Benito Pérez Galdós

Torquemada
en la hoguera

Créditos

ISBN rústica: 978-84-9007-905-8.

ISBN ebook: 978-84-9007-603-3.

Sumario

Créditos 4

Brevísima presentación 9

La vida 9

Brevísima presentación 11

Torquemada en la hoguera 13

I 13

II 17

III 23

IV 29

V 35

VI 40

VII 47

VIII 54

IX 62

El artículo de fondo 69

I 69

II 72

III 75

IV 78

La mula y el buey. Cuento de Navidad 83

I 83

II 84

III 85

IV 86

V 87

VI 89

VII 90

VIII 91

IX 92

X 93

XI 94

La pluma en el viento o el viaje de la vida 95

Introducción 95

Canto primero 98

Canto segundo 100

Canto tercero 103

Canto cuarto 105

Canto quinto 108

La conjuración de las palabras 113

Un tribunal literario 121

I 121

II 128

III 133

IV 138

V 145

La princesa y el granuja 147

I 147

II 147

III 149

IV 150

V 151

VI 152

VII 153

VIII 155

IX 156

X 157

XI 158

XII 160

XIII 162

XIV 163

Junio 165

I. En el jardín 165

II. En el campo 168

III. En la cocina 170

IV. En la religión 171

V. En las escuelas 174

VI. En la Historia 174

Libros a la carta 179

Brevísima presentación

La vida

Galdós era el décimo hijo de un coronel del ejército, Sebastián Pérez, y de Dolores Galdós. En 1852 ingresó en el Colegio de San Agustín, que aplicaba una pedagogía muy avanzada para la época.

Obtuvo el título de bachiller en Artes en 1862, en el Instituto de La Laguna, y empezó a publicar poemas satíricos, ensayos y cuentos en la prensa local. También se destacó por su interés por el dibujo y la pintura.

En septiembre de 1862 Galdós se fue a vivir a Madrid y se matriculó en la universidad. Allí conoció al fundador de la Institución Libre de Enseñanza, Francisco Giner de los Ríos, que le alentó a escribir y le hizo conocer el krausismo. Por entonces frecuentó los teatros de Madrid y organizó la «Tertulia Canaria».

En 1865 empezó a escribir en los periódicos La Nación y El Debate, y en la Revista del Movimiento Intelectual de Europa.

Hacia 1867 hizo su primer viaje al extranjero, como corresponsal en París en la Exposición Universal. Volvió con obras de Balzac y de Dickens y tradujo de éste, a partir de una traducción francesa, Los papeles póstumos del Club Pickwick. Un año después abandona sus estudios universitarios.

Galdós publicó en 1870 La Fontana de Oro, su primera novela. La Sombra fue publicada en noviembre de 1870 por entregas en La Revista de España. Y en 1873 comenzó a publicar la que se puede considerar su obra maestra, los Episodios nacionales, donde refleja la vida íntima de los españoles del siglo XIX y los acontecimientos de la historia nacional que marcaron el destino de España. La obra tiene cuarenta y seis episodios en cinco series de diez novelas cada una, salvo la última, inconclusa. Empiezan con la batalla de Trafalgar y terminan con la Restauración borbónica en España.

Galdós tuvo una hija natural en 1891 de una madre que se suicidó, Lorenza Cobián. Y se relacionó con la actriz Concha Morell y la novelista Emilia Pardo Bazán.

En 1919 se realizó una escultura suya. Galdós, que había perdido la vista, pidió ser alzado para palpar la obra y lloró emocionado.

Galdós murió en su casa de la calle Hilarión Eslava de Madrid el 4 de enero de 1920. El día de su entierro unas 20.000 personas acompañaron su ataúd hasta el cementerio de la Almudena.

Brevísima presentación

Reproduzco en este tomo, a continuación de la novela Torquemada EN LA HOGUERA, recientemente escrita, varias composiciones hace tiempo publicadas, y que no me atrevo a clasificar ahora, pues, no pudiendo en rigor de verdad llamarlas novelas, no sé qué nombre darles. Algunas podrían nombrarse cuentos, más que por su brevedad, por el sello de infancia que sus páginas llevan; otras son como ensayos narrativos o descriptivos, con un desarrollo artificioso que oculta la escasez de asunto real; en otras resulta una tendencia crítica, que hoy parece falsa, pero que sin duda respondía, aunque vagamente, a ideas o preocupaciones del tiempo en que fueron escritas, y en todas ellas el estudio de la realidad apenas se manifiesta en contados pasajes, como tentativa realizada con desconfianza y timidez.

Fue mi propósito durante mucho tiempo no sacar nuevamente a luz estas primicias, anticuadas ya y fastidiosas; pero he tenido que hacerlo al fin cediendo al ruego de cariñosos amigos míos. Al incluirlas en el presente tomo, declaro que no está mi conciencia tranquila, y que me acuso de no haber tenido suficiente energía de carácter para seguir rechazando las sugestiones de indulgencia, en favor de estas obrillas. Temo mucho que el juicio del público concuerde con el que yo tenía formado, y que mis lectores las sentencien a volver a la región del olvido, de donde imprudentemente las saco, y que las manden allá otra vez, por tránsitos de la guardia critica. Si así resultase, a mi y a mis amigos nos estará la lección bien merecida.

Lo único que debo hacer, en descargo de mi conciencia, es marcar al pie de cada una de estas composiciones la fecha en que fueron escritas; y no porque yo quiera darlas un valor documental, a falta del literario, sino para atenuar, hasta donde conseguirlo pueda, el desaliño, trivialidad, escasez de observación e inconsistencia de ideas que en ellas han de encontrar aún los que las lean con intención más benévola.

B.P.G.

MADRID, Junio de 1889.