PRÓLOGO
Los textos que el lector tiene en sus manos no dan razón de la totalidad del pensamiento newmaniano. Pero le ofrecen la quintaesencia de ese excepcional pensamiento y las grandes líneas de las bien definidas ideas de Newman en los campos teológico, ascético-espiritual e histórico.
Un autor tan citable como Newman es como una bendición para los comunicadores en asuntos religiosos y espirituales. Cada cita contiene tanta sustancia intelectual y religiosa que resulta un claro desafío para profundizar en el asunto de fondo. Un claro sentido de la vasta y brillante mente de Newman emerge de los textos contenidos en esta relativamente breve colección. Sin embargo, puede apreciarse en ella la unidad del pensamiento newmaniano, a pesar de la gran variedad de eventos y circunstancias que dieron lugar a sus escritos. Hay en todos ellos una intención viva de servir a la vida cristiana, y traslucen una existencia exenta de toda mundanidad. Los textos sugieren que vida y pensamiento han de ajustarse a la verdad, y que quien ha sido distinguido con la regeneración bautismal puede libremente no pecar nunca contra la luz.
Una antología de textos no sustituye a la obra del autor pero capta la dignidad de cada una de sus obras. Algunas citas pueden perder algo de su fuerza cuando se extraen de su contexto. Pero este queda siempre en consulta a disposición del lector.
El conjunto de los textos que aquí se ofrecen resulta un instrumento de instrucción humanística y un alimento de primer orden para la mente y la imaginación.
Cada cita contiene una idea central, que puede ser recogida entera con relativa brevedad. Se han usado prácticamente todas las obras publicadas de Newman. Este libro, por tanto, recorre el arco entero del pensamiento newmaniano. Muchas citas se podrían haber clasificado en otras voces diferentes, pero se ha optado por evitar repeticiones y solo se recogen una vez.
Las citas se organizan siguiendo un orden cronológico, de modo que el lector puede seguir las variaciones y matices en el pensamiento de Newman, que en algunos temas experimentó un patente y conocido desarrollo. Sin embargo, su entero pensamiento es resultado de la derivación orgánica y coherente de ideas cristianas fundamentales adquiridas en la primera juventud.
Los textos proporcionan una idea cabal del alma y la personalidad del autor. Hablan de su sentido de Dios, su amor a Jesucristo, su cultivo de la Sagrada Escritura y su afecto hacia el hombre caído y redimido. Permiten atisbar la grandeza del pensamiento newmaniano, la hondura sencilla de sus percepciones, y la riqueza y variedad de sus experiencias e intuiciones espirituales.
Se adivina fácilmente detrás de los textos un sistema y una visión que los conectan en un conjunto armónico, coherente y lúcido, capaz de contestar satisfactoriamente a cualquier pregunta honrada. La obra de Newman se ocupa de Dios, del hombre, de la Iglesia y del mundo en un marco preferentemente escatológico.