Método Parramón
RECURSOS Y CONSEJOS IMPRESCINDIBLES PARA DIBUJAR Y PINTAR
Método Parramón
Revisado y actualizado por
MERCHE GASPAR CARO
Sumario
PRÓLOGO
BASES DEL DIBUJO
TÉCNICAS: El lápiz
EJEMPLO PRÁCTICO: Insecto a lápiz
PASO A PASO: Apunte de retrato
VALORES: LUZ Y SOMBRA
EJEMPLO PRÁCTICO: Esfera blanca con iluminación lateral alta
PASO A PASO: Estudio de valores
LA COMPOSICIÓN
EJEMPLO PRÁCTICO: Estudio de composición
NOCIONES DE PERSPECTIVA
LA FIGURA HUMANA
LA CABEZA HUMANA
LOS APUNTES RÁPIDOS
OTRAS TÉCNICAS DE DIBUJO
TÉCNICAS: El carbón
PASO A PASO: Cast al carbón
TÉCNICAS: Cretas y sanguina
PASO A PASO: Dibujo con carbón, cretas y sanguina
TÉCNICAS: La aguada
PASO DEL VALOR AL COLOR
PASO A PASO: Ejercicio bitonal al óleo
GALERÍA I
La importancia de los valores
BASES DEL COLOR
TEORÍA Y COMPOSICIÓN DEL COLOR
EJEMPLO PRÁCTICO: Uso y abuso del blanco y del negro
TÉCNICAS: Lápices de colores
PASO A PASO: Paisaje con colores primarios
EL COLOR DE LAS SOMBRAS PROPIAS
PASO A PASO: Las sombras en una pintura de paisaje
OTRAS TÉCNICAS DE COLOR
TÉCNICAS: Lápices acuarelables
PASO A PASO: Escena de playa con lápices acuarelables
TÉCNICAS: Pasteles
PASO A PASO: Pasteles sobre papel tintado
TÉCNICAS: Ceras o pasteles al óleo
PASO A PASO: Bodegón a la cera
TÉCNICAS: Acuarela
PASO A PASO: Paisaje a la acuarela
TÉCNICAS: Témpera o guache
PASO A PASO: Paisaje con guache
TÉCNICAS: Acrílico
PASO A PASO: Paisaje urbano con acrílicos
TÉCNICAS: Óleo
PASO A PASO: Escena de interior
GALERÍA II
Aplicación del método Parramón
Merche Gaspar Caro, hija del acuarelista José Gaspar Romero, es una pintora que trabaja y reside en Barcelona.
Estudió Bellas Artes en la Universidad de Barcelona, y continuó su formación en Irlanda y en Bristol. Ha obtenido diferentes premios y reconocimientos y combina su actividad artística con una apasionada dedicación a la enseñanza desde hace más de 25 años.
Entre sus numerosos retratos se encuentran clientes particulares y también personalidades y figuras de referencia.
@ameretechea
Prólogo
Conocí a JMP en los años ochenta por medio de mi padre. Junto a otros colegas, coincidían en el Reial Cercle Artístic de Barcelona, en las sesiones de modelo en vivo.
Recuerdo que era un hombre curioso, siempre interesado por conocer los subterfugios de otros artistas para optimizar el proceso creativo y pictórico.
La información que recopiló en sus libros provenía de artistas muy diversos. Se «colaba» en sus estudios y les proponía un «paso a paso» que su fotógrafo capturaba mientras él mismo les iba preguntando el porqué y el porqué no de todas sus decisiones. JMP se completaba como artista a la vez que compartía como editor aquel tesoro.
De esta mezcla entre artista y pedagogo nacieron los libros Parramón. Escritos en primera persona, conectaron desde el minuto cero con el lector debido tanto al contenido como a su tono cómplice y entusiasta.
Aunque hoy en día técnicamente muchos aspectos han cambiado, sus consejos siguen siendo de gran valor. Este libro recupera su esencia con una mirada actual. Es un repaso ordenado de todos los conceptos básicos e imprescindibles, desde la manera de sujetar un lápiz hasta cómo saber cuándo nuestra obra está terminada.
Profundizaremos en cada fase del siguiente proceso conceptual: la línea, el paso al valor y el paso al color.
Al tratar la línea abordaremos el encaje, la composición y la perspectiva.
Al hablar del valor trataremos la luz y la sombra, y las técnicas monocromáticas como el carbón y la tinta.
En la fase del color incluiremos la teoría y su aplicación práctica en todas las técnicas: lápices de colores, pasteles, acuarela, guache, óleo y pintura acrílica.
Nuestra recomendación es que siempre que pueda trabaje del natural, que se ejercite en colocar sus propios modelos, que dibuje interiores, se haga autorretratos con regularidad y dibuje todo aquello que se le ponga por delante.
Es obvio que trabajar a partir de una fotografía tiene sus ventajas, por ejemplo, poder pintar un paisaje nevado cómodamente en casa sin pasar frío, o que el modelo no se mueva, o que la fruta de un bodegón siga eternamente fresca. Pero en ese caso el modelo ya está convertido en un soporte bidimensional, lo cual aunque facilita el trabajo supone saltarse la primera fase, que es más creativa: aislar un tema de su propio entorno e interpretar su tridimensionalidad.
Fruto de todo esto, el trazo o la pincelada son menos espontáneos y nuestro aprendizaje se estancará o se acelerará en función de si trabajamos a partir de una fotografía o del natural.
Merche Gaspar Caro
«Hay leyes de proporciones, de luz y de sombra y de perspectiva que se deben conocer para poder pintar. Si no se posee este conocimiento, la lucha es siempre estéril.»
Vincent van Gogh
Vincent van Gogh / Los álamos en Saint-Rémy / 1889
Jean-Auguste-Dominique Ingres / Las hermanas Kauntz / 1818
«
Conseguir que el lápiz, llevado por nuestra mano, obedezca las órdenes que recibe de nuestro cerebro —no olvide que dibujar es un acto inteligente— no se logra en un día.
–
J M PARRAMÓN
Bases del dibujo
Aprender a mirar
LA IMPORTANCIA DEL ENCAJE
Un dibujo es un producto de la inteligencia, porque para dibujar hay que razonar. Son razonamientos sencillos, y absolutamente lógicos, los que permiten que aparezcan los primeros trazos orientativos de la situación y las dimensiones de los elementos del modelo.
El encajado es el resultado de esta reflexión necesaria para empezar a dibujar, para romper la barrera angustiosa del papel en blanco.
Leonardo da Vinci, hace más de quinientos años, ya aconsejaba a sus alumnos que ejercitaran la vista para calcular «a ojo» las verdaderas dimensiones de los objetos y las comparasen para establecer entre ellas relaciones aritméticas simples.
Para que en poco tiempo sea capaz de encajar cualquier objeto o composición de objetos mediante unos pocos trazos rápidos y precisos, vamos a seguir las indicaciones del gran Leonardo.
Merche Gaspar / Berga / 2017
LOS PREÁMBULOS
Para dibujar, solo son imprescindibles un lápiz y un papel. Si quiere limitarse a lo estrictamente necesario, un lápiz 2B, papel, una goma de borrar y un tablero que le sirva de apoyo es cuanto necesita para empezar. Por supuesto, a partir de esta lista elemental iremos añadiendo la gradación más o menos blanda del lápiz y las distintas clases de lápices (grafito, carbón, sanguina, etc.). Todo ello son posibilidades para ampliar su capacidad expresiva a medida que practica y descubre nuevos caminos hasta alcanzar un estilo propio.
Es esencial poder controlar las proporciones durante todo el proceso de dibujo. Para ello, debe conseguir un paralelismo entre sus ojos y el papel.
Lo mejor es inclinar la superficie de trabajo hasta encontrar el punto en el que, con un solo golpe de vista, pueda abarcar todo el formato. Si va a trabajar sentado, fije el papel sobre un tablero y apoye este en una mesa buscando esa inclinación.
Cuando realice dibujos de grandes dimensiones, es conveniente que dibuje de pie, frente a un caballete, con el centro del dibujo fijado a la altura de sus ojos.
Otra cuestión fundamental es asegurar una buena luz sobre la zona de trabajo. Ya sea natural o artificial, la luz siempre debe proceder de su lado superior opuesto a su mano dominante. De lo contrario, puede provocar sombras extrañas con su propia mano o con su cabeza que le dificulten el proceso de dibujo.
TÉCNICAS
El lápiz
HERRAMIENTA DE DIBUJO POR EXCELENCIA
El grafito es un mineral descubierto en 1550 en las minas de Cumberland, Inglaterra. Mezclado con arcilla cerámica, es el material del que se componen las minas de nuestros lápices. Hoy en día existe una gran oferta, pero no es necesario disponer de lápices de toda la gama de durezas para conseguir buenos dibujos; como lápiz de uso general el más adecuado es un 2 —equivalente a un HB de clase superior—. Esta gradación proporciona grises lo suficientemente oscuros, así como grises suaves y líneas finas.
CONCEPTOS Y CONSEJOS BÁSICOS
Antes de empezar a dibujar, le ofrecemos unas consideraciones básicas pero imprescindibles, explicadas a modo de consejos, que además de facilitarle el trabajo mejorarán sus resultados con la técnica del lápiz de grafito.
• Sujetar el lápiz. El lápiz puede sujetarlo de dos formas y con dos objetivos diferentes:
La posición más alejada de la punta, con el lápiz por la parte interna de la mano (parecido a sostener un cuchillo), le ayudará a hacer trazos poco marcados, largos y suaves, propios del boceto.
El lápiz se halla casi paralelo al papel y eso le facilitará la búsqueda y el tanteo en los primeros trazos.
La posición de la mano muy cerca de la punta le proporcionará trazos definidos y concretos, como sucede con la escritura. Al estar el lápiz perpendicular al papel, facilita la presión que ejerce sobre él y la precisión del trazo.
• Afilar el lápiz. Descarte el uso de la maquinilla porque el resultado es una punta corta y muy poco funcional. Como alternativa utilice el sacapuntas de arco o el cúter.
• Mantener la limpieza. Conviene proteger el dibujo del roce de nuestros dedos y de cuantos accidentes puedan contribuir a acumular suciedad sobre la superficie del papel. Para ello existen dos opciones:
Si dibuja sentado, para poder apoyar la mano sin apenas tocar el papel, coloque siempre una hoja de papel debajo de ella.
Si trabaja de pie, con un caballete, utilice un tiento. Apóyelo en la parte alta del soporte y en él, su mano.
• Dibujar con la goma. Lo ideal es usar la goma de borrar solo como recurso, para abrir blancos, recortar perfiles, etc.
Cuando los errores son grandes, y siempre que sea posible, comience de nuevo, en vez de deteriorar la fibra del papel con muchos restregones.
Las gomas más adecuadas para borrar el lápiz de grafito son las de miga de pan —blandas— y la goma moldeable, usada comúnmente para carboncillo, ya que no deja migas.
• Escoger el papel adecuado. El lápiz de grafito y los lápices de colores suelen necesitar papeles con una textura mínima, y de color muy claro o blanco. Al tratarse de una técnica seca, pueden ser de poco gramaje (delgados). Un folio cualquiera sirve: grano fino y leve satinado para que al borrar el papel no se estropee. En cambio, no son adecuados los papeles de grano grueso porque puede desvirtuarse el trazo. Los sketchbooks de dibujo son óptimos para carboncillo, pastel o creta, pero no para el grafito por su color poco luminoso y su mucha textura.
EJEMPLO PRÁCTICO
Insecto a lápiz
Le animamos a que dibuje este insecto. Utilice un lápiz H para conseguir el tono suave del encaje.
Con un lápiz 2B obtendrá los tonos medios del dibujo.
Para los tonos negros de los espacios interiores en las patas y antenas, escoja un lápiz 8B. Con estos realces en negro intenso, ampliará el espectro de grises de este sencillo dibujo.
CÁLCULO MENTAL DE DISTANCIAS SIN REGLA
El cálculo de distancias empieza cuando buscamos el mejor modo de subdividir el tema en sectores limitados por líneas de referencia. Tales líneas deben simplificar las mediciones y permitirnos situar fácilmente todos los elementos del modelo en el lugar exacto de la superficie del papel encajando, ajustando y valorando en todo momento el conjunto.
En todos los modelos hay distancias que se corresponden y pueden compararse, ya sea como partes enteras, como mitades, tercios, etc. Esta labor de analizar y de cotejar medidas, de bocetar el dibujo, es imprescindible antes de iniciar su resolución definitiva.
Obviamente, algunas dimensiones no se ajustarán con exactitud a las medidas que hayamos establecido de antemano, pero no será difícil determinarlas por aproximación.
«¿Y cada vez que dibuje tendré que andar con este jaleo de medidas?», se preguntará. Bueno, sí y no. Sí, porque todo encaje requiere razonar sobre las medidas básicas del modelo y sus proporciones; y no porque, a medida que nuestra vista se acostumbre a apreciar dichas distancias, el lápiz las fijará sobre el papel con mucha más seguridad y sin necesidad de pararse a pensar.
El esquema de la imagen inferior muestra que comparando distancias se descubren igualdades y proporciones, las cuales permiten situar con seguridad las alturas y anchuras clave del dibujo. Por ejemplo, las distancias marcadas en rojo (A) son iguales entre sí y lo mismo ocurre con las marcadas en azul (B).
MEDIR Y PROPORCIONAR CON EL LÁPIZ
Levante el lápiz a la altura de sus ojos y cierre uno para conseguir una visión plana del modelo. Ahora extienda todo el brazo —manteniendo esta posición cada vez que tome una medida— y sitúe el lápiz sobre la parte del modelo que desee medir. Deslice ligeramente el pulgar arriba o abajo, hasta que la parte visible del lápiz coincida con la medida.
Ya tenemos en el lápiz una distancia proporcional a la del modelo.
Compare y repase a menudo las distancias. Con la práctica, su mente trabajará más confiada razonando con una lógica absoluta.
Recuerde que debe alternar el cálculo de medidas horizontales