Una valiosa y amplia
recopilación práctica
de la medicina popular y
naturista suiza
Consejos útiles
para la salud
Copyright 1952 editorial A.Vogel AG, CH-9053 Teufen AR (Suiza)
Este libro no puede ser reproducido íntegra o parcialmente. Reservados todos los derechos, especialmente los derechos cinematográficos, la reproducción en los periódicos, revistas y textos de pantalla, así como los derechos de publicación y difusión de ediciones bajo licencia o de ediciones abreviadas. La reproducción de textos y extractos de este libro para piezas radiofónicas, programas de radio o de televisión, así como la reproducción fotomecánica o mediante otros métodos conocidos o todavía desconocidos no está permitida sin el permiso del editor.
Cuarta edición, totalmente revisada y puesta al día
La tirada total cuenta con más de dos millones de ejemplares editados en alemán, inglés, francés, italiano, español, neerlandés, danés, finlandés, sueco, coreano, esloveno y croata.
Portada e ilustraciones: Nadine Merz, Foto: Adobe Stock (Scisetti Alfio)
Fotos: crédito fotográfico véase página 854
Coordinación y elaboración: Clemens Umbricht, colaboración: Lars Meier
Comentarios y notas: Clemens Umbricht, Ingrid Zehnder lic. phil. I
Traducción: Michèle Zimmermann, colaboración: Raquel Yáñez Fernández
Impresión y realización: werk zwei Print+Medien Konstanz GmbH
Se ha adaptado la ortografía a las reglas vigentes.
Se han sustituido los nombres de los productos por denominaciones descriptivas.
Las notas se encuentran al pie de la página. Al mencionar el mismo término varias veces, se remite a la primera nota. Para consultar en qué página se encuentra la nota correspondiente, se remite al índice de materias, enfermedades y afecciones de la página 822.
ISBN 978-3-906404-36-3
ISBN 978-3-906404-37-0 (eBook)
Depósito legal: B-26717-2011
Promotor
Bioforce España A. Vogel, S.A.
(Barcelona) www.avogel.es
93 201 99 22
Prólogo
Alfred Vogel (1902-1996)
Biografía de Alfred Vogel
Prólogo y mirada retrospectiva sobre una vida laboriosa de Alfred Vogel
En tu casa vive un pequeño doctor
Primera parte
Algunos ejemplos
Quemaduras
Heridas
Inflamación de los ojos
Resfriados
Catarros
Ronquera
Sabañones, pies fríos
Piernas y pies cansados
Hemorragias y hemofilia
Déficit de calcio
Flebitis (Inflamación de las venas)
Trastornos del bajo vientre
Presión alta y arteriosclerosis
Padecimientos del corazón
Ardor de estómago
Úlceras de estómago
Trastornos del hígado
Dieta para el hígado
Inflamación de la vesícula biliar
Indisposición y espasmos
Diabetes
Estreñimiento
Diarrea
Figura esbelta
Dolores de cabeza
Dolores faciales
Utilidades de la plancha
Cuidado de los riñones
Retención de orina
Combatir el exceso de ácido úrico
Polvos de carbón de madera de tilo
Tratamiento de afecciones reumáticas y padecimientos artríticos sin medicamentos
Papillas de maíz y mijo
Picor y sensación de quemazón en el cuerpo
Eczemas y psoriasis
Furúnculos y abscesos
Panadizos
Hinchazones y contusiones
Hiedra y helecho contra picaduras de insectos
Picaduras de insectos en la garganta
Cebolla de mar
Espasmofilia infantil
En la meta
Segunda parte
La fiebre como señal de alarma
El dolor como señal de alarma
Importante para futuras madres y puérperas
Como combatir los déficits de calcio y ácido silícico
Influencias peligrosas durante el embarazo
Ventajas y desventajas del tratamiento hormonal
Cuidados del lactante
Leche materna
Inflamación de las mamas (mastitis)
Alimentación de los niños pequeños
Tratamiento efectivo contra la costra láctea
Eczemas infantiles
Enfermedades infantiles
Sarampión
Parotiditis (paperas)
Tos ferina
Enfermedad de Herter (celiaquía)
Parálisis infantil (poliomielitis)
Consejos contra la gripe
Gripe
Nuestro cerebro
Glándula pituitaria (hipófisis)
Causas y remedios contra el dolor de cabeza
La lengua
Cuida tus ojos
Glándulas lacrimales
Remedios sencillos contra las dolencias oculares
Infecciones purulentas de ojos y boca
La nariz
Otitis
Supuración de los senos maxilares
Inflamación de la garganta
Amigdalitis (anginas), una enfermedad insidiosa
Fiebre del heno
Como combatir el flujo vaginal
Resfriados de entretiempo
Resfriados, carencias vitamínicas y cálcicas en la sangre
Protección frente a las secuelas de las enfermedades infecciosas
Las leyes particulares de la inmunidad
La toma necesaria de antibióticos naturales
Cuidar de la salud: la mejor prevención contra las enfermedades del aparato respiratorio
Asma
Importantes factores sanadores para enfermos pulmonares
Calcio
Nuevas funciones del calcio
Nuestra misteriosa sangre
La linfa, el fluido sanguíneo blanco
Cuestiones interesantes sobre la linfa
Cuidados de nuestro sistema capilar
Funciones de la circulación sanguínea
La importante función de las arterias
Calcificación de las arterias, trombosis coronaria e infarto de miocardio
Medidas preventivas contra embolias y trombosis
Calcificación y remedios a base de calcio
El problema del calcio en las personas de edad avanzada
Dieta contra la hipertensión arterial, la arteriosclerosis y los trastornos de la vejez
Dieta de arroz contra la hipertensión arterial
Regulación de la presión arterial con arroz integral
Presión arterial baja
Tratamiento de las varices
Inflamación de las venas (flebitis)
Úlceras en las piernas
Trastornos circulatorios
Hemorroides
El incansable corazón
Lycopus europaeus contra las palpitaciones
Venenos actuales para el corazón
¡Atención, infarto de miocardio!
Corazón de deportista
Infusión de membranas de nueces
Sobre el tratamiento de la angina de pecho
Enfermos sin enfermedad
Bocios visibles y no visibles
Bocio y sal yodada
Yodo
Tratamiento a seguir tras una operación de bocio
Trastornos del periodo
Sofocos en la menopausia
Riñones
Cólico nefrítico
Vejiga urinaria
Enuresis nocturna
Padecimientos de la próstata
Orquitis
Eczemas
Superar la predisposición a los eczemas
Urticaria
Remedios sencillos contra las neuritis
¿Qué es la alergia?
Curación rápida del herpes zóster
Espasmos y calambres
El sistema simpático «malo»
Insomnio
Somníferos buenos y baratos
Nuevos puntos de vista en el tratamiento de la epilepsia
Lo trágico de la herencia genética
Influencias favorables sobre enfermedades anímico mentales
Regulación de la delgadez y la obesidad
Remedios buenos y peligrosos contra la obesidad
Rebajar el exceso de peso de forma inocua
Estómago
Trastornos del estómago
Úlceras de estómago
Intoxicación gástrica e intestinal
Apendicitis
¿Resulta perjudicial la diarrea?
Descuido de la actividad intestinal
Estreñimiento crónico
¿Conduce al estreñimiento una alimentación rica en féculas?
Sopa contra la pereza intestinal
Sopa de hierbas
Disbacteriosis
Parásitos intestinales
Peligros en los trópicos
Enfermedades tropicales
Causas y síntomas de una actividad hepática alterada
Problemas hepáticos y alimentación
Semillas de sésamo: un valioso apoyo para el hígado
Padecimientos hepáticos y vesiculares de tipo infeccioso
Ictericia
Páncreas
Dieta para diabéticos
Esclerosis múltiple
Artritis
El tomate y su relación con el cáncer y la artritis
Poliartritis
Células del cuerpo
El fantasma del cáncer
¿Es el cáncer un trastorno local o una enfermedad general?
¿Es contagioso el cáncer?
Propensión al cáncer, a pesar de una vida sana
Lunares y peligro de cáncer
Cáncer del fumador
Peligros mortales en el agua
Protégete de las sustancias cancerígenas
Siete reglas de salud para la prevención del cáncer
Remedios contra el cáncer
Bacterias y virus
Dientes
Cuidado de los dientes
Parodontosis
Cabello hermoso, un bello adorno natural
Cuidado del cabello
Lociones capilares y crecepelos
Piel
Cuidados de la piel
¿Deben emplearse aceites para el cuidado de la piel?
Piel arrugada y de grandes poros
Pústulas purulentas (Impétigo)
Ayudas fiables contra la micosis cutánea
Enfermedades de las uñas
Pies, nuestros fieles servidores
Cuidados de los pies y supresión del sudor de pies
Tacones ¿altos o ninguno?
Andar descalzo
Andar sobre el rocío y gimnasia matutina sobre hierba húmeda
Periostitis
Distensión de ligamentos y tendones, luxaciones articulares y de los pies
Dolores lumbares
Hernias
Algunos aspectos del reino de las plantas
¿Cómo se elabora un buen remedio?
Sobre la preparación de remedios fitoterápicos
¿Tienen más ventajas las plantas alpinas que las de las tierras bajas?
Ajo silvestre (Allium ursinum)
Artemisa (Artemisia vulgaris)
Raíces de pimpinela (Pimpinella saxifraga)
Ortiga (Urtica dioica, Urtica urens)
Angélica (Angelica archangelica)
Pie de león (Alchemilla vulgaris)
Avena (Avena sativa)
Ginkgo (Ginkgo biloba)
Lirio de los valles (Convallaria majalis)
Escila o cebolla albarrana (Scilla, Urginea maritima)
Muérdago (Viscum album)
Papaya (Carica papaya)
Petasita (Petasites officinalis [hybridus])
Equinácea (Echinacea purpurea y angustifolia)
Consuelda (Symphytum officinale)
Cola de caballo (Equisetum arvense)
Frutos silvestres
Escaramujo (Rosa canina)
Agracejo (Berberis vulgaris)
Espino amarillo (Hippophae rhamnoides)
Bayas de serbal (Fructus sorbi)
Bayas de enebro (Fructus juniperi)
Espino blanco (Crataegus sp.)
Pequeña selección de remedios homeopáticos
Aconitum napellus (Acónito)
Atropa belladonna (Belladona)
Coccus cacti (Cochinilla del cactus)
Guaiacum officinale (Resina de guayaco)
Kalium jodatum (Yoduro potásico)
Lachesis (Serpiente cascabel muda)
Daphne mezereum (Mezéreon)
Sepia officinalis (Sepia común)
Tarantula cubensis (Tarántula cubana)
Urtica dioica, Urtica urens (Ortiga)
Algunos productos de la bioquímica
Calcium fluoratum (Fluoruro cálcico)
Natrium chloridum o muriaticum (Sal común)
Natrium sulfuricum (Sulfato sódico, sal de Glauber)
Terra silicea purificata (Tierra silícea purificada)
Condimentos
Plantas condimenticias con propiedades medicinales
Ajo (Allium sativum)
Leche de ajo
Cebolla (Allium cepa)
Chalota (Allium ascalonicum)
Berros (Nasturtium)
Rábano rusticano o picante (Armoracia rusticana)
Rábano negro (Raphanus sativus)
La sal como remedio medicinal
Curas diversas y sus aplicaciones
Consecuencias de la escasez de vitaminas en primavera
Curas de primavera
Curas depurativas de la sangre
Kelp y el cansancio primaveral
Efectos medicinales del agua
Efecto medicinal de los baños de mar
Aplicaciones alternas
Baños de vapor en casa
Efectos medicinales de los baños de asiento
Cura de Schlenz (baños hipertérmicos)
Baños de Kuhne
Baño de asiento con fricción
Derivaciones mediante terapias estimulantes
Arcilla como agente medicinal
Emplastos de plantas
Aplicaciones de hojas de col y otras plantas medicinales
Breves informes sobre emplastos con hojas de col
Cómo nos pueden ayudar las patatas
Origen y acción de la papaína
Acción medicinal de la leche
Concentrado de suero láctico
Acción medicinal del aceite de germen de trigo
Tónico reconstituyente con malta y vitamina E
Acción medicinal especial de la miel
Efecto medicinal de la miel
El jugo maravilloso de la abeja reina
Polen
Posibilidades terapéuticas de la carne y la grasa de pollo
Jarabe rojo de caracol
Cuestiones sobre la alimentación
Alimentación natural
Dietas medicinales
Ayuno
Curas de engorde
¿Qué cantidad de alimento necesita una persona?
Alimentación natural para los nervios
Vitamina A
Zanahorias, caroteno y extracto concentrado de zanahorias
Vitaminas del grupo B
Vitamina E o vitamina de la fertilidad
Cómo evitar el déficit de proteínas
Fruta y verdura en una misma comida
Sobre los efectos de los zumos
Zumos crudos, Zumos medicinales
Sobre la mezcla de diversos zumos
Cambio a una alimentación cruda
Cuando el crudismo da problemas
Bayas
Efecto medicinal de las bayas
Precaución con las frutas de hueso
Reglas a seguir en el consumo de frutas de hueso
Fruta fumigada
Ruibarbo
Sobre el azúcar
Sobre el valor del azúcar integral
Dátiles naturales
El valor de las frutas en conserva
Nuestro pan
Trigo integral y otros cereales
Trigo germinado, un reforzante económico
Germen de trigo
Germen y salvado de trigo
Alforfón o trigo sarraceno (Fagopyrum esculentum)
Datos científicos sobre las patatas
Un participante silencioso en el proceso patológico
Valoración actual de grasas y aceites
Importancia de los frutos oleaginosos
Semillas de sésamo
Almendras
Nueces
Leche e industria lechera
Yogur
Café
Chucrut
El arte de cocinar reside en la condimentación adecuada
Sal común
Sobre la levadura
Miscelánea
Tierra cansada - mar rico
Sin yodo no hay vida
Alteraciones del estado de ánimo y pensamientos turbios
Venenos difíciles de eliminar
¡Cuidado, sales metálicas!
Intoxicación por plaguicidas
Utensilios de cocina de cobre
¿Es perjudicial para la salud la ropa de fibras sintéticas?
Animales como transmisores de enfermedades
Influencias climáticas
El sol vivifica y mata
Peligros cuando hace mucho calor
Respirar es vida
Aire fresco y oxígeno como factor de curación
Sobre los efectos del fumar
Estrés, una enfermedad de nuestro tiempo
Efectos de la vivienda sobre la salud
Consideraciones sanitarias sobre la construcción de edificios
Cuestiones de salud y protección de la naturaleza
Televisión y salud
Relajación
Cansancio
¿Qué es el agotamiento?
Sueño natural
Higiene del sueño
El sueño, un irremplazable remedio para la salud
¿Qué nos cuentan los sueños?
Signos de envejecimiento
Gratitud como medicamento
Efecto medicinal de la música
Poder medicinal del silencio
Poder medicinal de la alegría
Desayuno recomendable
Comida del mediodía recomendable
Cena recomendable
Reglas fundamentales para personas sanas y enfermas
Curas de ayuno como remedio contra las enfermedades de la civilización
Indispensable limpieza intestinal antes de una cura de ayuno
Efectos beneficiosos de los zumos de hortalizas
Efectos beneficiosos del ayuno con zumos ante diversas enfermedades
¿Cómo influye la cura de zumos de hortalizas en el cáncer y la leucemia?
Cura antirreumática de A.Vogel
¿Constituyen los nitratos un verdadero veneno?
El pequeño doctor se despide de ustedes
Índice abreviado
Índice de materias, enfermedades y afecciones
Lista de las ilustraciones en color
Lista de las ilustraciones en blanco y negro
Nota de la redacción
Crédito fotográfico
Información de salud de A.Vogel
Alfred Vogel observando una flor de hipérico
Aunque Alfred Vogel haya fallecido, su obra continúa viva en sus libros, como en esta nueva versión levemente revisada de su conocido best seller El pequeño doctor. Su carisma y su personalidad irradian todavía en los tiempos actuales y nos transmiten el mensaje de que este valioso manual, superado el año 2000, puede ser de utilidad a sanos y enfermos.
¿Dónde reside la intemporalidad y la fascinación de su mensaje? Alfred Vogel se dio cuenta muy pronto de que la naturaleza, con todas sus plantas, dispone de todos los recursos para la protección de la salud y para el tratamiento de enfermedades. Cabe ahora preguntarnos si la experiencia adquirida durante decenios por Alfred Vogel en su consulta y el conocimiento de numerosos procedimientos terapéuticos aprendidos en países extranjeros son todavía, hoy en día, interesantes para las nuevas generaciones y para las ciencias naturales modernas. Solo podemos responder con un rotundo sí. Desde hace tiempo se sabe que no se pueden tratar todas las enfermedades a base de píldoras. Al leer atentamente El pequeño doctor nos daremos cuenta de que Alfred Vogel no quiso convertirlo en una especie de vía libre al autotratamiento, sino que en él pondera y sopesa escrupulosamente cuándo está justificado y cuándo es preciso un tratamiento médico. A menudo es suficiente, especialmente cuando no se trata de enfermedades graves, iniciar el autotratamiento con unas tisanas o con unos preparados de plantas medicinales de la farmacia, como por ejemplo, en trastornos funcionales gastrointestinales, de hígado y vesícula biliar, padecimientos articulares, propensión a padecer infecciones, estrés o en enfermedades simples de la piel. Incluso, cuando ante una enfermedad grave se hace imprescindible la toma de un fármaco, el empleo de un remedio natural puede apoyar el tratamiento, favoreciendo la actuación de las defensas naturales y del poder de autocuración.
¿Y cuál es la posición, en la actualidad, de médicos e investigadores de medicamentos sobre este manual de consulta de Alfred Vogel? Lo más probable es que solo unos pocos conozcan este libro, lo que no es de extrañar, ya que solo los interesados en la medicina naturista conceden una gran importancia a las experiencias acumuladas durante siglos. Los demás han olvidado que buena parte de nuestros medicamentos más potentes, como la digitoxina, la reserpina o la vincristina (usada en el tratamiento del cáncer) proceden de antiguos conocimientos empíricos de la medicina popular y que, todavía hoy, se consideran como unos de los medicamentos más efectivos. Admitimos que nuestros antibióticos y betabloqueantes poco tienen que ver con los conocimientos empíricos de la medicina natural, pero ¿qué sucede con los remedios preventivos de los que tanto se vuelve a hablar y alabar para la protección de la salud y a los que Alfred Vogel ha dedicado tanto espacio en su libro? Estudios de laboratorio propios nos muestran, una y otra vez, que el análisis de plantas usadas en nuestra medicina popular con modernos métodos fitoquímicos, no solo confirma ampliamente los conocimientos empíricos que se tenían de ellas, sino que a menudo pueden servir de punto de partida para el desarrollo de nuevos y potentes medicamentos. Aquello que en tiempos pasados la intuición visionaria de Alfred Vogel recogió y anotó puede ser una auténtica mina y puede servir, aun hoy, como un interesante estímulo para muchos investigadores de plantas medicinales. No deja de sorprender la gran cantidad de recetas que Alfred Vogel llegó a recoger y compilar, y que no se encuentran en ningún otro libro o hace tiempo cayeron en el olvido.
Teniendo en cuenta esto, ya nadie debiera reírse de las que parecerían a veces observaciones de meras fantasías de este naturópata. Solo nos cabe la admiración y sacarnos el sombrero ante un hombre que dedicó su vida y su obra a la medicina natural y que, con un entusiasmo y una capacidad de comunicación ejemplar, nos ha transmitido conocimientos y experiencias beneficiosas para nuestra salud que, iniciado ya el siglo XXI, aún nos son de incalculable valor.
Prof. Dr. h.c. mult. Hildebert Wagner
Instituto de Biología Farmacéutica
Universidad Ludwig-Maximilians de Múnich
1902 |
Nace y crece en Aesch, junto a Basilea. |
1920-1932 |
Dirige una herboristería en Basilea. |
1929 |
Primera publicación de la revista mensual de A.Vogel titulada «Das neue Leben» (La nueva vida), que en 1944 se convierte en «Gesundheits-Nachrichten» (Noticias de Salud). |
1937-1956 |
Naturópata en Teufen. Investigación, desarrollo y fabricación de los primeros remedios naturales, elaborados a partir de plantas frescas recién recolectadas. |
1950 |
Inicia su actividad investigadora por todo el mundo. |
1952 |
Primera publicación de su manual de referencia conocido por todo el mundo y traducido a doce idiomas: El pequeño doctor. Edición anterior: más de dos millones de ejemplares. |
1958-1959 |
Extensos viajes de investigación por el continente americano. |
1963 |
Fundación de Bioforce AG (hoy en día A.Vogel AG), una empresa líder internacional en el sector de la fitoterapia. |
1969 |
Estudio de pueblos indígenas africanos. |
1979 |
Viajes de investigación por Australia, Nueva Zelanda y Tasmania. |
1982 |
Concesión de la medalla Priessnitz por parte de la Asociación Alemana de Naturopatía. |
1984 |
Miembro honorario de la Sociedad Suiza de Médicos de Medicina Empírica. |
1996 |
Fallece pacíficamente a los 94 años en Feusisberg. |
Alfred Vogel nació en el año 1902 en Aesch, población próxima a Basilea. Desde niño estuvo familiarizado con el uso de las plantas medicinales, ya que sus padres y sus abuelos conocían el poder terapéutico de muchas plantas y se ocuparon de transmitir dichos conocimientos al joven Alfred. Con el paso del tiempo, fue profundizando más y más en lo que había vivido y experimentado de pequeño, llegando a reunir y a ampliar de forma notable el legado de conocimientos empíricos de la medicina popular europea, y abrió nuevos caminos en este campo. Sus grandes deseos de ampliar sus conocimientos le llevaron a visitar numerosos países por todo el mundo, sintiéndose muy unido a los pueblos indígenas. Se interesó enormemente en saber cómo empleaban estos los recursos naturales y en estudiar las relaciones existentes entre alimentación, forma de vida, constitución y enfermedad. Sus experiencias en África, Asia y el continente americano, con los pueblos de las selvas y las estepas, enseñaron a nuestro incansable viajero que el buen uso y apoyo de las fuerzas de la naturaleza puede conseguir mejores resultados que el presunto arte (terapéutico) elaborado por los seres humanos. Alfred Vogel fue familiarizándose con los métodos curativos de diversos pueblos indígenas, descubriendo así un buen número de nuevas plantas medicinales.
Alfred Vogel en una de sus numerosas conferencias
Cosecha en los campos de plantas medicinales en Roggwil (Suiza)
Su actividad al servicio de sanos y enfermos tuvo su comienzo en Teufen, en la región suiza de Appenzell. Allí dirigió un establecimiento terapéutico de medicina natural, se dedicó a la recolección y al estudio de plantas medicinales de aquella zona prealpina, y produjo los primeros extractos de plantas frescas recién recolectadas. Descubrió que dichos extractos ejercían un efecto más intenso y amplio que las tinturas obtenidas a partir de plantas secas. Fiel a su máxima «el amor es la fuerza más potente del universo», se dedicó también a divulgar sus conocimientos, mediante charlas y conferencias, por todos los continentes. Animado siempre por el amor a Dios y la fuerza sanadora de la naturaleza, mantuvo contacto con diversas casas reales, políticos y líderes económicos. Pero, ante todo, dirigió su mensaje al «hombre sencillo», cuyo lenguaje – el lenguaje del corazón – siempre también era el suyo. Entre estos oyentes encontró la mayoría de sus fervientes admiradores. El mayor desafío para muchos organizadores de sus conferencias era poder encontrar una sala lo suficientemente grande para poder albergar al gran número de asistentes que solía acudir.
Para dar a conocer mejor sus vivencias y experiencias como naturópata, investigador en dietética, plantas medicinales y descubridor de remedios naturales de pueblos indígenas, nuestro incansable personaje comenzó a publicar, desde 1929, una revista mensual titulada Gesundheits-Nachrichten («Noticias de Salud»). A pesar de que no siempre fue tomado en serio, al ser autodidacta, por los seguidores de la ciencia establecida, en 1982 fue premiado con la medalla Priessnitz (máximo galardón en el ámbito de la medicina natural) por la Asociación Alemana de Naturopatía en su congreso anual, reconocimiento que se vio coronado en 1984 al ser nombrado miembro honorario de la Sociedad Suiza de Médicos de Medicina Empírica.
A los 23 años escribió su primer librito «Kleiner Wegweiser für die Lebensreform» (Pequeña guía para la reforma de la vida). En 1935 apareció su libro «Die Nahrung als Heilfaktor» (El poder terapéutico de la alimentación) que, como su nombre indica, se ocupaba de la influencia de la alimentación sobre la salud. En 1952 apareció su best seller El pequeño doctor, que dio a conocer a Alfred Vogel a un público internacional, libro que se ha convertido en una obra de referencia también para algunos médicos y científicos. ¡Convénzase usted mismo!
En octubre del año 1992, cuando escribo estas líneas, mi corazón ha estado latiendo durante 90 años sin interrupción, día y noche, tanto en días tranquilos como en días agitados. Desde una perspectiva física y anímica, agradezco enormemente a este incansable corazón que ha participado activamente en todo cuanto pude construir, desarrollar y producir. Hoy, al mirar atrás, tengo la sensación de que todos estos años y decenios han pasado volando.
Ya de niño me impresionaba y entusiasmaba la naturaleza con toda su diversidad de plantas y animales. Mi ansia de saber me conducía por montes, bosques y campos. Mi padre, basándose en la sabiduría de mi abuela, me mostró el camino a muchos hermosos secretos del mundo multicolor de la creación. Hormigas, escarabajos, ranas, lagartijas y salamandras eran para mí un mundo enigmático hasta que empecé a conocer más de cerca sus formas de vida. Desde muy temprana edad tuve conciencia de que las plantas poseían propiedades curativas. Si, corriendo descalzo, me hería con un trozo de cristal o con un clavo oxidado, la aplicación de sanícula del bosque y de la malva de detrás del cobertizo de madera, debidamente machacadas, reparaban adecuadamente el daño producido. No podía imaginar ni soñar, por aquel entonces, que mis experiencias juveniles con las plantas medicinales me serían de utilidad en años posteriores y que, incluso, iban a influir de forma decisiva en mi futura vida profesional.
En mis numerosos viajes por todos los continentes he vuelto a encontrar a mis amigas, las plantas, que a menudo me han dado más satisfacciones que el encuentro con personas con las que uno nunca está seguro de si tendrá buenas o malas experiencias. Las plantas fueron siempre mis fieles acompañantes y, todavía hoy, son mis mejores amigas, pues nunca me han defraudado ni me han dejado en la estacada, incluso en situaciones de peligro de muerte. Más de una vez, especialmente en países tropicales, las plantas me han salvado la vida. En aquellos momentos me sentía muy contento de conocer sus propiedades terapéuticas. Por ello, me he esforzado en poner por escrito todos estos conocimientos y experiencias en mi revista mensual «Noticias de Salud» y, sobre todo, en mis libros.
Hace más de cincuenta años que publicamos nuestra propia revista. Al principio se titulaba «Das neue Leben» (La nueva vida), pero posteriormente le cambiamos el nombre por el de «Noticias de Salud». Traducida al alemán, neerlandés, finlandés, sueco, danés y durante cierto tiempo al noruego e inglés cuenta con miles de seguidores y agradecidos lectores.
Durante decenios he estado escribiéndola, junto con mi primera esposa Sophie, mientras que mi hija se ocupaba de las imágenes e ilustraciones. No pocas veces escribimos los artículos durante los viajes a lejanos países, en el desierto, en una playa, en una bahía solitaria o en una isla en una cabaña de indígenas. Hoy, en cambio, cuento con el apoyo de una experimentada redacción que elabora la revista, según mis indicaciones y mi línea de pensamiento.
En dichos viajes recibíamos muchos estímulos y sugerencias procedentes principalmente de personas con otros usos y costumbres. En beneficio de nuestros lectores, nuestra máxima, desde siempre, ha sido de transmitir observaciones y experiencias que sean de utilidad en la vida diaria.
Para nosotros era importante describir aquellas observaciones y experiencias, y que pudieran servir de provecho a nuestros lectores en la vida cotidiana. El libro El pequeño doctor ha servido de ayuda, durante más de cuarenta años, a más de dos millones de familias, desde su aparición en 1952. Ha sido traducido a doce idiomas.
Por su parte, el libro «Die Leber als Regulator der Gesundheit» (El hígado regula la salud) ha aparecido en inglés, francés, neerlandés, sueco, danés e italiano. Ha mostrado a miles de personas qué se puede hacer en el ámbito preventivo y muestra el camino a seguir para evitar enfermar de cáncer. Debido a que la mortalidad por cáncer va en aumento, he decidido exponer mi experiencia práctica sobre este tema en el libro «KREBS – Schicksal oder Zivilisationskrankheit» (CÁNCER – ¿cuestión del destino o enfermedad de la civilización?; agotado).
Con el libro «Gesundheitsführer durch südliche Länder, Subtropen, Tropen und Wüstengebiete» (Guía de salud en países meridionales, subtropicales, tropicales y desérticos; agotado), he conseguido advertir y proteger a los lectores viajeros de los posibles peligros existentes en las zonas tropicales; trabajo nada fácil y esfuerzo que no ha sido en vano, en vista de los muchos escritos de agradecimiento procedentes de países tropicales. Sé lo hermoso, pero a la vez peligroso, que puede resultar viajar a estas zonas o residir allí durante un tiempo. Guiado por un sentido de responsabilidad hacia mis semejantes decidí escribir este libro y, por las informaciones recibidas, muchas personas han podido y podrán protegerse de padecer un sinnúmero de enfermedades o de cosas peores.
Podemos considerar el libro «Die Natur als biologischer Wegweiser» (La naturaleza como guía biológica) como El pequeño doctor II, ya que contiene nuevos datos, conocimientos y experiencias en el campo de la medicina natural y sobre temas de cultivo biológico.
En honor a la verdad, quisiera destacar que deberíamos mostrar agradecimiento al Creador por todas esas maravillosas fuerzas curativas existentes y a aquellos que han recibido de Él el amor por las plantas, así como la fuerza y la perseverancia necesarias para dedicarse a investigar sus poderes curativos para el bien de nuestros semejantes. Toda persona que haya experimentado con plantas medicinales o con productos derivados de ellas debiera agradecer al Creador este precioso don que, debidamente empleado, puede llegar a hacer milagros.
Los pueblos indígenas que viven en contacto íntimo con la naturaleza, sin disponer de recursos técnicos de ningún tipo, han sabido aprovechar sus ancestrales conocimientos sobre el uso de plantas recién recolectadas y obtener de ellas muchos remedios efectivos. Baste pensar, por ejemplo, en el curare que han estado produciendo hábilmente, sobre todo, los indios iquitos y que todavía hoy constituye un excelente anestésico.
Gracias a las observaciones de personas muy unidas a la naturaleza he podido obtener interesantes sugerencias y magníficas ideas. La creciente demanda de remedios naturales y la actual tendencia y el renovado interés de muchas personas hacia una vida más en contacto con la naturaleza me han hecho gastar tanta energía y dedicación que, frecuentemente, ha repercutido negativamente en mi vida familiar.
«A mayores bienes, mayores preocupaciones», dijo con razón un sabio de la antigüedad, pero el interés de la gente de los países que visitamos siempre fue tan enorme que no podíamos responder con un «no». Mi querida esposa solía decirme: «Deja esto o aquello, que no podrás abarcarlo todo y nos vamos a dispersar demasiado». Sin embargo, el deseo de ayudar a los demás con todo el talento y las facultades de las que uno pueda disponer a veces no nos deja darnos cuenta de la creciente presión a la que nos sometemos.
Si pudiera volver atrás en el tiempo, quizá hubiera puesto más atención en cuidar mejor las reservas de mi masa genética, pero es difícil decir que no cuando otros nos necesitan y sabemos por experiencia como evitar el sufrimiento de los demás.
Desde aquí pido disculpas a los amigos y conocidos de los países que he visitado, y que no se sientan defraudados si no he podido contestar personalmente a las innumerables cartas y preguntas que me llegan.
El amor a la naturaleza, plantas, animales, personas y, sobre todo, el amor y respeto que siento por el Creador me han conducido, desde siempre, a aceptar más responsabilidades de las que podía asumir. El secreto de mi, a menudo, infatigable energía ha sido únicamente el amor, al que considero el mayor impulso o fuerza existente en el universo.
Lo he puesto siempre de relieve en las numerosas conferencias que he dado por todo el mundo y creo que es precisamente ahí donde radica el secreto de mis éxitos. Con 81 años a mis espaldas he sido capaz de realizar una gira de conferencias a lo largo de la costa este de los Estados Unidos, desde Boston hasta Miami, y en una semana he dado, por radio y televisión, veintiséis conferencias en inglés.
Cuando vi el programa que mis amigos americanos me habían organizado, la verdad es que me asusté. Al principio no creí que pudiera mantener tanta actividad, pero los primeros éxitos me dieron fuerza para ello, pues he comprobado con satisfacción que ¡también en los Estados Unidos se ha producido un cambio de actitud respecto al respeto por la naturaleza! Este hecho y el encuentro con personas magníficas, especialmente con médicos que me mostraron su agradecimiento por haberles transmitido mis experiencias positivas en el ámbito de la alimentación y la fitoterapia, me proporcionaron la energía necesaria para perseverar en el empeño.
Todos estos éxitos en el ámbito profesional, comercial y literario a través de mis escritos nunca los hubiera podido obtener sin la colaboración activa por parte de mi esposa. Siempre me ha acompañado fielmente en lo bueno y en lo malo de la vida. Su poético y creativo talento ha dado a todas mis publicaciones un adecuado toque final.
Diariamente ruego a Dios que me otorgue la energía y el talento para poder seguir sirviendo con amor a mis amigos y a todos cuantos sufren.
La demanda del libro El pequeño doctor sigue manteniéndose elevada, de modo que ya tenemos prevista una nueva edición alemana. Ello es prueba del creciente reconocimiento, interés y confianza que se otorga cada vez más a la medicina natural. Más de dos millones de familias en todo el mundo han dedicado un lugar en sus hogares a los útiles consejos de El pequeño doctor. En los últimos años, no solo ha habido nuevas ediciones, sino que ha aumentado también el volumen del texto. Se ofrecen ahora a los lectores nuevas experiencias y conocimientos científicos que sirvan de ayuda tanto en los días de salud como en los de enfermedad.
Esperamos que esta nueva edición sea acogida por muchos miles de familias y que pueda servirles de leal consejero en los temas de salud de la vida diaria.
Por su parte, El pequeño doctor no quisiera dejar de agradecer a todos cuantos han contribuido a su difusión, valorándolo positivamente y recomendándolo, agradecimiento al que nos unimos cordialmente.
Feusisberg, verano de 1991
Alfred Vogel y familia
¿Cuál es la misión de El pequeño doctor en tu casa? Simplemente, cumplir una sencilla, pero importante función: darte a conocer los posibles remedios que pueden encontrarse en tu casa y alrededores. Acude a los consejos que puede proporcionarte El pequeño doctor con lo que está a tu alcance y comprueba si es suficiente para ayudarte cuando surja de repente un problema de salud o cuando una dolencia persistente no llegue a desaparecer.
No sé si vives en una hermosa aldea o en una pequeña ciudad. Ignoro si debes contentarte con vivir en medio de una gran urbe o si has elegido la soledad de la naturaleza y habitas en una casa de campo alejada de cualquier aldea, pueblo o ciudad. Quizás te hayas establecido en un país lejano donde las medidas de las distancias son distintas. Tal vez tienes una granja y tu hogar se halla aislado y distante de tus vecinos. Si eres un guardia forestal, seguramente vivirás en una casa solitaria en el bosque o, si eres montañero, probablemente habitarás en un refugio de montaña expuesto a la intemperie.
Seas quien seas, y donde quiera que te encuentres, no quedarás desvalido si en los momentos de apuro dejas que te aconseje El pequeño doctor, hasta que pueda acudir el «gran doctor» con ayuda adicional. Muchas veces esa primera ayuda en momentos de emergencia será suficiente, pues si acudimos al remedio adecuado, aun en casos agudos, a menudo podremos obtener resultados buenos y duraderos.
Quizá tu familia y tú os sintáis bien de salud y creáis que ningún mal pueda sobreveniros. Ciertamente, muchas veces es así y uno puede dedicarse al día a día de su profesión y a sus diversas obligaciones sin que molestia alguna interrumpa el ritmo normal de vida; hasta que, de repente, un pequeño descuido, un contratiempo, un accidente, la irrupción de una epidemia o un resfriado pueden perturbar tu vida cotidiana. En esos momentos será una alegría para ti conseguir la ayuda que necesitas.
¿Quién podrá ofrecerte entonces una ayuda segura, rápida y eficaz? Según donde estés viviendo y el modo como te hayas instalado, tu botiquín será voluminoso o reducido; puede extenderse de la cocina a la despensa y, de esta, al sótano. Incluso en el desván es posible que conserves tal o cual cosa que te pueda ser útil. Si posees un jardín, encontrarás también en él muchas cosas útiles y, si vives en una zona rural, el campo, el bosque y la campiña te podrán ofrecer una ayuda todavía mejor. En cambio, quienes vivan en la ciudad, al encontrarse en una situación menos favorable, deberán mantener los ojos bien abiertos durante sus paseos campestres para poder obtener algún remedio que les pueda ser de utilidad en algún momento.
Si de lo que dispones en tu hogar no es suficiente, existen innumerables plantas medicinales que puedan ayudarte ante afecciones leves o proporcionarte un buen remedio preventivo. Los inagotables remedios que se ocultan en bosques, campos, prados o en las riberas de los ríos pueden ayudarte con tal prontitud que El pequeño doctor podría convertirse en un gran doctor si pudiera disponer de todos los tesoros y consejos prácticos que se encuentran, en abundancia, en el jardín de la naturaleza.
Ante todo, te muestra qué farmacia tan particular puedes encontrar entre las provisiones de tu hogar. Vas a sorprenderte cuando veas que más de un simple alimento puede convertirse en un remedio eficaz en el momento oportuno. Harina, azúcar, agua, aceite, sal, huevos, requesón, patatas, zanahorias, coles, rábanos, cebollas, ajos, rábanos picantes, perejil, ortigas, acedera, ceniza de madera y otras cosas más pueden formar parte de tu botiquín casero.
Acepta, pues, gustosamente a El pequeño doctor, pues te va a revelar los múltiples secretos que se hallan disponibles en tu casa y que van a ayudarte si los utilizas correctamente.
Puede ser que muchas aplicaciones y consejos te parezcan algo confusos y variopintos al principio, pero dejarán de serlo tan pronto como tengas que buscar una solución ante algún caso concreto. Para que puedas orientarte mejor y encontrar de forma rápida aquello que necesitas, deberás consultar el índice alfabético, al final del libro.
A continuación, un pequeño anticipo te va a animar a considerar a El pequeño doctor como un valioso consejero.
«¿Podemos realmente confiar en ti? ¿Son suficientes estos ejemplos de muestra como para consultarte más a fondo?». «Naturalmente –responde “El pequeño doctor”–. ¡Inténtalo y lo verás!».
En el caso de que tus manos, brazos o piernas sufran quemaduras o se escalden, sumerge enseguida en agua fría las partes enrojecidas afectadas. Si las quemaduras afectan otras partes de tu cuerpo, aplica en ellas compresas de agua fría. Cubre las zonas quemadas con vendajes. Si las superficies quemadas son amplias, cúbrelas con paños limpios de lino hasta recibir el tratamiento médico adecuado. Para evitar posibles infecciones, en ningún caso revientes o abras las ampollas producidas. En el caso de quemaduras de tercer grado, es imprescindible un rápido tratamiento médico para evitar complicaciones. Las aplicaciones locales de un buen aceite de hipérico constituyen un excelente remedio para las quemaduras leves.
Puedes tratar con éxito, mediante un método sencillo y eficaz, las heridas leves ocasionadas por rasguños o heridas pequeñas difíciles de cicatrizar. El mejor remedio para limpiarlas es el suero láctico concentrado. Posteriormente, espolvoréalas con calcio biológico en polvo y aplica encima requesón durante dos noches seguidas. Si no dispones de requesón, puedes poner granos de trigo blandos o un poco de salvado en remojo con leche cruda. Los granos de trigo se machacan con la picadora y se colocan sobre la herida. De esta forma, la herida queda lavada y limpia. Dos días más tarde, después de espolvorearla otra vez con un preparado de ortiga y calcio, aplica encima hojas machacadas de col rizada. Las cataplasmas de hojas de col funcionan mejor que muchos remedios modernos. Incluso cuando las piernas aparecen amoratadas o fuertemente afectadas por estancamientos de sangre y han fallado otros tratamientos, se debería tener la paciencia necesaria para ir aplicando con regularidad hojas de col machacadas, durante semanas o meses si fuera necesario, ya que producen alivio aun en casos difíciles y, no pocas veces, se consigue una verdadera curación.
¿Sabes lo que puede serte útil cuando alguno de tus familiares sufre una inflamación de los ojos, por haber estado demasiado tiempo en la nieve o remando a pleno sol? ¿Sabes lo que deberías hacer cuando los ojos te arden por la noche? Muy sencillo: coge un huevo, separa la clara y bate ligeramente. Luego, extiéndela sobre un pañuelo y aplícala con suavidad sobre los ojos. Verás con agrado como, al disminuir el ardor, el paciente podrá dormir mejor y a la mañana siguiente la inflamación habrá disminuido en parte o totalmente. Si no dispones de un huevo, puedes emplear requesón en su lugar o un trozo pequeño de carne cruda de pollo, de ternera o de vacuno. Se trata de antiguos remedios eficaces que puedes usar allí donde te encuentres. Esta misma aplicación te podrá ayudar también en caso de pérdida temporal de la visión por el sol que a veces se produce durante excursiones por zonas nevadas o en los glaciares de alta montaña.
La cebolla, cuyo nombre científico es Allium cepa, es un buen remedio contra los resfriados con una abundante secreción nasal. Para ello, corta una rodaja de cebolla, sumérgela un momento en un vaso de agua muy caliente y vuélvela a sacar. Durante el día ve tomando pequeños sorbos de esta agua, lo cual también constituye un remedio excelente contra los resfriados primaverales. Además, coloca una cebolla partida en dos trozos sobre la mesilla de noche para poder inhalar, durante el sueño, el beneficioso aroma que despide. Esto te hará disminuir considerablemente los síntomas del resfriado y la propensión a padecer catarros. También actúan favorablemente las cataplasmas de cebolla, aplicadas alrededor del cuello durante la noche. Así mismo, se puede combatir también el resfriado aspirando agua salada por la nariz. Igual servicio rinde el zumo de limón o un preparado natural de ortiga y calcio, así como un espray nasal.
Puede ser que padezcas a menudo resfriados y catarros. Quizá dispongas en tu jardín de un abeto, un alerce, un pino o cualquier otra conífera. En estos árboles siempre encontrarás brotes germinados, desarrollándose o aún cerrados, preparándose para el año próximo. Recoge algunos de estos brotes y mastícalos lenta y detenidamente durante el día, tomando de vez en cuando un nuevo brote. Verás como el catarro desaparece a los pocos días. No te olvides de este sencillo remedio cuando te encuentres de paseo o esquiando. Por la noche, convendría que te colocaras un paño mojado en aceite alrededor del cuello y lo cubrieras con un paño de lana para mantener el calor. Verás como pronto desaparece la irritación que te hace toser.
Si padeces de ronquera, puedes emplear el serbal, que quizá tengas en tu jardín. Si no dispones de ninguno, puede ser que tu vecino tenga uno o recuerdes haber visto alguno en tus paseos. Mira también si encuentras pimpinela blanca (Pimpinella saxifraga), si es que no te has provisto ya de sus raíces en la época cálida del año. En caso de ronquera, te recomiendo que mastiques bayas de serbal así como raíz de pimpinela blanca. Sea seca o recién recolectada, hay que procurar que el jugo resultante de la masticación se mezcle bien con la saliva para que pueda actuar sobre la garganta. Para ello, procura mantenerla el máximo de tiempo posible en la boca. De este modo tan simple uno puede librarse de la ronquera en muy poco tiempo. No hace falta usar los dos remedios a la vez. Tanto uno como otro están entre los mejores remedios contra este trastorno.
¿Sabes a qué son debidos estos dos desagradables trastornos? Si hubieras puesto buen cuidado en evitar estancamientos de sangre en tu sistema vascular, especialmente el venoso, ahora no te verías afectado/a por ellos. Pero si ya se han producido, puedes combatirlos con baños de pies de temperatura alterna (calientes y fríos). Primero, debes colocar los pies en agua caliente y, después, en agua fría. En agua fría: tantos segundos como minutos permanezcan en agua caliente. Así, si estás dos o tres minutos en agua caliente, los dejas dos o tres segundos en agua fría. Estos cambios se pueden repetir de seis a ocho veces por sesión. Este baño de pies se termina poniéndolos en agua fría. Luego, se friccionan enérgicamente y, a ser posible, se untan con un poco de aceite de hipérico, y así podrás combatir este trastorno circulatorio.
Otro método aún más antiguo, hoy poco conocido, es el de andar descalzo sobre la nieve. Quienes posean en su casa un balcón cubierto de nieve en invierno pueden practicarlo sin dificultad. Su efecto es parecido al método de pisar el agua del popular hidroterapeuta alemán Sebastián Kneipp. La duración del «pisado de la nieve» puede irse incrementando a medida que se vaya practicando, empezando con diez segundos; un tiempo después, medio minuto, y, más adelante, puede llegar a durar hasta dos o tres minutos. Para que no pueda llegar a ser perjudicial, hazlo solamente durante el tiempo que puedas soportarlo bien sin tener frío. Después de esta aplicación métete en la cama caliente, sin secarte previamente los pies. Este procedimiento puede repetirse varias veces por la mañana y, si no dispones de un balcón con nieve, puedes recurrir a hacerlo al aire libre. En este caso, sal de casa con unas pantuflas calientes o con zuecos de madera bien forrados que mantengan los pies calientes. Descálzate rápidamente y realiza el pisado, a ser posible, sobre nieve recién caída. Acto seguido, procede a friccionarlos enérgicamente, ponte el calzado que te caliente los pies y regresa a casa. Si repites este tratamiento varios días seguidos verás como van desapareciendo los sabañones de los pies.
Para evitar que este trastorno se repita cada invierno, empieza en verano a fortalecer el cuerpo tomando baños de pies de larga duración con serpol o con una decocción de flores de heno y andando descalzo durante veinte minutos, como mínimo.
También puedes friccionar los pies con limón, dejándolos secar y aplicando, a continuación, aceite de oliva sobre la piel.
En regiones montañosas o en la proximidad de granjas se pueden tomar baños de suero de leche de larga duración, con la particularidad de que el suero ácido actúa más intensamente que el suero dulce. El suero de leche caliente puede utilizarse también en caso de psoriasis. Los baños calientes de larga duración mencionados se pueden practicar también en invierno, alternándolos con los baños de temperatura alterna o con el pisado de la nieve. La temperatura del agua de baño será la de la sangre, es decir, de 37 grados centígrados, lo que conseguirás añadiendo, de vez en cuando, agua muy caliente. Puedes preparar dichos baños, que durarán una media hora, añadiendo algunas plantas medicinales. Después, fricciona los pies con limón y aplica hojas de col machacadas, que dejarás durante toda la noche. Este procedimiento también actúa favorablemente contra los sabañones.
Si padeces con frecuencia de pies y piernas cansadas y al terminar el día incluso los notas algo hinchados, báñalos en una decocción de patata o verduras. Luego, puedes aplicarles un vendaje caliente con sal. Para ello, tuesta un poco de sal y ponla rápidamente en un paño, con el que envolverás los pies sin perder tiempo. Basta hacerlo un par de días, a última hora de la tarde, para que se note su efectividad y como disminuye el cansancio de los pies. Si dispones de heno u otras hierbas, puedes preparar una decocción con ellas y agregarle la sal. Baña piernas y pies en ella y verás como desaparece el cansancio de estas partes del cuerpo, así como la sensación de ardor en los pies, en caso de padecerla. Un trastorno como los pies hinchados, sobre todo a la altura de los tobillos, puede ser también una señal que indique un corazón cansado, tema del que El pequeño doctor se ocupará más adelante. El empleo de sal marina resulta más eficaz que el uso de sal (común) de cocina.
Si conoces a alguien que padece a menudo de hemorragias nasales o incluso es hemofílico, puedes ayudarle con un par de buenos consejos. Si por una mala coagulación de la sangre es difícil detener una hemorragia, prueba con la aplicación directa de carne de pollo cruda y fresca. Es un remedio natural que puede ser de utilidad en estos casos. Si se trata de un trastorno pasajero, puede servir una planta como Tormentilla o sietenrama31, sobre la que El pequeño doctor te informará más adelante.