Cómo mezclar la pintura

La pintura a la acuarela tiene un encanto especial por su transparencia y por la luminosidad de sus colores. Esto se debe a que es una pintura que se disuelve con agua y se aplica sobre el papel como una fina película.

En el pocillo

Las mezclas en pocillo se suelen hacer cuando se ha de cubrir un área considerable del papel con ese color y se necesita la cantidad suficiente para no quedarse a medias. En función de la intensidad del tono deseado añadiremos más o menos agua a la proporción de la mezcla.

1. Se prepara el primer color en el pocillo con un poco de pintura y unas gotas de agua. La cantidad de agua a añadir dependerá de la intensidad del tono que usted quiera conseguir.

2. Lo extendemos en la paleta presionando ligeramente con el pincel para que el mechón suelte agua y se disuelva la pintura.

En la paleta

Las mezclas de pintura de acuarela en la paleta suelen ser las que más se utilizan mientras se está pintando. Por ello es importante conocer bien el método y acostumbrarse a utilizarlo con naturalidad. Si quiere pintar con colores limpios deberá aclarar el pincel después de cada mezcla.

1. Para hacer mezclas de colores en la paleta se toma primero un poco de color con el pincel limpio y húmedo.

2. Se añade el otro color sin necesidad de diluirlo, pues se aprovecha el estado líquido del primer tono, y vemos cómo aparece inmediatamente el tercer color.

3. A continuación, se toma un poco del otro color a mezclar.

4. Mezclamos los dos colores en la paleta tomando más o menos cantidad de uno u otro en función del tono que estemos buscando.

Sobre el papel

Si usted está pintando deprisa y ya conoce el comportamiento de los colores en las mezclas, puede hacer algunas de ellas directamente sobre el papel sin pasar por la paleta. Este tipo de mezclas le ahorrará tiempo y suele dar espontaneidad a las manchas. Pero si no está seguro de algún resultado, es aconsejable que haga pruebas en un papel aparte.

1. Aplique el primer color normalmente.

2. Añada el segundo color cuando el primero está todavía húmedo.

3. Trabaje la pintura con el pincel para que los dos tonos se mezclen bien. En este caso se utiliza el papel como si fuera la paleta.

Con veladuras

Intensificar tonos y mezclar colores mediante la superposición de veladuras, finas películas de color transparente, es una práctica común en la pintura a la acuarela. Los resultados son casi los mismos que mezclando la pintura de otro modo, aunque de esta forma resulta más difícil conseguir un matiz concreto.

Para mezclar colores superponiendo veladuras hay que aplicar primero un color y dejar que se seque la pintura.
Después se le aplica una veladura del otro color encima y así aparece el tercer color producto de la mezcla. En este caso, el carmín y el amarillo producen un naranja.

Se ha superpuesto una veladura de azul cerúleo a una de amarillo para lograr este verde.

El azul cerúleo sobre carmín produce este violeta.

RECUERDE QUE...

En las mezclas resulta muy difícil controlar las proporciones de pintura y de agua con exactitud. Por ello le aconsejamos que cuando tenga que cubrir grandes áreas del papel con un color haga la mezcla en un pocillo para contar con la suficiente cantidad de pintura como para no quedarse a medio pintar, ya que de otro modo le resultará casi imposible dar con el mismo tono.

Los tres colores primarios

Los colores primarios en pintura son tres: amarillo, cyan y magenta. De la mezcla de estos tres colores en distintas proporciones nacen el resto de los tonos y matices que el ojo humano puede apreciar en la naturaleza. La suma de estos tres colores a partes iguales da como resultado la ausencia total de luz: el color negro.

Amarillo medio

El color que corresponde en pintura de acuarela al amarillo primario es el amarillo medio. Es el más claro de los tres primarios, por lo que resulta el que aporta más luz a las mezclas. Por contra, la influencia de otros colores sobre el amarillo, inevitablemente, le resta luminosidad.

El amarillo medio es el más cálido de los tres colores primarios y el que tiene más luz, por lo que también aporta luminosidad a las mezclas.

En el capítulo Amarillos (págs. 42-43) encontrará más información sobre este color y un ejercicio paso a paso donde el amarillo y sus distintos matices son los protagonistas.

Carmín

El carmín es el color de acuarela que se asemeja más al magenta primario.

El carmín, aunque es un color que entra dentro de las gamas de los cálidos, se encuentra en el punto medio entre el amarillo y el azul.

Para saber más sobre los matices de este color puede consultar el capítulo Rojos (págs. 44-45), donde encontrará un ejercicio paso a paso con estos colores y más información sobre sus características.

Azul cerúleo

El azul cerúleo es el representante en pintura de acuarela del azul cyan primario.

El azul cerúleo pertenece a la familia de los colores fríos, por lo que se puede considerar, en este sentido, un color opuesto al amarillo.

Al igual que sucede con los otros dos colores primarios, en este libro se ha dedicado el capítulo Azules (págs. 50-51) exclusivamente a los matices y las mezclas de este color.

RECUERDE QUE...