ESCRITOS

Volumen I

Alexander von Humboldt

ESCRITOS

Editados por primera vez

1789-1859

Volumen I

Edición de Oliver Lubrich y Thomas Nehrlich

Traducción de José Aníbal Campos,

Laura Cecilia Nicolás y Orestes Sandoval

Herder

Diseño de cubierta: Claudio Bado/somosene.com

Corrección de estilo: Doriam Reyes

Corrección ortotipográfica: Lola Ancira

Formación electrónica: Irma Martínez Hidalgo

© 2019, Oliver Lubrich y Thomas Nehrlich, por la edición

© 2019, José Aníbal Campos, Laura Cecilia Nicolás

y Orestes Sandoval, por la traducción

© 2019, Editorial Herder

Libros de Sawade, S. de R.L. de C.V.

Tehuantepec 50, colonia Roma Sur

C.P. 06760, Ciudad de México

ISBN (México): 978-607-7727-82-8

ISBN (España): 978-84-254-4325-1

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Conversión ePub: Lápiz Blanco S.A.S.

Hecho en Colombia

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Herder
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Índice

Introducción

Sobre los textos originales y la traducción

Escritos I

Unidades de medida y monedas

Nota de los traductores

Índice de fuentes

El mundo entero en mil escritos. El otro Cosmos de Alexander von Humboldt

Introducción

Oliver Lubrich & Thomas Nehrlich

I read and re-read Humboldt.
[Leo y releo a Humboldt]
Charles Darwin1

Alexander von Humboldt es sin duda conocido en todo el mundo. El nombre de ningún otro científico está inscrito con tal frecuencia en la geografía del planeta. Con él se han bautizado ciudades, ríos y montañas, una corriente en las costas de Chile, una provincia de California y hasta un cráter en la Luna.2 Numerosos escritores se han ocupado de Humboldt o han puesto en escena sus viajes: desde Goethe y Sarmiento hasta Alejo Carpentier y Gabriel García Márquez, pasando por Euclides da Cunha y Alfonso Reyes.3 Sin embargo, nunca antes la celebridad de un «clásico» estuvo tanto tiempo en tal desproporción en lo que atañe a la disponibilidad de sus obras. Alexander von Humboldt fue más celebrado que leído.

Ello tiene motivos tanto lingüísticos y políticos como otros relacionados con la historia de las ciencias. Dado que Humboldt es un autor tan francés como alemán, este ciudadano europeo y universal parecía no formar parte de ninguna cultura en exclusivo en la era de los nacionalismos. Como se opuso decisivamente al colonialismo, al racismo y a la esclavitud, sus escritos eran un estorbo para la instrumentalización de su nombre por parte del colonialismo del Segundo Imperio Alemán. Y como, además, supo vincular de un modo creativo las más diversas formas del conocimiento, ninguna de las disciplinas, cada vez más diferenciadas a lo largo del siglo XIX, se sentía plenamente responsable de su figura y su obra.

Son precisamente esas cualidades que dificultaron su recepción durante mucho tiempo las que ahora, de repente, la promueven: multilingüismo e internacionalidad, compromiso postcolonial y práctica investigativa multidisciplinaria. Desde hace unos años, a Alexander von Humboldt se le viene redescubriendo en esos sentidos.

Algunos de sus libros más importantes existen en traducción al español: la Relation historique du Voyage aux régions équinoxiales du Nouveau Continent (1814-1831),4 el Essai politique sur le royaume de la Nouvelle-Espagne (1808-1811),5 el Essai politique sur l’île de Cuba (1826),6 los Ansichten der Natur (1808, 1826, 1849),7 las Vues des Cordillères et monumens des peuples indigènes de l’Amérique (1810-1813),8 el Essai sur la géographie des plantes (1807)9 y, por último, el Kosmos (1845-1862).10 Sin embargo, siguen faltando traducciones de una buena parte de su obra.

En la Academia de Ciencias de Berlín-Brandeburgo se editaron entre 1973 y 2013 numerosas correspondencias,11 y entre 1982 y 2000 se publicaron también sus diarios de viaje por América.12 Su obra gráfica completa existe como edición independiente desde 2014,13 a lo que se añaden los dibujos de los diarios de viaje14 y los de la papelería póstuma.15

Pero probablemente el deseo más relevante de los estudios sobre Alexander von Humboldt siguió siendo la compilación y edición de sus Escritos, es decir, aquellas publicaciones «no autónomas» que no aparecieron en forma de libro, sino en revistas y periódicos o en libros de otros autores o compiladores.16 Este corpus, tan amplio como variado, estaba disponible, en todo caso, de manera fragmentaria y había sido explorado solo de forma parcial. Mientras que, por un lado, existe desde el año 2000 un índice detallado de las obras de Humboldt publicadas de forma autónoma en libros,17 los intentos de una compilación bibliográfica de sus publicaciones no autónomas se limitaron a algunas partes de todo ese material.18

El grupo de escritos publicados de forma no autónoma, no recogidos en libro, es, de hecho, difícil de abarcar a la vista. Los textos de Humboldt fueron traducidos a más de una docena de idiomas. Están dispersos por todo el mundo en más de 1 240 publicaciones periódicas que aparecieron en más de 440 lugares distintos. Debido a la práctica de publicación de la época de imprimir textos sin conocimiento del autor y de no identificar claramente su autoría, a veces incluso sin identificarla en modo alguno, en muchos momentos se plantean cuestiones complejas en torno a la autorización.19

Según el más reciente estado de las investigaciones, en vida de Humboldt, entre 1789 y 1859, aparecieron entre 750 y 1 000 textos distintos en sentido estricto que, según la definición y en conjunto con sus reimpresiones, versiones y traducciones, arrojan un total de 3 600 impresiones. Esos escritos más breves, ensayos y artículos conforman en cierto modo el otro Cosmos de Humboldt. A diferencia de lo que ocurre en su monumental Cosmos (la obra en cinco volúmenes, 1845-1862), en ellos el autor no describe «el mundo entero en un libro», sino «el mundo entero en mil escritos».20 Esta selección presenta (en dos tomos) 100 textos en traducción al español, solo como un anticipo de todo ese corpus que está aún por descubrir.

¿Qué conocemos a través de estos escritos de Humboldt? ¿En qué medida son significativos? ¿Cómo modifican nuestra imagen del autor?

EL MAESTRO DE LAS PEQUEÑAS FORMAS

En primer lugar, los escritos nos proporcionan una imagen mucho más completa de Humboldt como escritor. En los primeros 10 años de su actividad periodística, entre 1789 y 1799, antes de partir hacia América, Humboldt publicó fundamentalmente artículos científicos y reseñas. Su práctica divulgativa cambió luego, a raíz de su viaje a América y de su creciente celebridad.

El repertorio del autor se amplió e incorporó nuevas formas. Durante la expedición, el epistolario de viaje, el reportaje y el informe sobre el trabajo de campo le ofrecieron la posibilidad de comunicarse con la opinión pública europea de manera continua. Después del viaje aparecieron discursos académicos, palabras introductorias a obras de otros autores, fragmentos en libros escolares, artículos políticos en la prensa diaria y cartas de agradecimiento por homenajes en todo el mundo. Humboldt encontró nuevos formatos para transmitir no solo sus observaciones de carácter científico, sino también sus intereses sociales. En correspondencia, empezó a aumentar también la demanda de textos del célebre escritor, los cuales se imprimían y traducían o eran extraídos de sus libros, algunas veces sin su conocimiento. A raíz de su sensacional viaje, eran muchos, por lo visto, los que deseaban, como dice Ottilie en Las afinidades electivas, de Goethe: «Gerne möchte ich nur einmal Humboldten erzählen hören» [Me gustaría escuchar narrar a Humboldt al menos una vez].21

El resultado es una gran variedad de géneros, de la que nos ofrecen ya una idea los títulos de los escritos. Tan solo en esta antología en castellano encontramos cartas, relatos, reportajes, estudios, esbozos, memorias, conferencias, ensayos científicos, artículos, relatos de viaje, glosas, tratados, ensayos políticos, notas, estampas, descripciones, introducciones, autobiografías o biografías. A esa diversidad de formatos se añaden los correspondientes a otros idiomas: «Lettre», «Mémoire», «Essai», «Description», «Introduction». Humboldt pudo probarse como autor en todas esas formas y experimentar con diferentes posibilidades de la expresión.

El autor de los 29 volúmenes de Voyage aux régions équinoxiales du Nouveau Continent (1805-1838) fue también, como se nos revela ahora, un maestro de las pequeñas formas.22 Y como tal es preciso descubrirlo en sus Escritos.

EL DIVULGADOR INTERNACIONAL

Los escritos de juventud de Humboldt aparecieron sobre todo en el ámbito de habla alemana y francesa. Con el viaje a América se amplió dramáticamente el radio de su comunicación. Humboldt se volvió global. Sus artículos aparecieron, en las décadas siguientes, en ciudades de los cinco continentes: por ejemplo, en Berlín, Viena, Zúrich, París, Londres, Milán, Madrid, Praga, Varsovia, Caracas, Bogotá, La Habana, México, Río de Janeiro, Curazao, Nueva York, Chicago, Boston, San Petersburgo, Moscú, Sydney, Bombay, Shanghái y Pietermaritzburg en Sudáfrica. Alexander von Humboldt fue el divulgador más internacional de su época.23

Sus textos fueron publicados a un nivel global tal que podemos identificar una nueva publicación en un lugar distinto para cada uno de los 70 años de su actividad divulgadora.24 Es posible que esa condición no se cumpla en ningún otro autor, una condición que presupone no solo una larga carrera y una elevada productividad, sino también una difusión internacional: no se cumple en Leibniz, en Goethe ni en Darwin, y probablemente en ningún otro escritor o científico del ámbito de habla alemana.

Con el alcance geográfico se modificó también la composición idiomática del corpus. Humboldt fue siempre un autor multilingüe. Un papel más bien marginal desempeñan, en sus años de juventud, las publicaciones en latín, lengua que ya por entonces había perdido ampliamente su estatus como lenguaje científico internacional.25 Él escribía sus artículos y ensayos en francés y alemán, en sus lenguas materna y paterna. Escribió su primer artículo en 1789 en francés (para la Gazette littéraire de Berlin), y el último en 1859, en alemán (para diversos periódicos, sobre todo de Berlín). Mientras que redactó en francés los libros sobre sus dos viajes por el mundo (tanto el Voyage como Asie centrale), un nutrido número de sus artículos aparecieron en alemán. Desde el punto de vista histórico, el peso del francés como lengua internacional de la ciencia se desplazó en el siglo XIX en favor del alemán, lo cual se reflejó también en las publicaciones y las traducciones de los textos de Humboldt.

Sus escritos fueron traducidos a partir de los idiomas originales a una docena de lenguas diferentes: inglés, español, portugués, italiano, holandés, danés, noruego, sueco, húngaro, ruso, polaco y hebreo. Gracias a ello, Humboldt figura también entre los autores más traducidos de su tiempo. El número de textos traducidos y el de idiomas incrementaron enormemente el alcance de sus escritos.

Sin embargo, una evaluación del corpus muestra, además de un elevado número de traducciones al castellano en España y América Latina, una cantidad sorprendente de publicaciones en lengua inglesa que en ocasiones supera la cifra de originales en alemán y francés. Esta particular difusión en inglés se debe al gran prestigio del que gozaba Humboldt en Estados Unidos, a sus posturas anticolonialistas y a las condiciones favorables de una prensa libre en el ámbito anglófono. El propio Humboldt fomentó esto en la medida en que, desde Europa, tuvo posicionamientos públicos en Estados Unidos en torno a temas políticos y se mantuvo en contacto con varios destinatarios al otro lado del Atlántico a través de cartas abiertas. Aunque no escribía sus propios artículos en inglés, en las décadas de 1840 y 1850 lo tradujeron y publicaron tanto en Estados Unidos, que —en proporción a los textos publicados— se convirtió, hacia el final de su vida, en un autor en lengua inglesa.

EL INVESTIGADOR POSTDISCIPLINARIO

A partir de los Escritos de Humboldt podemos leer su desarrollo intelectual. Entre 750 y 1 000 escritos, artículos y ensayos —que en 70 años se corresponde con una media de casi un texto por mes— constituyen una biografía de publicaciones mucho más precisa y continuada que 25 libros, uno cada tres años.

Aunque desde temprano se insinúa su tendencia creativa a reunir varias formas del saber, en sus años jóvenes Humboldt publicó más bien artículos relacionados todavía con materias concretas, especialmente la geología, la fisiología y la botánica. La disciplinariedad de sus escritos puede inferirse a partir de las revistas especializadas en las que fueron publicados: Magazin für die Botanik [Revista de Botánica], Bergmännisches Journal [Revista de Minería], Jahrbücher der Berg-und Hüttenkunde [Anales de Minería y Metalurgia], Medicinisch-chirurgische Zeitung [Diario médico-quirúrgico], Astronomisches Jahrbuch [Anuario de Astronomía] y Allgemeine Geographische Ephemeriden [Efemérides Generales de Geografía].

El viaje a América abrió más tarde la puerta de acceso a nuevos campos de estudio: en particular la etnología y la antropología (los pueblos indígenas del «Nuevo Mundo», la «unidad de la especie humana» en su «variedad»26), la arqueología (los testimonios de las civilizaciones prehispánicas) y la demografía (la composición de las sociedades coloniales). A ello se añade la zoología, que se refleja en una serie de trabajos ocasionales sobre especies exóticas (los mosquitos, el manatí, el cóndor, los monos del Nuevo Mundo, etcétera).

Pero la expedición exigía sobre todo un estudio que superara las barreras de las disciplinas. Humboldt solo conseguiría vencer la naturaleza de los trópicos y la realidad vital de las colonias con un modo de pensar situado por encima de los límites de unas disciplinas que hacía tiempo empezaban a diferenciarse unas de otras. Vemos, pues, cómo en su geografía de las plantas vincula conocimientos botánicos, geográficos, históricos y climatológicos, a fin de comprender la propagación y la historia migratoria de las especies en dependencia de factores naturales y antropogénicos.27 En su relato sobre las investigaciones de campo con anguilas eléctricas combina, por ejemplo, intereses zoológicos, etnográficos, geográficos y fisiológicos.28 Cuando se ocupa de las plantas o de los animales, podemos seguir la pista a la manera en que Humboldt desarrolla un pensamiento ecológico avant la lettre, el cual entiende las formas vivas no de manera aislada, sino en su entorno.

Si seguimos los escritos de Humboldt de forma cronológica, se pone de manifiesto claramente que el número de disciplinas distintas que salen a relucir en los textos por separado aumenta con el viaje a América, al tiempo que su espectro también se amplía.29 Humboldt incrementa a la vez la diversidad de los campos del saber que son objeto de su estudio y el grado en que esos campos se mezclan y estimulan mutuamente. A partir de sus escritos podemos observar cómo el autor pasa de una investigación relativamente disciplinaria a una multidisciplinaria, vemos cómo supera y deja tras de sí, en artículos que son interdisciplinarios, multidisciplinarios y transdisciplinarios, las fronteras de las ciencias.

Este hallazgo no es una proyección a posteriori, sino algo que ya llamaba la atención en la época en que vivía. Que la «combinación de ciencias» de Humboldt, «a las cuales hasta entonces no se les atribuía ningún parentesco cercano», impresionó ya a sus contemporáneos, dado el modo en que ello conducía a «resultados inesperados», queda claro a partir de una entrada de la Enciclopedia Brockhaus [Conversations-Lexikon] de 1853.30 La biografía de publicación de sus escritos muestra que Alexander von Humboldt no era en ningún modo, como aún se le malinterpreta, el «último universalista» que lo mezclaba todo con todo antes de la diferenciación de las materias, sino, al contrario, un temprano investigador postdisciplinario.

EL INTELECTUAL PÚBLICO

Con su actividad de investigación y divulgación, con su celebridad y su presencia discursiva cambió también el papel público de Humboldt. Ya durante su viaje por América estuvo trabajando en su autorrepresentación mediática a través de comunicaciones estratégicas.31 Tras su regreso, fue ganando cada vez más en atención y acceso a los foros y debates internacionales. El investigador y escritor de relatos de viaje se convirtió en Celebrity y en Public Intellectual.32

Mientras este proceso alcanzaba su punto culminante en las décadas de 1840 y 1850, las experiencias en las Américas en los años alrededor del 1800 siguieron sirviendo de base a sus estudios y a su comunicación pública. El capital simbólico adquirido por Humboldt a través de su muy atendido viaje de exploración pudo ser empleado entonces en función de objetivos que trascendían el ámbito de las ciencias: en la sociedad, en la política y en la promoción de personas con talento.

Además de las revistas especializadas en las que publicaba artículos científicos, en el transcurso de su carrera fueron entrando cada vez más revistas y periódicos de mayor tirada y repercusión, medios puntera de su época que, en parte, lo siguen siendo hasta hoy: el Neue Berlinische Monatschrift, el Morgenblatt für gebildete Stände y el Allgemeine Zeitung, los diarios Vossische y Spenersche Zeitung en la capital prusiana, el Wiener Zeitung y el Neue Zürcher Zeitung, el Economist, el Times londinense y el New York Times. En Hispanoamérica, Humboldt publicó, entre otros, en el Diario de Avisos (Caracas), en el Semanario del Nuevo Reino de Granada (Bogotá), en El siglo diez y nueve (México) y en Aurora (La Habana).

La postura política de Humboldt, como se ha reflejado póstumamente en sus cartas y sus diarios,33 se hace visible como compromiso político en los escritos publicados en vida. Combatió la esclavitud.34 Se solidarizó con los judíos como pueblo perseguido y oprimido, se opuso a los esfuerzos por derogar su emancipación en Prusia.35 (Una de sus de claraciones en ese sentido apareció incluso simbólicamente en lengua hebrea.36) También participó en debates transatlánticos y se comprometió activamente en 1856 (aunque en vano) en la campaña electoral a la presidencia de Estados Unidos, en favor del candidato liberal John C. Frémont.37 Asimismo, reflexionó de manera programática en torno a la independencia de las colonias, sobre el libre comercio mundial (promovido a través de un canal entre los océanos Atlántico y Pacífico, algo que Humboldt ya había anticipado mucho antes de su realización en 1914 en Panamá) y de las «futuras relaciones entre Europa y América».38

Ese compromiso muestra una asombrosa continuidad. Humboldt fue el escritor alemán (al menos en su época) que se ocupó de manera más intensa de culturas foráneas y de cuestiones interculturales. Ello lo ponen de manifiesto sus estudios antropológicos y etnográficos,39 pero también sus contribuciones políticas e historiográficas sobre el «Nuevo Mundo»,40 y lo vemos, por ejemplo, en textos como: «Ueber die Urvölker von Amerika» [Sobre los pueblos primitivos de América] (1806), «Sur les peuples qui mangent de la terre» [Sobre los pueblos que comen tierra] (1809) o «War Poison of the Indians» [Veneno de guerra de los indios] (1821). Desde el primero al último de sus textos (1789-1859) Humboldt se enfrentó de manera crítica al colonialismo.41

EL AUTOBIÓGRAFO

Alexander von Humboldt nunca publicó una autobiografía.42 Se opuso a una concepción demasiado autobiográfica de sus obras de viaje.43 En su lugar, señalaba que sus textos también contenían elementos autobiográficos, pero ello se desplazaba a un segundo plano, por detrás de sus verdaderos contenidos: «Mi vida buscad en mis escritos».44 Y esa divisa podemos seguirla ahora sobre la base de sus Escritos reunidos.

Porque los escritos de Humboldt, ante todo sus relatos de viaje y sus artículos políticos, pero también sus ensayos sobre ciencias naturales, contienen miles de informaciones biográficas. Es cierto que Humboldt narra solo excepcionalmente historias vitales propiamente dichas, pero sus textos están entreverados de datos, hechos y episodios: numerosos (auto)biografemas que arrojan nueva luz sobre su vida.

Sin embargo, la mayoría de las casi 70 biografías de Humboldt han suprimido en buena parte o totalmente este grupo de textos que conforman su obra. La tan leída biografía escrita por Andrea Wulf, por ejemplo, recoge los libros de Humboldt, sus diarios y las ediciones de sus cartas, pero ni uno solo de sus escritos dispersos.45

Sin embargo, en ellos a veces nos enteramos, como de pasada, con quién tuvo un intercambio el autor, con quién colaboró, a quién estimaba como a un amigo o a un preciado colega, dónde y cuándo realizó mediciones y recogió datos, qué cartas recibió y qué obras estudió, de qué acontecimientos históricos de la época tomó buena nota, cómo fueron desarrollándose sus puntos de vista políticos, qué excursiones y viajes emprendió, pero también qué invitaciones hubo de rechazar por culpa de otros compromisos, qué honores le fueron concedidos y, finalmente, en qué medida su servicio como caballero de cámara del rey de Prusia le obstaculizó su labor científica o en qué grado lo agobiaba la cantidad de correspondencia recibida y la energía que le robaban sus deberes administrativos. Esas informaciones circunstanciales mínimas conforman, en conjunto, una compacta microcronología que complementa nuestro conocimiento sobre la vida de Humboldt.

Pero entre los escritos de Humboldt está también la autobiografía que escribió en 1799 para el rey de España;46 su primer relato acerca de su viaje a América, escrito en 1804 en Estados Unidos;47 y una entrada de enciclopedia que, en su mayor parte, él mismo redactó:48 importantes documentos del ego en sentido estrecho, destinados a narrar su propia vida. La biografía de Alexander von Humboldt tendrá que ser escrita nuevamente sobre la base de estos escritos suyos.

LA REPERCUSIÓN DE LOS ESCRITOS

Mientras que de las obras de Humboldt se conocen en la actualidad, sobre todo, sus libros, estos, en su época, desempeñaron para la recepción del autor un papel menor del que podríamos suponer. Aparte de los bestsellers en el ámbito de habla alemana, Ansichten der Natur [Cuadros de la naturaleza] (publicado en tres ediciones en 1808, 1826 y 1849) y Kosmos [Cosmos] (1845-1862), sus obras en forma de libro eran demasiado exigentes para un público más amplio, además de demasiado abarcadoras, caras y solo disponibles en tiradas muy cortas. Así, por ejemplo, de la edición más lujosa de una obra de Humboldt, Vues des Cordillères [Vistas de las cordilleras] (1810-1813), solo se imprimieron, en la edición en folio de gran formato, 600 ejemplares.

El limitado acceso a muchos de sus libros puede explicar el elevado número de fragmentos en periódicos y revistas que presentan al público breves pasajes o incluso capítulos enteros. En parte, esos extractos fueron empleados de manera estratégica por los editores de Humboldt a modo de publicidad y difusión de sus libros. Es el caso, por ejemplo, de Johann Friedrich Cotta, que publicó en su muy leído Morgenblatt numerosos fragmentos sacados de Cuadros de la naturaleza, publicado en su propia editorial; o de la traducción alemana de la obra de Humboldt sobre México, el Essai politique sur le royaume de la Nouvelle-Espagne [Ensayo político sobre el reino de la Nueva España] (1808-1811), a veces incluso algunos avances que contribuían a incrementar la demanda. Sin embargo, en parte esos extractos se publicaban en periódicos de lugares remotos de todo el mundo sin el conocimiento del autor. Ellos se ocuparon de que sus obras fueran conocidas en regiones que el autor jamás había visitado y en las que sus libros apenas podrían conseguirse, como Sudáfrica, por ejemplo. La lectura de los libros de Humboldt se consumó en su época, de manera sustancial, a través de esas reproducciones parciales o anticipadas en publicaciones periódicas.

EL SIGNIFICADO DE LOS ESCRITOS

Sin embargo, el corpus de escritos de Humboldt no consiste de ningún modo, únicamente, en fragmentos de sus libros. Dos tercios de esos escritos no tienen correspondencia alguna en sus libros, de modo que representan textos autónomos, cuyos contenidos el autor no publicó por otras vías.

Estos escritos contienen informaciones que abrieron nuevos rumbos: un ejemplo es la primera conexión probada entre los dos sistemas fluviales más grandes del mundo, el Amazonas y el Orinoco; o el concepto de las zonas isotermas que se extienden por todo el globo y que Humboldt representó con la ayuda de las líneas isotermas, una innovadora y hasta hoy empleada forma de representación en la climatología; o el incremento de la difusión del sonido durante la noche observada por él en los trópicos, lo que hoy se conoce como «efecto Humboldt»; o la defensa de las anguilas eléctricas al enfrentarse a caballos por medio de descargas, algo confirmado en experimentos biológicos de 2016.49

Además de ello, Humboldt aporta una serie de artículos sobre las más diversas disciplinas, desde la antropología y la anatomía, la botánica, la química, la geología y la cartografía, hasta la fisiología y la zoología. Incluso los especialistas en Humboldt desconocían buena parte de estos textos hasta el momento de cumplirse el 250 aniversario de su natalicio, de modo que ellos vienen a completar nuestro conocimiento en torno a la obra y al estudio de Humboldt.

Aparte de los escritos significativos desde el punto de vista biográfico o científico, el corpus contiene otros artículos relevantes, como el primero de todos los textos de Humboldt, en el que, a la edad de 19 años, en 1789, escribe en francés, en Berlín, acerca de un árbol venenoso de Java; o la última de todas sus producciones, una caprichosa «llamada de auxilio», en la que el anciano de casi 90 años pide públicamente que no se le incomode innecesariamente con correspondencia, a fin de poder acabar sus propios trabajos. Entre los momentos estelares estilístico-literarios del corpus está el relato «La fuerza vital o El genio de Rodas», único texto de ficción de Humboldt, publicado por primera vez en 1795 en la revista editada por Friedrich Schiller, Die Horen. Humboldt también habló detalladamente del episodio más célebre de sus viajes, el ascenso al Chimborazo, no en forma de libro, sino en un artículo: «Acerca de dos intentos de escalar el Chimborazo». En ese volcán situado en el actual Ecuador, el cual era entonces considerado el pico más alto del mundo, Humboldt y sus compañeros establecieron en 1802 un récord mundial que estuvo vigente por varias décadas, pero su descripción no la publicó hasta 1837, después de que esa hazaña del alpinismo fuera superada por otra expedición.

Algunos textos del corpus tienen, además, una significación singular, ya que los proyectos de libro para los que fueron concebidos no llegaron a materializarse nunca. Vemos, por ejemplo, que el texto «Geografía de las plantas», de 1826, es el único testimonio impreso de una planeada segunda edición de la obra Essai sur la géographie des plantes [Ensayo sobre la geografía de las plantas] (1807), que preparó en la década de 1820, pero nunca llegó a realizar. El ensayo sobre las corrientes marinas, de 1837, en el cual describe la corriente de la costa occidental de Sudamérica que luego fue bautizada con su nombre, constituye la única parte publicada de un manuscrito más amplio que Humboldt había previsto para el segundo volumen —nunca publicado— de sus Kleinere Schriften [Escritos menores] (cuyo primer tomo había aparecido en 1853).

Otro tipo de texto importante dentro de los escritos publicados son sus cartas, a través de las cuales se mantenía en contacto con amigos, científicos y funcionarios de un lado y del otro del Atlántico. Si bien sus cartas en forma de reportajes, enviadas desde América a conocidos y redacciones de Europa, fueron originalmente un medio, en cierto modo, de informar live al público patrio acerca de sus viajes y hacer públicos los resultados de sus estudios antes de su regreso, su fama hacia las postrimerías de su vida había aumentado tanto, que en los diarios se publicaban a veces cartas mínimas suyas, a menudo enmarcadas en solemnes palabras acompañantes, a fin de satisfacer la curiosidad del público. Incluso homenajes extraídos de cartas privadas, misivas de gratitud o comunicados muy breves, aunque mucho más los sustanciosos textos políticos concebidos para ver la luz pública, dirigidos a otros destinatarios internacionales, contribuyeron a la presencia de Humboldt más allá de las fronteras de su país. Todos ellos conforman una base de suma importancia para su estatus como erudito cosmopolita y divulgador comprometido de su tiempo.

EL ECO DE LOS ESCRITOS

Hoy en día, cuando el llamado Impact Factor de los científicos y la importancia de sus contribuciones investigativas para su disciplina se miden a partir de la cantidad y el elevado rango de sus publicaciones, el caso de Humboldt y el alcance de su influencia se vería determinado en mucha mayor medida por sus cientos de escritos y no por sus importantes y de por sí numerosas y amplias obras en forma de libro. Porque son los escritos los que procuraron a Humboldt una presencia discursiva y fomentaron su rápida recepción, gracias también a su más fácil acceso y su publicación regular. Eran esos escritos, en definitiva, los leídos por muchos de sus contemporáneos.

De los artículos y ensayos de Humboldt se derivó, por ello, buena parte de su influencia científica y de su repercusión literaria. Goethe, por ejemplo, se inspiró en el innovador ensayo de Humboldt «Sobre la estructura y la acción de los volcanes en distintas zonas de la Tierra» para crear algunas escenas de la segunda parte de Fausto, en las que muestra la pugna de varias teorías geológicas.

De la difusión de los escritos de Humboldt se deriva además una serie de preguntas: ¿cuáles fueron los artículos de los que tomaron nota escritores como Achim von Arnim y Adelbert von Chamisso, los cuales inspiraron a las siguientes generaciones de científicos como Carl Friedrich Gauß y Charles Darwin en sus investigaciones? ¿Qué ensayos dieron el impulso a otras adaptaciones literarias y aventuras de ficción, como las de Jules Verne, que cita a Humboldt en varias ocasiones en sus novelas de Science Fiction? ¿Qué posicionamientos públicos e intervenciones de tipo político como auteur engagé influyeron en los detractores de la esclavitud en Estados Unidos, en los luchadores independentistas sudamericanos, en los judíos prusianos o en los revolucionarios alemanes de 1848? ¿En qué momento se hizo empleo del pensamiento de Humboldt con citas manipuladas o adaptaciones tendenciosas o se actuó en contra de sus intenciones? Estudiosos de Humboldt de todo el mundo, desde México hasta Moscú, podrán ahora seguir el rastro de estos y otros muchos ecos que emanan de los escritos, artículos y ensayos de Humboldt.

Con motivo del 250 aniversario de su nacimiento, los Escritos de Humboldt conforman una nueva pieza en el edificio de la obra humboldtiana. Pero para que la obra se vea editada con todos sus componentes será tal vez necesario esperar hasta que se celebre su cumpleaños 300. Confiemos en que para entonces estemos leyendo a Humboldt más que celebrándolo.

1 The Life and Letters of Charles Darwin, Including an Autobiographical Chapter, edición de Francis Darwin, 3 tomos, Londres: John Murray 1887, tomo 1, p. 190.

2 Una antología sistemática registra en 150 páginas 1 000 menciones: Ulrich-Dieter Oppitz, «Der Name der Brüder Humboldt in aller Welt», en: Alexander von Humboldt. Werk und Weltgeltung, edición de Heinrich Pfeiffer, Múnich: Piper 1969, pp. 277-429. Una instalación titulada «Der Name Humboldt» [El nombre de Humboldt] podía verse al principio de las exposiciones de Berlín y Bonn que llevaban por título Netzwerke des Wissens, véase el catálogo: Alexander von Humboldt – Netzwerke des Wissens, concebida por Frank Holl, Berlín: Haus der Kulturen der Welt 1999, pp. 21-22.

3 Véase Transatlantic Echoes. Alexander von Humboldt in World Literature (100 testimonios literarios), edición de Rex Clark y Oliver Lubrich, Nueva York / Oxford: Berghahn Books 2012; Cosmos and Colonialism. Alexander von Humboldt in Cultural Criticism (50 textos ensayísticos), edición de Rex Clark y Oliver Lubrich, Nueva York / Oxford: Berghahn Books 2012.

4 Alexander von Humboldt, Viaje a las Regiones Equinocciales del Nuevo Continente, 5 tomos, traducción de Lisandro Alvarado y José Nucete-Sardi, Caracas: Escuela Técnica Industrial / Talleres de Artes Gráficas 1941-1942, 2.ª edición: Ministerio de Educación [1956].

5 Alexander von Humboldt, Ensayo político sobre el Reino de la Nueva España, edición de Juan A. Ortega y Medina, traducción de Vicente González Arnao, México: Porrúa 1966.

6 Alexander von Humboldt, Ensayo político sobre la Isla de Cuba. Introducción biobibliográfica de Fernando Ortiz. Correcciones, notas, apéndices de Francisco Arango y Parreño, J. S. Thrasher y otros, edición de Daniel García Santos, La Habana: Fundación Fernando Ortiz 1998.

7 Alexander von Humboldt, Cuadros de la naturaleza, con una introducción de Charles Minguet y Jean-Paul Duviols, edición de Charles Minguet y Jaime Labastida, México: Siglo XXI 1999.

8 Alexander von Humboldt, Vistas de las Cordilleras y monumentos de los pueblos indígenas de América, traducción de Jaime Labastida, edición de Jaime Labastida y Charles Minguet, 2 tomos, México: Siglo XXI 1995.

9 Alexander von Humboldt, Ensayo sobre la geografía de las plantas. Acompañado de un cuadro físico de las regiones equinocciales, con un prólogo de José Sarukhán y una introducción de Charles Minguet y Jean-Paul Duviols [traducción de Jorge Tadeo Lozano y J. de Acosta,] edición de Charles Minguet y Jaime Labastida, México: Siglo XXI 1997.

10 Alexander von Humboldt, Cosmos. Ensayo de una descripción física del mundo, traducción de Bernardo Giner de Fuentes y J. y Norak (5 tomos), edición de Sandra Rebok, Madrid: Los libros de la Catarata/CSIC 2011.

11 Un índice de todos los epistolarios publicados hasta el momento (70) puede encontrarse en: www.humboldt.unibe.ch/briefausgaben.html.

12 Alexander von Humboldt, Reise durch Venezuela (primera parte del viaje), transcrito por Gisela Lülfing y Margot Faak, traducido y editado por Margot Faak, Berlín: Akademie 2000; Reise auf dem Río Magdalena, durch die Anden und Mexico (segunda parte del viaje), transcrito por Gisela Lülfing y Margot Faak, traducido y editado por Margot Faak, 2 tomos, Berlín (RDA): Akademie 1986/1990; Lateinamerika am Vorabend der Unabhängigkeitsrevolution (selección de los diarios), transcrito por Gisela Lülfing y Margot Faak, traducido y editado por Margot Faak, Berlín (RDA): Akademie 1982; véase Ueber einen Versuch, den Gipfel des Chimborazo zu ersteigen, edición de Oliver Lubrich y Ottmar Ette, Berlín: Eichborn Berlin 2006.

13 Alexander von Humboldt, Das graphische Gesamtwerk, edición de Oliver Lubrich, Darmstadt: Lambert Schneider 2014.

14 Alexander von Humboldt, Bilder-Welten. Die Zeichnungen aus den Amerikanischen Reisetagebüchern, edición de Ottmar Ette y Julia Maier, Múnich: Prestel 2018.

15 Alexander von Humboldt, Das zeichnerische Werk, edición de Dominik Erdmann y Oliver Lubrich, Darmstadt: Wissenschaftliche Buchgesellschaft 2019.

16 Véase Oliver Lubrich, «Alexander von Humboldt (1769-1859). Zum 150. Todestag des Naturforschers und Reiseschriftstellers. Dossier», en: Zeitschrift für Germanistik 19:2 (2009), pp. 396-402.

17 Horst Fiedler y Ulrike Leitner, Alexander von Humboldts Schriften. Bibliographie der selbständig erschienenen Werke, Berlín: Akademie 2000.

18 Un índice histórico de Julius Löwenberg abarcaba apenas un 10%; la compilación de la BBAW, por su parte, apenas un 20% de los textos revelados hoy: Julius Löwenberg, «Alexander von Humboldt. Bibliographische Übersicht seiner Schriften und zerstreuten Abhandlungen», en: Alexander von Humboldt. Eine wissenschaftliche Biographie, edición de Karl Bruhns, Leipzig: F. A. Brockhaus 1872, tomo 2, pp. 485-552; avh.bbaw. de/uns. A ello se añaden otros resúmenes de las publicaciones en lengua rusa y polaca: Natal’ja Georgievna Suchova, «Alexander von Humboldt in der russischen Literatur. Eine annotierte Bibliografie», en: Alexander von Humboldt und Russland. Eine Spurensuche, edición de Kerstin Aranda, Andreas Förster y Christian Suckow, Berlín: Akademie 2014, pp. 411-503; Krzysztof Zielnica, Alexander von Humboldt in der polnischen Literatur: eine kommentierte Bibliographie, Berlín: Dietrich Reimer 1989.

19 Véase Oliver Lubrich, «Von der ersten bis zur letzten Veröffentlichung. Alexander von Humboldts ‚Sämtliche Schriften‘ in der ‚Berner Ausgabe‘», en: Zeitschrift für Germanistik 28:1 (2018), pp. 119-130; Thomas Nehrlich, «Sensationsfund oder falsche Fährte? Über einen ‚Brief an Kleist‘ in der ‚Berner Ausgabe‘ von Alexander von Humboldts Schriften», en: Zeitschrift für Germanistik 28:3 (2018), pp. 604-615.

20 Véase Alexander von Humboldt, Der Andere Kosmos. 70 Texte – 70 Orte – 70 Jahre, edición de Oliver Lubrich y Thomas Nehrlich, Múnich: dtv 2019.

21 Johann Wolfgang von Goethe, Die Wahlverwandtschaften. Ein Roman, 2 tomos, Tubinga: J. G. Cotta 1809, tomo 2, p. 150.

22 Véase Oliver Lubrich, «Alexander von Humboldt als Essayist und Publizist», en: Alexander von Humboldt, Das große Lesebuch, Fráncfort: Fischer Klassik 2009, pp. 315-340, citado aquí: pp. 319-324.

23 Véase Oliver Lubrich y Thomas Nehrlich, «Alexander von Humboldt als internationaler Publizist. Zur Edition seiner sämtlichen Schriften», en: Iberoamerikanisches Jahrbuch für Germanistik 9 (2015), pp. 71-88.

24 Véase Humboldt, Der Andere Kosmos. 70 Texte – 70 Orte – 70 Jahre.

25 Alexander von Humboldt, «Observatio critica de Elymi hystricis charactere», en: Magazin für die Botanik 3:7 (1790), pp. 3-6; 3:9 (1790), p. 32; «Plantas subterraneas descripsit Fr. A. ab Humboldt», en: Annalen der Botanick 1:3 (1792), pp. 53-58.

26 Alexander von Humboldt, «De l’unité native de l’espèce humaine», en: Nouvelles annales des voyages, de la géographie et de l’histoire 3 (1846), pp. 112-120; véase Kosmos. Entwurf einer physischen Weltbeschreibung, 5 tomos, Stuttgart/Tubinga: Cotta 1845-1862, tomo 1, pp. 378-386, notas: pp. 490-493, aquí en: p. 385.

27 La serie de trabajos sobre la geografía de las plantas abarca los estudios «Geografía física. Ideas sobre el límite inferior de la nieve perpetua, y sobre la geografía de las plantas» (1804), «Ideen zu einer Physiognomik der Gewächse» (1806), «Geografía de las plantas» (1809) y muchos otros escritos en los que Humboldt fue elaborando su programa de manera continua.

28 Alexander von Humboldt, «Jagd und Kampf der electrischen Aale mit Pferden», en: Annalen der Physik 25:1 (1807), pp. 34-43.

29 Sarah Bärtschi, Layered Reading: Wie kann man das Gesamtwerk eines Autors lesen? Quantitative und qualitative Methoden am Beispiel der unselbständigen Schriften Alexander von Humboldts, tesis de doctorado, Universidad de Berna 2017.

30 «Humboldt (Friedr. Heinr. Alexander, Freiherr von)», en: Allgemeine deutsche Real-Encyklopädie für die gebildeten Stände. Conversations-Lexikon. Décima edición, mejorada y aumentada, 15 tomos, Leipzig: Brock-haus 1853, tomo VIII (de Höfken a Kirchenbann), pp. 126-133, aquí en: p. 130.

31 Véase Michael Strobl, «Alexander von Humboldts Pico del Teide-Aufstieg als mediale Selbstinszenierung um 1800», en: Orbis Litterarum 73:1 (2018), pp. 52-79.

32 Véase Michael Strobl, «Alexander von Humboldt als Public Intellectual: Seine Beiträge in der Neuen Zürcher Zeitung (1825-1859)», en: Zeitschrift für Germanistik 28:2 (2018), pp. 368-375.

33 Por ejemplo: Briefe von Alexander von Humboldt an Varnhagen von Ense aus den Jahren 1827 bis 1858, Leipzig: F. A. Brockhaus 1860; Faak (ed.), Lateinamerika am Vorabend der Unabhängigkeitsrevolution.

34 Por ejemplo: «African Slavery», en: The Liberator, 26 de marzo de 1831, p. [3]; «Alexander Humboldt on Negro Slavery», en: The Friend, 19 de febrero de 1831, pp. 145-146; 26 de febrero de 1831, p. [153]; «Baron von Humboldt versus the American Proslavery Censorship», en: Anti-Slavery Advocate, 1 de septiembre de 1856, pp. 394-395; «Baron Humboldt on American Slavery. A private letter to Mr. Julius Froebel. Communicated to the Tribune with Humboldt’s consent», en: New York Daily Tribune, 27 de mayo de 1858, p. 4.

35 Humboldt sobre la ley relacionada con los cuidadanos judíos, en: Allgemeine Zeitung des Judenthums, 7 de mayo de 1842, pp. 276-277; 14 de mayo de 1842, p. 302; 21 de agosto de 1843, pp. 505-509; Humboldt a Hirsch, en: Allgemeine Zeitung des Judenthums, 9 de febrero de 1857, p. 86; Humboldt a Slonimski, en: Allgemeine Zeitung des Judenthums, 13 de septiembre de 1858, pp. 516-517; Humboldt a Lewysohn, en: Allgemeine Zeitung des Judenthums, 21 de junio de 1858, pp. 358-359.

36 Carta de Humboldt al autor como parte del prólogo, en: Israel Joseph Benjamin, Acht Jahre in Asien und Afrika. Von 1846 bis 1855, Hannover: Selbstverlag 1858, p. III; en hebreo en: Yiśrael ben Yosef Binyamin, Sefer Masa‘ei Yisra‘el, Bo Yesupar Me‘aheinu Benei Yisra‘el Ha-Nefutsim Be‘artsot Asiyah Ve-Afrikah, Lyck/Elk: 1859, [s./p.].

37 Primera publicación en: John Bigelow, Memoir of the life and public services of John Charles Fremont, Nueva York: Derby & Jackson 1856, pp. 327-329; reimpresiones: Albany Evening Journal, 5 de julio de 1856, p. 2; New York Daily Tribune, 12 de julio de 1856, p. 4; Chicago Daily Tribune, 15 de julio de 1856, p. 3; National Era, 7 de agosto de 1856, p. 127; Daily Atlas, 7 de agosto de 1856, p. [1]. Véase Strobl, Alexander von Humboldt als Public Intellectual, pp. 370-371.

38 Alexander von Humboldt, «Ueber die künftigen Verhältnisse von Europa und Amerika», en: Morgenblatt für gebildete Stände 20:33 (8 de febrero de 1826), pp. 129-130; 20:34 (9 de febrero de 1826), pp. 134-135.

39 Alexander von Humboldt, Ueber die Urvölker von Amerika und die Denkmähler welche von ihnen übrig geblieben sind. Anthropologische und ethnographische Schriften, edición de Oliver Lubrich, Hannover: Wehr-hahn 2009.

40 Alexander von Humboldt, Ueber die künftigen Verhältnisse von Europa und Amerika. Politische und historiographische Schriften zur Neuen Welt, edición de Oliver Lubrich, Hannover: Wehrhahn 2010.

41 Véase Oliver Lubrich, «Von der ersten bis zur letzten Veröffentlichung».

42 Como compilación póstuma, véase Aus meinem Leben. Autobiographische Bekenntnisse, edición de Kurt-R. Biermann, Múnich: C. H. Beck 1987.

43 Véase Oliver Lubrich, «[M]on extrême répugnance à écrire la relation de mon voyage‘. Alexander von Humboldt und die Destruktion des Reiseberichts», en: Das Schwinden der Differenz. Postkoloniale Poetiken, Bielefeld: Aisthesis 2004, pp. 47-98; «Alexander von Humboldt: Revolutionizing Travel Literature», en: Monatshefte 96:3 (2004), pp. 360-387.

44 Citado, entre otros, en: Hermann Klencke, Alexander von Humboldt. Ein biographisches Denkmal, Leipzig: Otto Spamer 1851, p. VII.

45 Andrea Wulf, The Invention of Nature. Alexander von Humboldt’s New World, Nueva York: Alfred A. Knopf 2015, pp. 435-437 («Sources and Bibliography»: «The Works of Alexander von Humboldt»). Algunos textos más conocidos se incorporaron de algún modo en el texto mismo de la biografía.

46 En traducción al holandés: «Korte Levens-Schets van Frederik Alexander van Humboldt», en: Algemene Konst- en Letter-Bode voor het Jaar 1800 13:316 (1800), pp. 17-20.

47 «Baron Humboldt», entre otros en: The Literary Magazine and American Register 2:10 (julio de 1804), pp. 321-327.

48 «Alexander von Humboldt», en: Die Gegenwart. Eine encyklopädische Darstellung der neuesten Zeitgeschichte für alle Stände, 12 tomos, Leipzig: Brockhaus 1848-1856, tomo 8 (1853), pp. 749-762.

49 Véase Kenneth C. Catania, «Leaping eels electrify threats, supporting Humboldt’s account of a battle with horses», en: PNAS 113:25 (2016), pp. 6979-6984.

Sobre los textos originales y la traducción

Oliver Lubrich, Thomas Nehrlich y José Aníbal Campos

La presente selección se basa en la edición en 10 tomos de los escritos completos de Humboldt: Sämtliche Schriften: Aufsätze, Artikel, Essays, también conocida como «Edición de Berna» y publicada en el año 2019 en dtv, en edición de Oliver Lubrich y Thomas Nehrlich.1 Las traducciones fueron realizadas por José Aníbal Campos (del alemán, el inglés y el francés), Laura Cecilia Nicolás (del francés) y Orestes Sandoval (del alemán). José Aníbal Campos asumió además el trabajo de redacción de las traducciones.

LOS TÉRMINOS DE HUMBOLDT

El objetivo más importante de estas traducciones ha sido la fidelidad semántica. Partiendo de esa premisa, responden además a determinadas directrices filológicas e históricas: se han evitado los anacronismos modernizadores en la terminología. La palabra francesa nègre o la española negro no eran usadas por Humboldt en la forma peyorativa o despectiva que pudieran tener hoy. Al contrario, Humboldt refutaba enérgicamente la idea de que ciertas «razas» estuvieran mejor dotadas o fueran más valiosas que otras, y exigía la liberación y la igualdad de los «negros» llevados a América como esclavos. Lo mismo es válido en el caso de términos de clasificación etno-demográfica habituales en su época, como «mestizo» o «mulato», con los cuales intentaba describir de manera diferenciada la composición de la población de las colonias españolas, siempre sobre la base de las estadísticas contemporáneas.

La terminología de Humboldt, por lo general, es abundante en matices, pero tiene premisas distintas en las diferentes lenguas. Los idiomas en los que aparecían sus artículos tienen polivalencias y márgenes de significado propios. En francés o en español la palabra indien o indio puede significar tanto «de la India» como indio o indígena, mientras que en alemán es preciso tomar una decisión al respecto («Inder», «Indier», «Indianer»). Tampoco existe un equivalente directo para denominaciones geográficas como les Indes o las Indias, las cuales pueden referirse a América, al Caribe o a la actual Indonesia, las «Indias Orientales». (Vemos, por ejemplo, cómo en la primera frase del primer artículo de Humboldt, publicado en 1789 acerca de un árbol venenoso de la isla de Java, el «Bohon-Upas», se habla de «las Indias»: el llamado «Segundo Descubridor de América», antes de llegar al «Nuevo Mundo», se interesaba por el Asia Oriental al igual que Colón.) La Mer du Sud se refiere de forma general al océano Pacífico, en otras ocasiones, de manera más exacta, Humboldt lo llama Südsee [Mar del Sur]. Los términos orient y oriental tienen tanto una dimensión geográfica (el este, al este) como una cultural (lo oriental, el Oriente). Las palabras ancien y antique se refieren lo mismo a la Antigüedad clásica («los antiguos», «lo antiguo») que, de forma más general, a lo que tiene una avanzada edad. Al denominar el «Nuevo Mundo» o el «Nuevo Continente», el autor se sirve de distintas formas de escritura, a veces con mayúsculas, otras en minúsculas, (Nouveau Continent, nouveau continent), con guión o sin él, las cuales tienen en ocasiones implicaciones políticas, cuyas diferencias, hasta donde fue posible, se mantuvieron en la traducción.

Los términos relacionados con la administración colonial española, para la que un distrito administrativo puede ser una intendencia, una provincia, una parroquia, una jurisdicción, un corregimiento o un gobierno, y para la que, a su vez, una hacienda no es sencillamente una granja, no pueden trasladarse sin más a la lengua de un orden feudal centroeuropeo o de un gobierno ilustrado y absolutista. Lo mismo ocurre a la inversa.

Aparte de la autenticidad político-geográfica, en la traducción se tiene en cuenta también el nivel histórico-científico de los escritos humboldtianos. Las dificultades comienzan ya con los detalles terminológicos, como, por ejemplo, en las unidades de medida, que hacia 1800 aún no habían sido normativizadas: en el caso de las dos medidas francesas de longitud, lieue y mille, la lengua alemana conoce solo la palabra Meile [milla], mientras que Fuß [pie] indica una longitud mayor que el francés pied. Las denominaciones de las unidades de medida se han conservado en todos los casos, debido a la necesidad de diferenciar las especificidades nacionales. El propio Humboldt procede en sus textos exactamente de ese modo: la toesa francesa no se indica con la unidad alemana Klafter. Por otra parte, el pied (de roi) [pie real] se convierte en Pariser Fuß [pie parisino]. El glosario que añadimos al final de esta nota determina y traduce las medidas y sus unidades.