeno como factor de curación

Sobre los efectos del fumar

Estrés, una enfermedad de nuestro tiempo

Efectos de la vivienda sobre la salud

Consideraciones sanitarias sobre la construcción de edificios

Cuestiones de salud y protección de la naturaleza

Televisión y salud

Relajación

Cansancio

¿Qué es el agotamiento?

Sueño natural

Higiene del sueño

El sueño, un irremplazable remedio para la salud

¿Qué nos cuentan los sueños?

Signos de envejecimiento

Gratitud como medicamento

Efecto medicinal de la música

Poder medicinal del silencio

Poder medicinal de la alegría

Desayuno recomendable

Comida del mediodía recomendable

Cena recomendable

Reglas fundamentales para personas sanas y enfermas

Curas de ayuno como remedio contra las enfermedades de la civilización

Indispensable limpieza intestinal antes de una cura de ayuno

Efectos beneficiosos de los zumos de hortalizas

Efectos beneficiosos del ayuno con zumos ante diversas enfermedades

¿Cómo influye la cura de zumos de hortalizas en el cáncer y la leucemia?

Cura antirreumática de A.Vogel

¿Constituyen los nitratos un verdadero veneno?

El pequeño doctor se despide de ustedes

Índice abreviado

Índice de materias, enfermedades y afecciones

Lista de las ilustraciones en color

Lista de las ilustraciones en blanco y negro

Nota de la redacción

Crédito fotográfico

Información de salud de A.Vogel

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Alfred Vogel observando una flor de hipérico

Prólogo

Aunque Alfred Vogel haya fallecido, su obra continúa viva en sus libros, como en esta nueva versión levemente revisada de su conocido best seller El pequeño doctor. Su carisma y su personalidad irradian todavía en los tiempos actuales y nos transmiten el mensaje de que este valioso manual, superado el año 2000, puede ser de utilidad a sanos y enfermos.

¿Dónde reside la intemporalidad y la fascinación de su mensaje? Alfred Vogel se dio cuenta muy pronto de que la naturaleza, con todas sus plantas, dispone de todos los recursos para la protección de la salud y para el tratamiento de enfermedades. Cabe ahora preguntarnos si la experiencia adquirida durante decenios por Alfred Vogel en su consulta y el conocimiento de numerosos procedimientos terapéuticos aprendidos en países extranjeros son todavía, hoy en día, interesantes para las nuevas generaciones y para las ciencias naturales modernas. Solo podemos responder con un rotundo sí. Desde hace tiempo se sabe que no se pueden tratar todas las enfermedades a base de píldoras. Al leer atentamente El pequeño doctor nos daremos cuenta de que Alfred Vogel no quiso convertirlo en una especie de vía libre al autotratamiento, sino que en él pondera y sopesa escrupulosamente cuándo está justificado y cuándo es preciso un tratamiento médico. A menudo es suficiente, especialmente cuando no se trata de enfermedades graves, iniciar el autotratamiento con unas tisanas o con unos preparados de plantas medicinales de la farmacia, como por ejemplo, en trastornos funcionales gastrointestinales, de hígado y vesícula biliar, padecimientos articulares, propensión a padecer infecciones, estrés o en enfermedades simples de la piel. Incluso, cuando ante una enfermedad grave se hace imprescindible la toma de un fármaco, el empleo de un remedio natural puede apoyar el tratamiento, favoreciendo la actuación de las defensas naturales y del poder de autocuración.

¿Y cuál es la posición, en la actualidad, de médicos e investigadores de medicamentos sobre este manual de consulta de Alfred Vogel? Lo más probable es que solo unos pocos conozcan este libro, lo que no es de extrañar, ya que solo los interesados en la medicina naturista conceden una gran importancia a las experiencias acumuladas durante siglos. Los demás han olvidado que buena parte de nuestros medicamentos más potentes, como la digitoxina, la reserpina o la vincristina (usada en el tratamiento del cáncer) proceden de antiguos conocimientos empíricos de la medicina popular y que, todavía hoy, se consideran como unos de los medicamentos más efectivos. Admitimos que nuestros antibióticos y betabloqueantes poco tienen que ver con los conocimientos empíricos de la medicina natural, pero ¿qué sucede con los remedios preventivos de los que tanto se vuelve a hablar y alabar para la protección de la salud y a los que Alfred Vogel ha dedicado tanto espacio en su libro? Estudios de laboratorio propios nos muestran, una y otra vez, que el análisis de plantas usadas en nuestra medicina popular con modernos métodos fitoquímicos, no solo confirma ampliamente los conocimientos empíricos que se tenían de ellas, sino que a menudo pueden servir de punto de partida para el desarrollo de nuevos y potentes medicamentos. Aquello que en tiempos pasados la intuición visionaria de Alfred Vogel recogió y anotó puede ser una auténtica mina y puede servir, aun hoy, como un interesante estímulo para muchos investigadores de plantas medicinales. No deja de sorprender la gran cantidad de recetas que Alfred Vogel llegó a recoger y compilar, y que no se encuentran en ningún otro libro o hace tiempo cayeron en el olvido.

Teniendo en cuenta esto, ya nadie debiera reírse de las que parecerían a veces observaciones de meras fantasías de este naturópata. Solo nos cabe la admiración y sacarnos el sombrero ante un hombre que dedicó su vida y su obra a la medicina natural y que, con un entusiasmo y una capacidad de comunicación ejemplar, nos ha transmitido conocimientos y experiencias beneficiosas para nuestra salud que, iniciado ya el siglo XXI, aún nos son de incalculable valor.

Prof. Dr. h.c. mult. Hildebert Wagner

Instituto de Biología Farmacéutica

Universidad Ludwig-Maximilians de Múnich

Alfred Vogel (1902-1996)

1902

Nace y crece en Aesch, junto a Basilea.

1920-1932

Dirige una herboristería en Basilea.

1929

Primera publicación de la revista mensual de A.Vogel titulada «Das neue Leben» (La nueva vida), que en 1944 se convierte en «Gesundheits-Nachrichten» (Noticias de Salud).

1937-1956

Naturópata en Teufen. Investigación, desarrollo y fabricación de los primeros remedios naturales, elaborados a partir de plantas frescas recién recolectadas.

1950

Inicia su actividad investigadora por todo el mundo.

1952

Primera publicación de su manual de referencia conocido por todo el mundo y traducido a doce idiomas: El pequeño doctor. Edición anterior: más de dos millones de ejemplares.

1958-1959

Extensos viajes de investigación por el continente americano.

1963

Fundación de Bioforce AG (hoy en día A.Vogel AG), una empresa líder internacional en el sector de la fitoterapia.

1969

Estudio de pueblos indígenas africanos.

1979

Viajes de investigación por Australia, Nueva Zelanda y Tasmania.

1982

Concesión de la medalla Priessnitz por parte de la Asociación Alemana de Naturopatía.

1984

Miembro honorario de la Sociedad Suiza de Médicos de Medicina Empírica.

1996

Fallece pacíficamente a los 94 años en Feusisberg.

Biografía de Alfred Vogel

Alfred Vogel nació en el año 1902 en Aesch, población próxima a Basilea. Desde niño estuvo familiarizado con el uso de las plantas medicinales, ya que sus padres y sus abuelos conocían el poder terapéutico de muchas plantas y se ocuparon de transmitir dichos conocimientos al joven Alfred. Con el paso del tiempo, fue profundizando más y más en lo que había vivido y experimentado de pequeño, llegando a reunir y a ampliar de forma notable el legado de conocimientos empíricos de la medicina popular europea, y abrió nuevos caminos en este campo. Sus grandes deseos de ampliar sus conocimientos le llevaron a visitar numerosos países por todo el mundo, sintiéndose muy unido a los pueblos indígenas. Se interesó enormemente en saber cómo empleaban estos los recursos naturales y en estudiar las relaciones existentes entre alimentación, forma de vida, constitución y enfermedad. Sus experiencias en África, Asia y el continente americano, con los pueblos de las selvas y las estepas, enseñaron a nuestro incansable viajero que el buen uso y apoyo de las fuerzas de la naturaleza puede conseguir mejores resultados que el presunto arte (terapéutico) elaborado por los seres humanos. Alfred Vogel fue familiarizándose con los métodos curativos de diversos pueblos indígenas, descubriendo así un buen número de nuevas plantas medicinales.

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Alfred Vogel en una de sus numerosas conferencias

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Cosecha en los campos de plantas medicinales en Roggwil (Suiza)

Su actividad al servicio de sanos y enfermos tuvo su comienzo en Teufen, en la región suiza de Appenzell. Allí dirigió un establecimiento terapéutico de medicina natural, se dedicó a la recolección y al estudio de plantas medicinales de aquella zona prealpina, y produjo los primeros extractos de plantas frescas recién recolectadas. Descubrió que dichos extractos ejercían un efecto más intenso y amplio que las tinturas obtenidas a partir de plantas secas. Fiel a su máxima «el amor es la fuerza más potente del universo», se dedicó también a divulgar sus conocimientos, mediante charlas y conferencias, por todos los continentes. Animado siempre por el amor a Dios y la fuerza sanadora de la naturaleza, mantuvo contacto con diversas casas reales, políticos y líderes económicos. Pero, ante todo, dirigió su mensaje al «hombre sencillo», cuyo lenguaje – el lenguaje del corazón – siempre también era el suyo. Entre estos oyentes encontró la mayoría de sus fervientes admiradores. El mayor desafío para muchos organizadores de sus conferencias era poder encontrar una sala lo suficientemente grande para poder albergar al gran número de asistentes que solía acudir.

Para dar a conocer mejor sus vivencias y experiencias como naturópata, investigador en dietética, plantas medicinales y descubridor de remedios naturales de pueblos indígenas, nuestro incansable personaje comenzó a publicar, desde 1929, una revista mensual titulada Gesundheits-Nachrichten («Noticias de Salud»). A pesar de que no siempre fue tomado en serio, al ser autodidacta, por los seguidores de la ciencia establecida, en 1982 fue premiado con la medalla Priessnitz (máximo galardón en el ámbito de la medicina natural) por la Asociación Alemana de Naturopatía en su congreso anual, reconocimiento que se vio coronado en 1984 al ser nombrado miembro honorario de la Sociedad Suiza de Médicos de Medicina Empírica.

A los 23 años escribió su primer librito «Kleiner Wegweiser für die Lebensreform» (Pequeña guía para la reforma de la vida). En 1935 apareció su libro «Die Nahrung als Heilfaktor» (El poder terapéutico de la alimentación) que, como su nombre indica, se ocupaba de la influencia de la alimentación sobre la salud. En 1952 apareció su best seller El pequeño doctor, que dio a conocer a Alfred Vogel a un público internacional, libro que se ha convertido en una obra de referencia también para algunos médicos y científicos. ¡Convénzase usted mismo!

Prólogo y mirada retrospectiva sobre una vida laboriosa de Alfred Vogel

En octubre del año 1992, cuando escribo estas líneas, mi corazón ha estado latiendo durante 90 años sin interrupción, día y noche, tanto en días tranquilos como en días agitados. Desde una perspectiva física y anímica, agradezco enormemente a este incansable corazón que ha participado activamente en todo cuanto pude construir, desarrollar y producir. Hoy, al mirar atrás, tengo la sensación de que todos estos años y decenios han pasado volando.

Ya de niño me impresionaba y entusiasmaba la naturaleza con toda su diversidad de plantas y animales. Mi ansia de saber me conducía por montes, bosques y campos. Mi padre, basándose en la sabiduría de mi abuela, me mostró el camino a muchos hermosos secretos del mundo multicolor de la creación. Hormigas, escarabajos, ranas, lagartijas y salamandras eran para mí un mundo enigmático hasta que empecé a conocer más de cerca sus formas de vida. Desde muy temprana edad tuve conciencia de que las plantas poseían propiedades curativas. Si, corriendo descalzo, me hería con un trozo de cristal o con un clavo oxidado, la aplicación de sanícula del bosque y de la malva de detrás del cobertizo de madera, debidamente machacadas, reparaban adecuadamente el daño producido. No podía imaginar ni soñar, por aquel entonces, que mis experiencias juveniles con las plantas medicinales me serían de utilidad en años posteriores y que, incluso, iban a influir de forma decisiva en mi futura vida profesional.

En mis numerosos viajes por todos los continentes he vuelto a encontrar a mis amigas, las plantas, que a menudo me han dado más satisfacciones que el encuentro con personas con las que uno nunca está seguro de si tendrá buenas o malas experiencias. Las plantas fueron siempre mis fieles acompañantes y, todavía hoy, son mis mejores amigas, pues nunca me han defraudado ni me han dejado en la estacada, incluso en situaciones de peligro de muerte. Más de una vez, especialmente en países tropicales, las plantas me han salvado la vida. En aquellos momentos me sentía muy contento de conocer sus propiedades terapéuticas. Por ello, me he esforzado en poner por escrito todos estos conocimientos y experiencias en mi revista mensual «Noticias de Salud» y, sobre todo, en mis libros.

Hace más de cincuenta años que publicamos nuestra propia revista. Al principio se titulaba «Das neue Leben» (La nueva vida), pero posteriormente le cambiamos el nombre por el de «Noticias de Salud». Traducida al alemán, neerlandés, finlandés, sueco, danés y durante cierto tiempo al noruego e inglés cuenta con miles de seguidores y agradecidos lectores.

Durante decenios he estado escribiéndola, junto con mi primera esposa Sophie, mientras que mi hija se ocupaba de las imágenes e ilustraciones. No pocas veces escribimos los artículos durante los viajes a lejanos países, en el desierto, en una playa, en una bahía solitaria o en una isla en una cabaña de indígenas. Hoy, en cambio, cuento con el apoyo de una experimentada redacción que elabora la revista, según mis indicaciones y mi línea de pensamiento.

En dichos viajes recibíamos muchos estímulos y sugerencias procedentes principalmente de personas con otros usos y costumbres. En beneficio de nuestros lectores, nuestra máxima, desde siempre, ha sido de transmitir observaciones y experiencias que sean de utilidad en la vida diaria.

Para nosotros era importante describir aquellas observaciones y experiencias, y que pudieran servir de provecho a nuestros lectores en la vida cotidiana. El libro El pequeño doctor ha servido de ayuda, durante más de cuarenta años, a más de dos millones de familias, desde su aparición en 1952. Ha sido traducido a doce idiomas.

Por su parte, el libro «Die Leber als Regulator der Gesundheit» (El hígado regula la salud) ha aparecido en inglés, francés, neerlandés, sueco, danés e italiano. Ha mostrado a miles de personas qué se puede hacer en el ámbito preventivo y muestra el camino a seguir para evitar enfermar de cáncer. Debido a que la mortalidad por cáncer va en aumento, he decidido exponer mi experiencia práctica sobre este tema en el libro «KREBS – Schicksal oder Zivilisationskrankheit» (CÁNCER – ¿cuestión del destino o enfermedad de la civilización?; agotado).

Con el libro «Gesundheitsführer durch südliche Länder, Subtropen, Tropen und Wüstengebiete» (Guía de salud en países meridionales, subtropicales, tropicales y desérticos; agotado), he conseguido advertir y proteger a los lectores viajeros de los posibles peligros existentes en las zonas tropicales; trabajo nada fácil y esfuerzo que no ha sido en vano, en vista de los muchos escritos de agradecimiento procedentes de países tropicales. Sé lo hermoso, pero a la vez peligroso, que puede resultar viajar a estas zonas o residir allí durante un tiempo. Guiado por un sentido de responsabilidad hacia mis semejantes decidí escribir este libro y, por las informaciones recibidas, muchas personas han podido y podrán protegerse de padecer un sinnúmero de enfermedades o de cosas peores.

Podemos considerar el libro «Die Natur als biologischer Wegweiser» (La naturaleza como guía biológica) como El pequeño doctor II, ya que contiene nuevos datos, conocimientos y experiencias en el campo de la medicina natural y sobre temas de cultivo biológico.

En honor a la verdad, quisiera destacar que deberíamos mostrar agradecimiento al Creador por todas esas maravillosas fuerzas curativas existentes y a aquellos que han recibido de Él el amor por las plantas, así como la fuerza y la perseverancia necesarias para dedicarse a investigar sus poderes curativos para el bien de nuestros semejantes. Toda persona que haya experimentado con plantas medicinales o con productos derivados de ellas debiera agradecer al Creador este precioso don que, debidamente empleado, puede llegar a hacer milagros.

Los pueblos indígenas que viven en contacto íntimo con la naturaleza, sin disponer de recursos técnicos de ningún tipo, han sabido aprovechar sus ancestrales conocimientos sobre el uso de plantas recién recolectadas y obtener de ellas muchos remedios efectivos. Baste pensar, por ejemplo, en el curare que han estado produciendo hábilmente, sobre todo, los indios iquitos y que todavía hoy constituye un excelente anestésico.

Gracias a las observaciones de personas muy unidas a la naturaleza he podido obtener interesantes sugerencias y magníficas ideas. La creciente demanda de remedios naturales y la actual tendencia y el renovado interés de muchas personas hacia una vida más en contacto con la naturaleza me han hecho gastar tanta energía y dedicación que, frecuentemente, ha repercutido negativamente en mi vida familiar.

«A mayores bienes, mayores preocupaciones», dijo con razón un sabio de la antigüedad, pero el interés de la gente de los países que visitamos siempre fue tan enorme que no podíamos responder con un «no». Mi querida esposa solía decirme: «Deja esto o aquello, que no podrás abarcarlo todo y nos vamos a dispersar demasiado». Sin embargo, el deseo de ayudar a los demás con todo el talento y las facultades de las que uno pueda disponer a veces no nos deja darnos cuenta de la creciente presión a la que nos sometemos.

Si pudiera volver atrás en el tiempo, quizá hubiera puesto más atención en cuidar mejor las reservas de mi masa genética, pero es difícil decir que no cuando otros nos necesitan y sabemos por experiencia como evitar el sufrimiento de los demás.

Desde aquí pido disculpas a los amigos y conocidos de los países que he visitado, y que no se sientan defraudados si no he podido contestar personalmente a las innumerables cartas y preguntas que me llegan.

El amor a la naturaleza, plantas, animales, personas y, sobre todo, el amor y respeto que siento por el Creador me han conducido, desde siempre, a aceptar más responsabilidades de las que podía asumir. El secreto de mi, a menudo, infatigable energía ha sido únicamente el amor, al que considero el mayor impulso o fuerza existente en el universo.

Lo he puesto siempre de relieve en las numerosas conferencias que he dado por todo el mundo y creo que es precisamente ahí donde radica el secreto de mis éxitos. Con 81 años a mis espaldas he sido capaz de realizar una gira de conferencias a lo largo de la costa este de los Estados Unidos, desde Boston hasta Miami, y en una semana he dado, por radio y televisión, veintiséis conferencias en inglés.

Cuando vi el programa que mis amigos americanos me habían organizado, la verdad es que me asusté. Al principio no creí que pudiera mantener tanta actividad, pero los primeros éxitos me dieron fuerza para ello, pues he comprobado con satisfacción que ¡también en los Estados Unidos se ha producido un cambio de actitud respecto al respeto por la naturaleza! Este hecho y el encuentro con personas magníficas, especialmente con médicos que me mostraron su agradecimiento por haberles transmitido mis experiencias positivas en el ámbito de la alimentación y la fitoterapia, me proporcionaron la energía necesaria para perseverar en el empeño.

Todos estos éxitos en el ámbito profesional, comercial y literario a través de mis escritos nunca los hubiera podido obtener sin la colaboración activa por parte de mi esposa. Siempre me ha acompañado fielmente en lo bueno y en lo malo de la vida. Su poético y creativo talento ha dado a todas mis publicaciones un adecuado toque final.

Diariamente ruego a Dios que me otorgue la energía y el talento para poder seguir sirviendo con amor a mis amigos y a todos cuantos sufren.

La demanda del libro El pequeño doctor sigue manteniéndose elevada, de modo que ya tenemos prevista una nueva edición alemana. Ello es prueba del creciente reconocimiento, interés y confianza que se otorga cada vez más a la medicina natural. Más de dos millones de familias en todo el mundo han dedicado un lugar en sus hogares a los útiles consejos de El pequeño doctor. En los últimos años, no solo ha habido nuevas ediciones, sino que ha aumentado también el volumen del texto. Se ofrecen ahora a los lectores nuevas experiencias y conocimientos científicos que sirvan de ayuda tanto en los días de salud como en los de enfermedad.

Esperamos que esta nueva edición sea acogida por muchos miles de familias y que pueda servirles de leal consejero en los temas de salud de la vida diaria.

Por su parte, El pequeño doctor no quisiera dejar de agradecer a todos cuantos han contribuido a su difusión, valorándolo positivamente y recomendándolo, agradecimiento al que nos unimos cordialmente.

Feusisberg, verano de 1991

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Alfred Vogel y familia

En tu casa vive un pequeño doctor

¿Cuál es la misión de El pequeño doctor en tu casa? Simplemente, cumplir una sencilla, pero importante función: darte a conocer los posibles remedios que pueden encontrarse en tu casa y alrededores. Acude a los consejos que puede proporcionarte El pequeño doctor con lo que está a tu alcance y comprueba si es suficiente para ayudarte cuando surja de repente un problema de salud o cuando una dolencia persistente no llegue a desaparecer.

No sé si vives en una hermosa aldea o en una pequeña ciudad. Ignoro si debes contentarte con vivir en medio de una gran urbe o si has elegido la soledad de la naturaleza y habitas en una casa de campo alejada de cualquier aldea, pueblo o ciudad. Quizás te hayas establecido en un país lejano donde las medidas de las distancias son distintas. Tal vez tienes una granja y tu hogar se halla aislado y distante de tus vecinos. Si eres un guardia forestal, seguramente vivirás en una casa solitaria en el bosque o, si eres montañero, probablemente habitarás en un refugio de montaña expuesto a la intemperie.

Seas quien seas, y donde quiera que te encuentres, no quedarás desvalido si en los momentos de apuro dejas que te aconseje El pequeño doctor, hasta que pueda acudir el «gran doctor» con ayuda adicional. Muchas veces esa primera ayuda en momentos de emergencia será suficiente, pues si acudimos al remedio adecuado, aun en casos agudos, a menudo podremos obtener resultados buenos y duraderos.

Quizá tu familia y tú os sintáis bien de salud y creáis que ningún mal pueda sobreveniros. Ciertamente, muchas veces es así y uno puede dedicarse al día a día de su profesión y a sus diversas obligaciones sin que molestia alguna interrumpa el ritmo normal de vida; hasta que, de repente, un pequeño descuido, un contratiempo, un accidente, la irrupción de una epidemia o un resfriado pueden perturbar tu vida cotidiana. En esos momentos será una alegría para ti conseguir la ayuda que necesitas.

¿Quién podrá ofrecerte entonces una ayuda segura, rápida y eficaz? Según donde estés viviendo y el modo como te hayas instalado, tu botiquín será voluminoso o reducido; puede extenderse de la cocina a la despensa y, de esta, al sótano. Incluso en el desván es posible que conserves tal o cual cosa que te pueda ser útil. Si posees un jardín, encontrarás también en él muchas cosas útiles y, si vives en una zona rural, el campo, el bosque y la campiña te podrán ofrecer una ayuda todavía mejor. En cambio, quienes vivan en la ciudad, al encontrarse en una situación menos favorable, deberán mantener los ojos bien abiertos durante sus paseos campestres para poder obtener algún remedio que les pueda ser de utilidad en algún momento.

Si de lo que dispones en tu hogar no es suficiente, existen innumerables plantas medicinales que puedan ayudarte ante afecciones leves o proporcionarte un buen remedio preventivo. Los inagotables remedios que se ocultan en bosques, campos, prados o en las riberas de los ríos pueden ayudarte con tal prontitud que El pequeño doctor podría convertirse en un gran doctor si pudiera disponer de todos los tesoros y consejos prácticos que se encuentran, en abundancia, en el jardín de la naturaleza.

Ante todo, te muestra qué farmacia tan particular puedes encontrar entre las provisiones de tu hogar. Vas a sorprenderte cuando veas que más de un simple alimento puede convertirse en un remedio eficaz en el momento oportuno. Harina, azúcar, agua, aceite, sal, huevos, requesón, patatas, zanahorias, coles, rábanos, cebollas, ajos, rábanos picantes, perejil, ortigas, acedera, ceniza de madera y otras cosas más pueden formar parte de tu botiquín casero.

Acepta, pues, gustosamente a El pequeño doctor, pues te va a revelar los múltiples secretos que se hallan disponibles en tu casa y que van a ayudarte si los utilizas correctamente.

Puede ser que muchas aplicaciones y consejos te parezcan algo confusos y variopintos al principio, pero dejarán de serlo tan pronto como tengas que buscar una solución ante algún caso concreto. Para que puedas orientarte mejor y encontrar de forma rápida aquello que necesitas, deberás consultar el índice alfabético, al final del libro.

A continuación, un pequeño anticipo te va a animar a considerar a El pequeño doctor como un valioso consejero.

Primera parte

Algunos ejemplos

«¿Podemos realmente confiar en ti? ¿Son suficientes estos ejemplos de muestra como para consultarte más a fondo?». «Naturalmente –responde “El pequeño doctor”–. ¡Inténtalo y lo verás!».

Quemaduras

En el caso de que tus manos, brazos o piernas sufran quemaduras o se escalden, sumerge enseguida en agua fría las partes enrojecidas afectadas. Si las quemaduras afectan otras partes de tu cuerpo, aplica en ellas compresas de agua fría. Cubre las zonas quemadas con vendajes. Si las superficies quemadas son amplias, cúbrelas con paños limpios de lino hasta recibir el tratamiento médico adecuado. Para evitar posibles infecciones, en ningún caso revientes o abras las ampollas producidas. En el caso de quemaduras de tercer grado, es imprescindible un rápido tratamiento médico para evitar complicaciones. Las aplicaciones locales de un buen aceite de hipérico constituyen un excelente remedio para las quemaduras leves.

Heridas

Puedes tratar con éxito, mediante un método sencillo y eficaz, las heridas leves ocasionadas por rasguños o heridas pequeñas difíciles de cicatrizar. El mejor remedio para limpiarlas es el suero láctico concentrado. Posteriormente, espolvoréalas con calcio biológico en polvo y aplica encima requesón durante dos noches seguidas. Si no dispones de requesón, puedes poner granos de trigo blandos o un poco de salvado en remojo con leche cruda. Los granos de trigo se machacan con la picadora y se colocan sobre la herida. De esta forma, la herida queda lavada y limpia. Dos días más tarde, después de espolvorearla otra vez con un preparado de ortiga y calcio, aplica encima hojas machacadas de col rizada. Las cataplasmas de hojas de col funcionan mejor que muchos remedios modernos. Incluso cuando las piernas aparecen amoratadas o fuertemente afectadas por estancamientos de sangre y han fallado otros tratamientos, se debería tener la paciencia necesaria para ir aplicando con regularidad hojas de col machacadas, durante semanas o meses si fuera necesario, ya que producen alivio aun en casos difíciles y, no pocas veces, se consigue una verdadera curación.

Inflamación de los ojos

¿Sabes lo que puede serte útil cuando alguno de tus familiares sufre una inflamación de los ojos, por haber estado demasiado tiempo en la nieve o remando a pleno sol? ¿Sabes lo que deberías hacer cuando los ojos te arden por la noche? Muy sencillo: coge un huevo, separa la clara y bate ligeramente. Luego, extiéndela sobre un pañuelo y aplícala con suavidad sobre los ojos. Verás con agrado como, al disminuir el ardor, el paciente podrá dormir mejor y a la mañana siguiente la inflamación habrá disminuido en parte o totalmente. Si no dispones de un huevo, puedes emplear requesón en su lugar o un trozo pequeño de carne cruda de pollo, de ternera o de vacuno. Se trata de antiguos remedios eficaces que puedes usar allí donde te encuentres. Esta misma aplicación te podrá ayudar también en caso de pérdida temporal de la visión por el sol que a veces se produce durante excursiones por zonas nevadas o en los glaciares de alta montaña.

Resfriados

La cebolla, cuyo nombre científico es Allium cepa, es un buen remedio contra los resfriados con una abundante secreción nasal. Para ello, corta una rodaja de cebolla, sumérgela un momento en un vaso de agua muy caliente y vuélvela a sacar. Durante el día ve tomando pequeños sorbos de esta agua, lo cual también constituye un remedio excelente contra los resfriados primaverales. Además, coloca una cebolla partida en dos trozos sobre la mesilla de noche para poder inhalar, durante el sueño, el beneficioso aroma que despide. Esto te hará disminuir considerablemente los síntomas del resfriado y la propensión a padecer catarros. También actúan favorablemente las cataplasmas de cebolla, aplicadas alrededor del cuello durante la noche. Así mismo, se puede combatir también el resfriado aspirando agua salada por la nariz. Igual servicio rinde el zumo de limón o un preparado natural de ortiga y calcio, así como un espray nasal.

Catarros

Puede ser que padezcas a menudo resfriados y catarros. Quizá dispongas en tu jardín de un abeto, un alerce, un pino o cualquier otra conífera. En estos árboles siempre encontrarás brotes germinados, desarrollándose o aún cerrados, preparándose para el año próximo. Recoge algunos de estos brotes y mastícalos lenta y detenidamente durante el día, tomando de vez en cuando un nuevo brote. Verás como el catarro desaparece a los pocos días. No te olvides de este sencillo remedio cuando te encuentres de paseo o esquiando. Por la noche, convendría que te colocaras un paño mojado en aceite alrededor del cuello y lo cubrieras con un paño de lana para mantener el calor. Verás como pronto desaparece la irritación que te hace toser.

Ronquera

Si padeces de ronquera, puedes emplear el serbal, que quizá tengas en tu jardín. Si no dispones de ninguno, puede ser que tu vecino tenga uno o recuerdes haber visto alguno en tus paseos. Mira también si encuentras pimpinela blanca (Pimpinella saxifraga), si es que no te has provisto ya de sus raíces en la época cálida del año. En caso de ronquera, te recomiendo que mastiques bayas de serbal así como raíz de pimpinela blanca. Sea seca o recién recolectada, hay que procurar que el jugo resultante de la masticación se mezcle bien con la saliva para que pueda actuar sobre la garganta. Para ello, procura mantenerla el máximo de tiempo posible en la boca. De este modo tan simple uno puede librarse de la ronquera en muy poco tiempo. No hace falta usar los dos remedios a la vez. Tanto uno como otro están entre los mejores remedios contra este trastorno.

Sabañones, pies fríos

¿Sabes a qué son debidos estos dos desagradables trastornos? Si hubieras puesto buen cuidado en evitar estancamientos de sangre en tu sistema vascular, especialmente el venoso, ahora no te verías afectado/a por ellos. Pero si ya se han producido, puedes combatirlos con baños de pies de temperatura alterna (calientes y fríos). Primero, debes colocar los pies en agua caliente y, después, en agua fría. En agua fría: tantos segundos como minutos permanezcan en agua caliente. Así, si estás dos o tres minutos en agua caliente, los dejas dos o tres segundos en agua fría. Estos cambios se pueden repetir de seis a ocho veces por sesión. Este baño de pies se termina poniéndolos en agua fría. Luego, se friccionan enérgicamente y, a ser posible, se untan con un poco de aceite de hipérico, y así podrás combatir este trastorno circulatorio.

Otro método aún más antiguo, hoy poco conocido, es el de andar descalzo sobre la nieve. Quienes posean en su casa un balcón cubierto de nieve en invierno pueden practicarlo sin dificultad. Su efecto es parecido al método de pisar el agua del popular hidroterapeuta alemán Sebastián Kneipp. La duración del «pisado de la nieve» puede irse incrementando a medida que se vaya practicando, empezando con diez segundos; un tiempo después, medio minuto, y, más adelante, puede llegar a durar hasta dos o tres minutos. Para que no pueda llegar a ser perjudicial, hazlo solamente durante el tiempo que puedas soportarlo bien sin tener frío. Después de esta aplicación métete en la cama caliente, sin secarte previamente los pies. Este procedimiento puede repetirse varias veces por la mañana y, si no dispones de un balcón con nieve, puedes recurrir a hacerlo al aire libre. En este caso, sal de casa con unas pantuflas calientes o con zuecos de madera bien forrados que mantengan los pies calientes. Descálzate rápidamente y realiza el pisado, a ser posible, sobre nieve recién caída. Acto seguido, procede a friccionarlos enérgicamente, ponte el calzado que te caliente los pies y regresa a casa. Si repites este tratamiento varios días seguidos verás como van desapareciendo los sabañones de los pies.

Para evitar que este trastorno se repita cada invierno, empieza en verano a fortalecer el cuerpo tomando baños de pies de larga duración con serpol o con una decocción de flores de heno y andando descalzo durante veinte minutos, como mínimo.

También puedes friccionar los pies con limón, dejándolos secar y aplicando, a continuación, aceite de oliva sobre la piel.

En regiones montañosas o en la proximidad de granjas se pueden tomar baños de suero de leche de larga duración, con la particularidad de que el suero ácido actúa más intensamente que el suero dulce. El suero de leche caliente puede utilizarse también en caso de psoriasis. Los baños calientes de larga duración mencionados se pueden practicar también en invierno, alternándolos con los baños de temperatura alterna o con el pisado de la nieve. La temperatura del agua de baño será la de la sangre, es decir, de 37 grados centígrados, lo que conseguirás añadiendo, de vez en cuando, agua muy caliente. Puedes preparar dichos baños, que durarán una media hora, añadiendo algunas plantas medicinales. Después, fricciona los pies con limón y aplica hojas de col machacadas, que dejarás durante toda la noche. Este procedimiento también actúa favorablemente contra los sabañones.

Piernas y pies cansados

Si padeces con frecuencia de pies y piernas cansadas y al terminar el día incluso los notas algo hinchados, báñalos en una decocción de patata o verduras. Luego, puedes aplicarles un vendaje caliente con sal. Para ello, tuesta un poco de sal y ponla rápidamente en un paño, con el que envolverás los pies sin perder tiempo. Basta hacerlo un par de días, a última hora de la tarde, para que se note su efectividad y como disminuye el cansancio de los pies. Si dispones de heno u otras hierbas, puedes preparar una decocción con ellas y agregarle la sal. Baña piernas y pies en ella y verás como desaparece el cansancio de estas partes del cuerpo, así como la sensación de ardor en los pies, en caso de padecerla. Un trastorno como los pies hinchados, sobre todo a la altura de los tobillos, puede ser también una señal que indique un corazón cansado, tema del que El pequeño doctor se ocupará más adelante. El empleo de sal marina resulta más eficaz que el uso de sal (común) de cocina.

Hemorragias y hemofilia

Si conoces a alguien que padece a menudo de hemorragias nasales o incluso es hemofílico, puedes ayudarle con un par de buenos consejos. Si por una mala coagulación de la sangre es difícil detener una hemorragia, prueba con la aplicación directa de carne de pollo cruda y fresca. Es un remedio natural que puede ser de utilidad en estos casos. Si se trata de un trastorno pasajero, puede servir una planta como Tormentilla o sietenrama31, sobre la que El pequeño doctor te informará más adelante.

Déficit de calcio