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Autores varios

Evangelios Apócrifos

Créditos

ISBN rústica: 978-84-9816-615-6.

ISBN ebook: 978-84-9897-620-5.

Sumario

Créditos 4

Brevísima presentación 17

Evangelio de Santo Tomás (redacción griega) 19

I. Preámbulo 19

II. Gorriones hechos con barro 19

III. Muerte del hijo de Anás 19

IV. Castigo infligido por Jesús a un niño 20

V. José reprende a Jesús 20

VI. Exposición del alfabeto 20

VII. Perplejidad de Zaqueo 21

VIII. Conclusión de la historia de Zaqueo 22

IX. Niño caído de una terraza 22

X. Resurrección de un joven 22

XI. Jesús en la fuente 23

XII. Milagro del grano de trigo 23

XIII. Milagro de las dos piezas de un lecho 23

XIV. Relaciones con un segundo maestro 24

XV. Jesús confunde a un tercer maestro 24

XVI. Jacobo, curado de una mordedura de víbora 25

XVII. Resurrección de un niño 25

XVIII. Resurrección de un hombre 25

XIX. Jesús en medio de los doctores 25

Evangelio de Santo Tomás (redacción latina) 27

I. De cómo María y José huyeron con Jesús a Egipto 27

II. Jesús y los doce pajarillos 27

III. Jesús vuelve de Egipto a Judea 28

IV. Cosas que hizo Jesús en la villa de Nazareth 28

V. Los nazarenos se irritan contra José por las cosas que obra Jesús 29

VI. De cómo fue tratado Jesús por un maestro de escuela 30

VII. Jesús resucita a un niño 32

VIII. Jesús cura el pie de un niño 32

IX. Jesús lleva el agua en su ropa 33

X. Jesús siembra trigo 33

XI. Jesús iguala dos maderos desiguales 33

XII. Jesús es llevado a otro maestro para aprender las letras 34

XIII. Jesús es llevado por tercera vez a un maestro 34

XIV. Jesús cura a Jacobo de la mordedura de una víbora 35

XV. Jesús resucita a otro niño 35

Protoevangelio de Santiago 37

I. Dolor de Joaquín 37

II. Dolor de Ana 37

III. Trenos de Ana 38

IV. La promesa divina 38

V. Concepción de María 39

VI. Fiesta del primer año 39

VII. Consagración de María en el templo 40

VIII. Pubertad de María 40

IX. José, guardián de María 41

X. El velo del templo 42

XI. La anunciación 42

XII. La visitación 43

XIII. Vuelta de José 43

XIV. José, confortado por un ángel 44

XV. José ante el Gran Sacerdote 44

XVI. La prueba del agua 45

XVII. Visión de los dos pueblos 45

XVIII. Pausa en la naturaleza 46

XIX. El hijo de María, en la gruta 46

XX. Imprudencia de Salomé 47

XXI. Visita de los magos 47

XXII. Furor de Herodes 48

XXIII. Muerte de Zacarías 49

XXIV. Nombramiento de nuevo Gran Sacerdote 49

XXV. Conclusión 50

Evangelio del pseudo-Mateo 51

I. Vida piadosa de Joaquín 53

II. Dolor de Joaquín y de Ana 54

III. El ángel guardián de Joaquín 55

IV. María consagrada al templo 57

V. Gratitud de Ana al Señor 57

VI. Ocupación de María en el templo 57

VII. Mérito de la castidad 58

VIII. La guarda de María 59

IX. La anunciación 61

X. Vuelta de José 61

XI. José confortado por un ángel 62

XII. La prueba del agua 62

XIII. Visión de los dos pueblos 64

XIV. El buey y el asno del pesebre 66

XV. La circuncisión 66

XVI. Visita de los magos 67

XVII. Degollación de los inocentes 67

XVIII. Jesús y los dragones 68

XIX. Los leones guían la caravana 68

XX. Milagro de la palmera 69

XXI. La palma de la victoria 69

XXII. Los ídolos de Sotina 70

XXIII. Cumplimiento de una profecía de Isaías 70

XXIV. Afrodisio adora a Jesús 70

XXV. Regreso de Egipto a Judea 71

XXVI. Juegos del niño Jesús 71

XXVII. Los gorriones de Jesús 72

XXVIII. Muerte del hijo de Anás 72

XXIX. Castigo de los hijos de Satán 72

XXX. Zaquías 73

XXXI. Sabiduría de Jesús. Confusión de Leví 74

XXXII. Jesús resucita a un niño muerto 76

XXXIII. Jesús en la fuente 76

XXXIV. Milagro del grano de trigo 76

XXXV. Jesús en medio de los leones 77

XXXVI. Jesús despide en paz a los leones y les ordena que no hagan daño a nadie 77

XXXVII. Milagro del trozo de madera 78

XXXVIII. Explicación del alfabeto 78

XXXIX. El niño Jesús explica la Ley 79

XLI. Curación de Jacobo 80

XLII. Jesús y su familia 80

Evangelio de la natividad de María 83

I. María y sus padres 83

II. Maldición de Joaquín por Isachar 84

III. Aparición de un ángel a Joaquín 84

IV. Aparición de un ángel a Ana 85

V. Nacimiento de María 86

VI. Presentación de María en el templo 86

VII. Negativa de la virgen a contraer matrimonio ordinario 87

VIII. Recae en José la elección de esposo para la Virgen 88

IX. Revelación hecha por un ángel a la Virgen 88

X. Revelación hecha por un ángel a José 90

Historia copta de José el carpintero 91

I. Discurso de Jesús a los apóstoles 91

II. Viudedad de José 92

III. María es presentada en el templo 92

IV. Elección de José para esposo tutelar de María 92

V. Concepción pura de María 93

VI. Un ángel revela a José el misterio del embarazo de María 93

VII. Empadronamiento ordenado por Augusto y viaje de la Sagrada Familia a Bethlehem 93

VIII. Satánica decisión de Herodes y huida a Egipto 93

IX. Regreso de Egipto a Galilea 94

X. Vejez robusta y juiciosa de José 94

XI. Sumisión de Jesús a sus padres 94

XII. Aproxímase la muerte de José 94

XIII. Plegaria dirigida por José a Dios 95

XIV. Enfermedad de José 95

XV. Trastornos físicos y mentales de José 96

XVI. Trenos de José 96

XVII. Jesús consuela a su padre 96

XVIII. Jesús consuela a su madre 98

XIX. Dolores y gemidos de José 98

XX. Empieza la agonía del patriarca 98

XXI. Jesús divisa a la muerte que se acerca 99

XXII. Oración de Jesús a su Padre 99

XXIII. José expira 100

XXIV. Jesús consuela a los hijos de José 101

XXV. Duelo en la ciudad de Nazareth 101

XXVI. Palabras de bendición de Jesús sobre el cadáver de su padre 102

XXVII. Honras fúnebres 102

XXVIII. Reflexiones de Jesús sobre la muerte 103

XXIX. Enterramiento de José 103

XXX. Una objeción hecha a Jesús por sus discípulos 104

XXXI. Respuesta de Jesús 104

XXXII. Gozoso aquietamiento de los apóstoles 105

Historia árabe de José el carpintero 107

I. Jesús habla a sus discípulos 107

II. José queda viudo 108

III. Presentación de María en el templo 108

IV. Segundo matrimonio de José 108

V. María, encinta. José sospecha de ella 109

VI. Aviso del ángel a José 109

VII. Natividad de Jesús 109

VIII. Huida a Egipto 109

IX. Vuelta a Nazareth 110

X. Vejez de José 110

XI. Vida en Nazareth 110

XII. La muerte ronda de cerca a José 110

XIII. Oración de José en el templo 111

XIV. José cae enfermo 111

XV. Postración material y moral de José 112

XVI. Imprecaciones del patriarca 112

XVII. Plegaria de José a Jesús 113

XVIII. Congojas de María 113

XIX. Jesús conforta a su madre 114

XX. Duelo de los hijos de José 114

XXI. Visión de muerte 114

XXII. Oración de Jesús 114

XXIII. Llegada de dos ángeles a la habitación mortuoria 115

XXIV. Jesús cierra los ojos al muerto 115

XXV. Los habitantes de Galilea lloran al patriarca 115

XXVI. Institución de la festividad de José 116

XXVII. Funerales de José 116

XXVIII. Misión de la muerte 117

XXIX. Adiós de Jesús a José 117

XXX. Duda de los apóstoles 117

XXXI. Ley universal de la muerte 118

XXXII. Anuncio de los tiempos últimos 118

El evangelio árabe de la infancia 121

I. Palabras pronunciadas por Jesús en la cuna 121

II. Viaje de María y de José a Bethlehem 121

III. La partera de Jerusalén 121

IV. Adoración de los pastores 122

V. Circuncisión 122

VI. Presentación de Jesús en el templo 123

VII. Llegada de los magos 123

VIII. Vuelta de los magos a su tierra 125

IX. Cólera de Herodes. La huida a Egipto 126

X. Llegada de la Sagrada Familia a Egipto 126

XI. Curación del hijo del sacerdote idólatra 127

XII. Temores de María y de José 128

XIII. Liberación de viajeros capturados por bandidos 128

XIV. Curación de una poseída 129

XV. Curación de una joven muda 129

XVI. Curación de otra poseída 130

XVII. Curación de una leprosa 130

XVIII. Curación de un niño leproso 131

XIX. El joven esposo librado de un sortilegio 132

XX. El joven convertido en mulo 132

XXI. El mulo transformado en hombre 133

XXII. Unión de dos jóvenes curados por Jesús 134

XXIII. Los dos bandidos 134

XXIV. La Sagrada Familia en Matarieh 135

XXV. La Sagrada Familia en Misr 135

XXVI. Regreso a Nazareth 135

XXVII. Epidemia en Bethlehem. Curación de un niño 136

XXVIII. Curación de otro niño 136

XXIX. Curación de Cleopas. Rivalidad de dos madres 137

XXX. Curación de Tomás Dídimo (o de Bartolomé) 138

XXXI. Curación de una leprosa 139

XXXII. Curación de otra leprosa 139

XXXIII. La joven obsesionada por el demonio 140

XXXIV. Liberación de la poseída 141

XXXV. El demonio expulsado de Judas Iscariotes 142

XXXVI. Las figurillas de barro 142

XXXVII. Jesús en casa del tintorero 143

XXXVIII. Jesús en el taller de José 143

XXXIX. El trozo de madera alargado 143

XL. Los niños convertidos en machos cabríos 144

XLI. Jesús en papel de rey 145

XLII. Curación de Simón, mordido por una serpiente 145

XLIII. Jacobo mordido por una víbora 147

XLIV. Resurrección de Zenón, caído de una azotea 147

XLV. El agua recogida en una túnica 148

XLVI. El hijo de Hanan castigado con parálisis 149

XLVII. Jesús empujado por un niño 149

XLVIII. Jesús en la escuela de Zaqueo 149

XLIX. El profesor castigado de muerte 150

LI. Ciencia de Jesús 151

LII. Jesús y el filósofo 151

LIII. Jesús hallado en el templo 152

LIV. Bautismo de Jesús 152

LV. Doxología 152

El evangelio armenio de la infancia 155

I. Lo que advino, con motivo de la Santa Virgen María, en la casa de su padre 155

II. Del nacimiento de la Virgen María, y lo que ocurrió en casa de su padre 156

III. De la educación de la Virgen María, que tuvo lugar en el templo, durante doce años 159

IV. De cómo los sacerdotes, siguiendo su uso tradicional, dieron a María en matrimonio a José, para que velase cuidadosamente por la Santa Virgen, y cómo él la tomó bajo su guarda, confiando en el Señor 161

V. Sobre la voz del ángel mensajero, que anunció la impregnación de la Santa Virgen María 165

VI. Aflicción de José 172

VII. De cómo María demostró su virginidad y la castidad de José 177

VIII. Del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo en la caverna 181

IX. De cómo Eva, nuestra primera madre, y José llegaron a la caverna con premura, y vieron el parto de la muy Santa Virgen María 184

X. De los pastores que vieron la natividad del Señor 186

XI. De cómo los magos llegaron con presentes, para adorar al niño Jesús recién nacido 186

XII. De cómo José y María circuncidaron a Jesús, y lo llevaron al templo de Jerusalén con presentes 195

XIII. De la cólera de Herodes, y de cómo degolló a los niños de Bethlehem 197

XIV. De cómo Herodes mató, en el templo, a Zacarías, el Gran Sacerdote, a causa de su hijo Juan 198

XV. De cómo el ángel significó a José que huyese a Egipto 201

XVI. De cómo la Sagrada Familia volvió a la tierra de Israel, y habitó en el país de Galilea, en el pueblo de Nazareth 209

XVII. De cómo la Sagrada Familia abandonó Egipto y fue al país de Siria 215

XVIII. De cómo la Sagrada Familia marchó a la tierra de Canaán 220

XIX. De cómo la Sagrada Familia volvió a la tierra de Israel y aplicó a Jesús al estudio de las letras 224

XX. De cómo Jesús fue confiado a Gamaliel para aprender las letras 226

XXI. De cómo la Sagrada Familia fue a la villa de Tiberíades y aplicó a Jesús al oficio de la tintorería 243

XXII. De cómo la Sagrada Familia fue a Arimatea, donde Jesús hizo milagros y resucitó muertos 251

XXIII. De cómo la Sagrada Familia fue al país de Galilea vio que hizo Jesús con los niños de los hebreos 255

XXIV. De cómo la Sagrada Familia fue a la villa de Emmaús y cómo Jesús curó a los enfermos 257

XXV. De cómo el ángel advirtió a José que fuese al pueblo de Nazareth 260

XXVI. Sobre las numerosas curaciones que Jesús realizó en el pueblo, en la aldea y en diferentes lugares 262

XXVII. De cómo se cumplieron las tradiciones escritas por los profetas y sobre las cosas sorprendentes que hizo Jesús 264

XXVIII. Sobre el juicio que Jesús pronunció entre dos soldados 267

El evangelio de Bernabé (fragmento italiano) 273

El evangelio de Nicodemo 277

I. Hechos de Pilatos (Acta Pilati) 277

II. Testimonios adversos y favorables a Jesús 280

III. Diálogo entre Jesús y Pilatos 281

IV. Nuevos cargos de los judíos contra Jesús 282

V. Defensa de Jesús por Nicodemo 283

VI. Nuevos testimonios favorables a Jesús 284

VII. Testimonio de la Verónica 284

VIII. Testimonio colectivo de la multitud 285

IX. Las turbas prefieren la libertad de Barrabás a la de Jesús. Pilatos se lava las manos 285

X. Jesús en el Gólgota 286

XI. Muerte de Jesús 287

XII. Los judíos amenazan a Nicodemo y encierran en un calabozo a José de Arimatea 288

XIII. Los soldados atestiguan la resurrección de Jesús. Temor de los judíos, al saberlo 289

XIV. Intrigas de los judíos para invalidar la resurrección de Jesús 290

XV. Intervención de Nicodemo en los debates de la Sinagoga. Los judíos mandan llamar a José de Arimatea y oyen las noticias que éste les da 291

XVI. Estupor de los judíos ante las declaraciones de José de Arimatea 293

Descenso de Cristo al infierno (descensus Christi ad inferos) 295

XVII. Nuevas y sensacionales declaraciones de José de Arimatea 295

XVIII. Carino y Leucio comienzan su relato 296

XIX. Isaías confirma uno de sus vaticinios 296

XX. La profecía hecha por el arcángel Miguel a Seth 297

XXI. Discusión entre Satanás y la Furia en los infiernos 298

XXII. Entrada triunfal de Jesús en los infiernos 299

XXIII. Espanto de las potestades infernales ante la presencia de Jesús 300

XXIV. Imprecaciones acusadoras de la furia contra Satanás 301

XXV. Jesús toma a Adán bajo su protección y los antiguos profetas cantan su triunfo 302

XXVI. Llegada de los santos antiguos al Paraíso y su encuentro con Enoch y con Elías 304

XXVII. Llegada del buen ladrón al Paraíso 304

XXVIII. Carino y Leucio concluyen su relato 305

XXIX. Pilatos en el templo 306

Primera carta de Pilatos a Tiberio 309

XXX. Carta de Pilatos al emperador 309

Libros a la carta 311

Brevísima presentación

Los Evangelios apócrifos fueron escritos en los primeros siglos del cristianismo y cuentan historias relativas a Jesús, que contienen episodios omitidos en la Biblia y no fueron aceptados por la ortodoxia cristiana.

Algunas de sus fuentes se encuentran en los rollos del mar muerto y los de Nag Hammadi.

Se les dio el nombre de Evangelios por su aspecto similar a los cuatro evangelios admitidos en el canon del Nuevo Testamento. Sin embargo, muchos de ellos no tienen un estilo evangélico.

Algunos de estos escritos aparecieron en comunidades gnósticas, con la intención de contener palabras ocultas (en griego, apokryphos). Y cabe comentar que el término apócrifo no indicaba en sus orígenes falsedad sino misterio. Estos mensajes, ocultos entre los discursos y atribuidos a Cristo, estaban reservados a los iniciados de esas comunidades.

Evangelio de Santo Tomás (redacción griega)

I. Preámbulo

1. Yo, Tomás Israelita, vengo a anunciaros a todos vosotros, mis hermanos entre los gentiles, para que los conozcáis, los actos de la infancia y los prodigios de Nuestro Señor Jesucristo, cumplidos por él después de su nacimiento en nuestro país.

2. Y he aquí cuál fue su comienzo.

II. Gorriones hechos con barro

1. El niño Jesús, de cinco años de edad, jugaba en el vado de un arroyo, y traía las aguas corrientes a posar, y las tornaba puras enseguida, y con una simple palabra las mandaba.

2. Y, amasando barro, formó doce gorriones, e hizo esto un día de sábado. Y había allí otros muchos niños, que jugaban con él.

3. Y un judío, que había notado lo que hacía Jesús, fue acto seguido, a comunicárselo a su padre José, diciéndole: He aquí que tu hijo está cerca del arroyo, y, habiendo cogido barro, ha compuesto con él doce gorriones, y ha profanado el sábado.

4. Y José se dirigió al lugar que estaba Jesús, lo vio, y le gritó: ¿Por qué haces, en día de sábado, lo que no está permitido hacer? Pero Jesús, dando una palmada, y dirigiéndose a los gorriones, exclamó: Volad. Y los pájaros abrieron sus alas, y volaron, piando con estruendo.

5. Y los judíos quedaron atónitos ante este espectáculo, y fueron a contar a sus jefes lo que habían visto hacer a Jesús.

III. Muerte del hijo de Anás

1. Y el hijo de Anás el escriba se encontraba allí, y, con una rama de sauce, dispersaba las aguas que Jesús había reunido.

2. Y Jesús, viendo lo que ocurría, se encolerizó, y le dijo: Insensato, injusto e impío, ¿qué mal te han hecho estas fosas y estas aguas? He aquí que ahora te secarás como un árbol, y no tendrás ni raíz, ni hojas, ni fruto.

3. E inmediatamente aquel niño se secó por entero. Y Jesús se fue de allí, y volvió a la casa de José. Pero los padres del muchacho muerto lo tomaron en sus brazos, llorando su juventud, y lo llevaron a José, a quien reprocharon tener un hijo que hacía tales cosas.

IV. Castigo infligido por Jesús a un niño

1. Otra vez, Jesús atravesaba la aldea, y un niño que corría, chocó en su espalda. Y Jesús, irritado, exclamó: No continuarás tu camino. Y, acto seguido, el niño cayó muerto. Y algunas personas, que habían visto lo ocurrido, se preguntaron: ¿De dónde procede este niño, que cada una de sus palabras se realiza tan pronto?

2. Y los padres del niño muerto fueron a encontrar a José, y se le quejaron, diciendo: Con semejante hijo no puedes habitar con nosotros en la aldea, donde debes enseñarle a bendecir, y no a maldecir, porque mata a nuestros hijos.

V. José reprende a Jesús

1. Y José tomó a su hijo aparte, y lo reprendió, diciendo: ¿Por qué obras así? Estas gentes sufren, y nos odian, y nos persiguen. Y Jesús respondió: Sé que las palabras que pronuncias no son tuyas. Sin embargo, me callaré a causa de ti. Pero ellos sufrirán su castigo. Y, sin demora, los que lo acusaban, quedaron ciegos.

2. Y los que vieron esto, vacilantes y atónitos, decían de Jesús que toda palabra que pronunciaba, buena o mala, se cumplía, y producía un milagro. Y, cuando hubieron visto que Jesús hacía cosas semejantes, José se levantó, lo agarró por la oreja, y se la estiró con fuerza.

3. Pero el niño se enfadó, y le dijo: Bien fácil te es buscar sin encontrar, y acabas de obrar como un insensato. ¿Ignoras que te pertenezco? No me hagas daño.

VI. Exposición del alfabeto

1. Y un maestro de escuela, llamado Zaqueo, que se encontraba allí, oyó a Jesús hablar así a su padre, y le sorprendió mucho que un niño se expresase de aquella manera.

2. Y, algunos días después, se acercó a José, y le dijo: Tienes un hijo dotado de buen sentido e inteligencia. Confíalo a mi cuidado, para que aprenda las letras, y, con las letras, le enseñaré toda ciencia. Y también le enseñaré a saludar a los mayores, a honrarlos como antepasados, a respetarlos como padres, y a amar a los de su edad.

3. Y le escribió todas las letras del alfabeto desde Alpha hasta Omega muy puntualmente y con toda claridad. Mas Jesús, mirando a Zaqueo, le dijo: Tú, que no conoces la naturaleza del Alpha, ¿cómo quieres enseñar a los demás la Beta? Hipócrita, enseña primero el Alpha, si sabes, y después te creeremos respecto a la Beta. Luego se puso a discutir con el maestro de escuela sobre las primeras letras, y Zaqueo no pudo contestarle.

4. Y, en presencia de muchas personas, el niño dijo a Zaqueo: Observa, maestro, la disposición de la primera letra, y nota cómo hay líneas y un rasgo mediano que atraviesa las líneas que tú ves comunes y reunidas, y cómo la parte superior avanza y las reúne de nuevo, triples y homogéneas, principales y subordinadas, de igual medida. Tales son las líneas del Alpha.

VII. Perplejidad de Zaqueo

1. Y, cuando Zaqueo, el maestro de escuela, oyó al niño exponer las alegorías tan numerosas y tan grandes de la primera letra, quedó perplejo ante tal respuesta y ante tal enseñanza, y dijo a los asistentes: ¡Desventurado de mí, a qué extremo me veo reducido! Me he cubierto de vergüenza, al traer a mi escuela a este muchacho.

2. Así, pues, hermano José, te ruego que lo lleves contigo, porque no puedo soportar la severidad de su mirada, ni penetrar el sentido de su palabra en modo alguno. Este niño no ha nacido en la tierra, es capaz de domar el fuego mismo, y quizá ha sido engendrado antes de la creación del mundo. ¿Qué vientre lo ha llevado? ¿Qué pecho lo ha nutrido? Lo ignoro. ¡Ay, amigo mío, tu hijo me pone fuera de mí, y no puedo seguir su pensamiento! Me he equivocado en absoluto. Yo quería tener en él un discípulo, y me he encontrado con que tengo en él un maestro.

3. Me doy cuenta de mi oprobio, amigos míos, porque yo, que soy un viejo, he sido vencido por un niño. Y no me queda sino abandonarme al desaliento o a la muerte, a causa de este niño, ya que no puedo, en este momento, mirarlo cara a cara. ¿Qué responderé, cuando digan todos que he sido derrotado por un pequeñuelo? ¿Y qué podré explicar acerca de lo que él me ha dicho de las líneas de la primera raya? No lo sé, amigos míos, por cuanto no conozco, ni el comienzo, ni el fin, de este niño.

4. Así, pues, hermano José, te ruego que lo lleves contigo a tu casa. Es algo muy grande, sin duda: un dios, un ángel o algo parecido.

VIII. Conclusión de la historia de Zaqueo

1. Y, mientras los judíos daban consejos a Zaqueo, el niño rompió a reír, y dijo: Ahora que tu aventura produce sus frutos, y que los ciegos de corazón ven, he aquí que yo vengo de lo alto para maldecirlos, y para llamarlos a lo alto, como me lo ordenó el que me ha enviado a causa de vosotros.

2. Y, cuando el niño hubo acabado de hablar, pronto todos los que habían caído antes bajo su maldición, quedaron curados. Y nadie, desde entonces, se atrevió a provocar nunca su cólera, por miedo a que los maldijese, y los hiriese de enfermedad.

IX. Niño caído de una terraza

1. Algunos días después, Jesús jugaba en una terraza, sobre lo alto de una casa, y uno de los niños que jugaba con él, cayó de la terraza, y murió. Y, viendo esto, los demás niños huyeron, y Jesús quedó solo.

2. Y, habiendo llegado los padres del niño muerto, acusaron a Jesús de haberlo hecho caer. (Jesús les dijo: Yo no hice tal.) Y lanzaron invectivas contra él.

3. Mas Jesús se tiró de la terraza abajo, se detuvo cerca del cuerpo del niño caído, y gritó a gran voz, diciendo: Zenón (porque tal era su nombre), levántate, y dime: ¿Soy yo quien te hizo caer? Y, habiéndose levantado inmediatamente, el niño repuso: No, Señor, tú no me has hecho caer, sino que me has resucitado. Y los espectadores del lance quedaron conmovidos de asombro. Y los padres del niño glorificaron a Dios por el milagro cumplido, y adoraron a Jesús.

X. Resurrección de un joven

1. Pasados otros cuantos días, un joven cortaba leña en las proximidades del pueblo. Y he aquí que su hacha le hendió la planta del pie, y murió, por haber perdido toda su sangre.

2. Y, como ello produjera una aglomeración y un tumulto de gentes, el niño Jesús corrió también allí, y, haciéndose sitio, atravesó la multitud, y tomó el pie herido del joven, que enseguida quedó curado. Y dijo al joven: Levántate, sigue cortando leña, y acuérdate de mí. Y la multitud, al ver lo que había pasado, adoró al niño, diciendo: Verdaderamente, el espíritu de Dios reside en ti.

XI. Jesús en la fuente

1. Y, cuando tenía seis años, su madre le dio un cántaro, y lo envió a tomar agua, para llevarla a casa. Pero, habiendo tropezado el niño con la multitud, el cántaro se rompió.

2. Entonces Jesús, extendiendo la túnica que lo cubría, la llenó de agua, y la llevó a su madre. Y su madre, reconociendo milagro tal, lo abrazó, y guardó en su corazón los misterios que veía cumplidos.

XII. Milagro del grano de trigo

1. Otra vez, en la época de la siembra, el niño salió con su padre para sembrar trigo en su campo, y, mientras su padre sembraba, el niño Jesús sembró también un grano de trigo.

2. Y, una vez lo hubo recolectado y molido, obtuvo cien medidas y, llamando a la granja a todos los pobres de la aldea, les distribuyó el trigo, y José se quedó con lo que aún restaba. Y Jesús tenía ocho años cuando hizo este milagro.

XIII. Milagro de las dos piezas de un lecho

1. Y su padre era carpintero, y hacía en aquel tiempo carretas y yugos. Y un hombre rico le encargó que le hiciese un lecho. Mas, habiendo cortado una de las piezas más pequeña que la otra, no sabía qué partido tomar. Entonces el niño Jesús dijo a su padre José: Pon las dos piezas en el suelo, e iguálalas por tu lado.

2. Y José procedió como el niño le había indicado. Y Jesús se puso al otro lado, tiró de la pieza más corta, y la tornó igual a la otra. Y su padre José, viendo tal, quedó admirado, y abrazó a Jesús, diciendo: Felicitarme puedo de que Dios me haya dado este niño.

XIV. Relaciones con un segundo maestro

1. Viendo José que el niño crecía en edad y en inteligencia, y no queriendo que permaneciese iletrado, lo llevó a un segundo maestro. Y este maestro dijo a José: Le enseñaré primero las letras griegas, y luego las hebraicas. Porque el maestro conocía la inteligencia del niño. Sin embargo, después de haber escrito el alfabeto, se ocupó largamente de él, y Jesús no le respondió, hasta que le advirtió:

2. Si eres verdaderamente un maestro, y conoces bien el alfabeto, dime primero el valor de Alpha y yo te diré luego el de Beta. Pero el maestro, irritado, le pegó en la cabeza. Y el niño, en su dolor, lo maldijo, y aquél cayó exánime, con la faz contra tierra.

3. Y el niño volvió a casa de José, que quedó muy afligido, y recomendó a su madre: No le dejes pasar la puerta, porque cuantos lo encolerizan, quedan heridos de muerte.

XV. Jesús confunde a un tercer maestro

1. Y, algún tiempo después, otro maestro que era pariente y amigo de José, le dijo: Tráeme al niño a la escuela, que quizá podré por la dulzura enseñarle las letras. Y José le contestó: Si tienes valor, hermano, llévalo contigo. Y lo llevó con temor y repugnancia, y el niño iba con placer.

2. Y, entrando decididamente en la escuela, encontró un libro sobre un pupitre, y, tomándolo, no leía los caracteres que en él se encontraban, sino que, abriendo la boca, hablaba conforme a la inspiración del Espíritu Santo. Y enseñó la Ley a los presentes. Y, juntándose una gran multitud, lo rodeaba, lo escuchaba, y se admiraba de la belleza de sus descripciones, de lo justo de sus discursos, y de que un niño como él se expresase de tal manera.

3. Al oír esto, José, espantado, fue a la escuela, temiendo por la salud del profesor. Y el maestro dijo a José: Sabe, hermano, que yo he tomado al niño por discípulo, pero está lleno de sabiduría y de gracia. Condúcelo, yo te lo ruego, a tu domicilio.

4. Y, cuando el niño hubo oído estas palabras, sonrió. y le dijo: Puesto que has hablado bien, y has dado un buen testimonio, sea por tu causa curado quien fue herido. Y enseguida el otro maestro fue curado. Y José volvió con el niño a su casa.

XVI. Jacobo, curado de una mordedura de víbora

1. Y José envió a su hijo Jacobo a cortar madera, el niño Jesús lo seguía. Y, mientras Jacobo trabajaba, una víbora le mordió en la mano.

2. Y, como sufría y parecía herido de muerte, Jesús se aproximó, y le sopló en la mordedura, y enseguida cesó el dolor, y murió el reptil, y, al instante, Jacobo quedó sano y salvo.

XVII. Resurrección de un niño

1. Más tarde, murió un niño en la vecindad, y su madre lloraba mucho. Y Jesús oyó el clamor de su gran pena y se apresuró a acudir. Y, hallando al niño muerto, le tocó el pecho, y dijo: Yo te mando, niño, que no mueras, sino que vivas, y que te quedes con tu madre. Y enseguida el niño abrió los ojos, y sonrió. Y Jesús dijo a la mujer: Tómalo, y dale leche, y acuérdate de mí.

2. Y, viendo esto, la gente se llenó de admiración, y decía: En verdad, este niño es un Dios o un ángel de Dios, porque toda palabra suya se convierte en un hecho. Y Jesús se fue a jugar con los demás niños.

XVIII. Resurrección de un hombre

1. Algún tiempo más tarde, habiéndose producido en una casa que se construía un gran tumulto, Jesús se levantó, y acudió al lugar. Y, viendo a un hombre que yacía sin vida, le tomó la mano y dijo: Levántate, hombre, y continúa laborando en tu obra, pues yo te lo ordeno. Y el hombre se levantó, y lo adoró.

2. Viendo lo cual, quedó la gente admirada, y decía: Este niño viene del cielo, porque ha salvado almas de la muerte, y las salvará durante toda su vida.

XIX. Jesús en medio de los doctores

1. Cuando tuvo la edad de doce años, sus padres, siguiendo la costumbre, fueron a Jerusalén por las fiestas de Pascua con otros compañeros de viaje, y, después de las fiestas, regresaron a su morada. Y, mientras ellos volvían, el niño Jesús quedó en Jerusalén, y sus padres pensaron que estaba entre sus compañeros de viaje.

2. Mas, tras una jornada de camino, buscaron entre sus deudos, y, no hallándolo, se afligieron, y tomaron a la ciudad para buscarlo. Y, tres días después, lo hallaron en el templo, sentado entre los doctores, escuchándolos e interrogándolos. Y todos estaban atentos y sorprendidos de que un niño redujese al silencio a los ancianos del templo y a los doctores del pueblo, explicando los puntos principales de la Ley y las parábolas de los profetas.

3. Y su madre María, aproximándose, le dijo: ¿Por qué nos has hecho esto, hijo mío? He aquí que estábamos afligidos, y que te buscábamos. Pero Jesús les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabéis que es preciso que yo atienda a las cosas que afectan a mi Padre?

4. Y los escribas y los fariseos dijeron a María: ¿Tú eres madre de este niño? Ella respondió: Lo soy. Y ellos dijeron: Feliz eres entre las mujeres, porque Dios ha bendecido el fruto de tus entrañas. Nunca hemos visto ni oído tanta gloria, tanta virtud, tanta sabiduría.

5. Y Jesús, levantándose, siguió a su madre, y estaba sometido a su familia. Y su madre guardaba estas cosas en su corazón. Y Jesús crecía en sabiduría, en edad y en gracia. Gloria a él por los siglos de los siglos. Amén.

Evangelio de Santo Tomás (redacción latina)

I. De cómo María y José huyeron con Jesús a Egipto

1. Cuando Herodes hizo buscar a Jesús, para matarlo, el ángel dijo a José:

2. Toma a María y a su hijo, y huye a Egipto, lejos de los que quieren matar al niño.

3. Y Jesús tenía dos años cuando entró en Egipto.

4. Y ocurrió que, como cruzasen un sembrado, recogió espigas, y las puso al fuego, y las asó, y las comió.

5. Y, llegados a Egipto, fueron admitidos en la casa de una viuda.

6. Y pasaron un año allí.

7. Y Jesús cumplió los tres años. Y, viendo jugar a los niños, comenzó a tomar parte en sus diversiones.

8. Y, encontrando un pez seco, lo puso en un plato, y le ordenó que palpitase.

9. Y el pez comenzó a palpitar.

10. Y Jesús le dijo: Quítate la sal que has tomado, y ve al agua.

11. Y fue así. Mas los vecinos, viendo lo que había hecho, llevaron la noticia a la casa de la viuda en que vivía María, la madre de Jesús.

12. Y aquella mujer, al saber lo ocurrido, los arrojó de su casa.

II. Jesús y los doce pajarillos

1. Y Jesús, paseando con su madre María por la plaza de la población, vio a un maestro que enseñaba a sus discípulos.

2. Y he aquí que doce pajarillos descendieron sobre donde estaban los discípulos con el maestro.

3. Y Jesús, al observar esto, se paró, y se puso a reír.

4. Y, viéndolo reír, el maestro se encolerizó.

5. Y dijo a sus discípulos: Id y traédmelo.

6. Y cuando se lo llevaron, el maestro lo agarró de una oreja.

7. Y le preguntó: ¿Qué has visto que te haya hecho reír?

8. Y Jesús le contestó: Maestro, he aquí mi mano llena de trigo.

9. Yo lo he mostrado a esos pájaros, y he esparcido este grano, y ellos se han apresurado a venir por él.

10. Y Jesús estuvo allí hasta que los pájaros se repartieron el trigo.

11. Mas el maestro lo echó de la ciudad, con su madre.

III. Jesús vuelve de Egipto a Judea

1. Y he aquí que el ángel del Señor se apareció a María.

2. Y le dijo: Toma el niño, y vuelve a la tierra de los judíos.

3. Porque los que querían su vida, han muerto.

4. Y María se levantó y se llevó a Jesús.

5. Y fueron a la ciudad de Nazareth, donde estaba la hacienda de su padre.

6. Y cuando José salió de Egipto, después de la muerte de Herodes, condujo a Jesús al desierto, hasta que los que querían la vida del niño no turbasen a Jerusalén.

7. Y dio gracias al Altísimo, porque le había dado la inteligencia.

8. Y porque había hallado gracia ante el Señor Dios. Amén.

IV. Cosas que hizo Jesús en la villa de Nazareth

1. Glorioso es para Tomás Israelita, apóstol del Señor, contar las obras de Jesús, cuando estaba en Nazareth, de regreso de Egipto.

2. Oíd atentamente, hermanos queridos, lo que hizo el Señor Jesús en la ciudad de Nazareth.

3. Jesús tenía cinco años, cuando una gran lluvia cayó sobre la tierra.

4. Y el Señor Jesús andaba bajo la lluvia.

5. Y era espantosa, mas él la reunió en una cisterna y le ordenó ser clara. Y ella lo fue.

6. Y, tomando el barro de aquel pozo, lo modeló, y le dio forma de doce pajaritos.

7. Y Jesús hacía estas cosas un día de sábado, en medio de los hijos de los judíos.

8. Y los hijos de los judíos fueron a José, padre de Jesús, y le dijeron:.

9. He aquí que tu hijo jugaba con nosotros.

10. Y ha tomado barro, y ha modelado doce pájaros, y ha violado el sábado.

11. Y José vino al niño Jesús, y le dijo: ¿Por qué has hecho lo que no está permitido hacer en día de sábado?

12. Mas Jesús, abriendo las manos, dijo a los pájaros: Levantaos y volad.

13. Porque nadie ha de daros muerte.

14. Y poniéndose a volar, alababan con sus gritos a Dios Todopoderoso.

15. Y, al ver esto, los judíos, maravilláronse, y empezaron a divulgar los milagros de Jesús.

16. Y un fariseo, que estaba con el niño, tomó un ramo de oliva, y destruyó la fuente que había hecho Jesús.

17. Y, cuando Jesús lo vio, se enojó, y dijo: Sodomita impío e ignorante, ¿qué te habían hecho estas fuentes, que son obra mía?

18. Quedarás como un árbol seco, sin raíces, sin hojas ni frutos.

19. Y el fariseo se secó, y cayó a tierra, y murió.

20. Y sus padres llevaron su cuerpo, y se enojaron con José.

21. Y le decían: He aquí la obra de tu hijo. Enséñale a orar, y no a maldecir.

V. Los nazarenos se irritan contra José por las cosas que obra Jesús

1. Y, unos días después, yendo Jesús con José por la ciudad, un niño corrió ante ellos, y, tropezando intencionadamente con Jesús, lo lastimó mucho en un costado.

2. Mas Jesús le dijo: No acabarás el camino que has comenzado a recorrer.

3. Y el niño cayó a tierra, y murió.

4. Y los que vieron tal milagro, exclamaron: ¿De dónde es este niño?

5. Y dijeron a José: No conviene que semejante niño esté entre nosotros. Aléjalo de aquí.

6. Mas si es preciso que tú estés entre nosotros, enséñale a orar, y no a maldecir, porque nuestros hijos han perdido la razón.

7. Y José llamó a Jesús y le dijo: ¿Por qué maldices?

8. He aquí que los habitantes de esta ciudad nos odian.

9. Mas Jesús dijo: Yo sé que a ti, y no a mí, afectan esos discursos.

10. Y me callaré por ti, mas que ellos vean lo que hacen, según su discreción.

11. Y todos los que hablaban contra Jesús, quedaron ciegos.

12. Y se fueron diciendo: Todas las palabras que salen de su boca tienen una potencia fatal.

13. Y viendo José lo que había hecho Jesús, se enfureció, y le agarró de una oreja.

14. Y Jesús se enojó, y dijo a José: Bástete mirarme, mas no me toques.

15. Tú no sabes quién soy. Y si lo supieras, no me contrariarías. Porque, aunque estoy aquí contigo, he sido creado antes que tú.

VI. De cómo fue tratado Jesús por un maestro de escuela

1. Y un hombre llamado Zaqueo escuchaba lo que Jesús decía a José.

2. Y lleno de admiración por Jesús, dijo: Nunca he visto un niño que hablase así.

3. Y se acercó a José y le dijo: Tienes un hijo muy inteligente. Envíamelo, para que le enseñe las letras.

4. Y luego que las sepa, yo lo instruiré con esmero, para que no permanezca en la ignorancia.

5. Y José contestó: Nadie puede enseñarle, sino Dios. ¿Crees que este niño es como los demás?

6. Y oyendo Jesús lo que Zaqueo hablaba a José, le dijo: Maestro, todas las palabras que salen de mi boca son verdaderas.

7. Y yo he sido el Señor antes que todos los hombres, y la gloria de los siglos me ha sido dada. Mas nada se os ha dado a vosotros.

8. Porque yo soy antes que los siglos, y sé cuál será el número de los años de tu vida, y que serás desterrado.

9. Y tú debes comprender lo que ha dicho mi padre, porque cuantas palabras salen de mi boca son verdaderas.

10. Y oyendo los judíos lo que decía Jesús, se maravillaban.

11. Y decían: Estamos escuchando de este niño discursos que no hemos oído nunca, y que no oiremos jamás de nadie.

12. Ni aun de los príncipes de los sacerdotes, ni de los doctores de la Ley, ni de los fariseos.

13. Y Jesús les contestó: ¿De qué os maravilláis?

14. Miráis como increíble lo que os he dicho, y he aquí que os he dicho la verdad.

15. Porque yo sé cuándo habéis nacido vosotros y vuestros padres, y os puedo decir cómo fue hecho el mundo, y conozco a quien me ha enviado a vosotros.

16. Y los judíos estaban tan asombrados que no acertaban a responder.

17. Y el niño, recogiéndose en sí mismo, se gozó, y dijo: Os he hablado en parábola, porque sé que sois débiles e ignorantes.

18. Y el maestro dijo a José: Tráemelo, para que le enseñe las letras.

19. Y José llevó a Jesús a la casa del maestro, donde había otros niños instruyéndose.

20. Y el maestro, hablándole con dulzura, se puso a enseñarle las letras.

21. Mas él escribió el primer versículo, que va desde A a T, y se puso a instruirlo.

22. Y el maestro pegó al niño en la cabeza, y el niño le dijo: Conviene que yo te instruya a ti, y no tú a mi.

23. Porque yo conozco las letras que quieres enseñarme, y sé que nada puede salir de ti, más que palabras, y no sabiduría.

24. Y comenzando el versículo, recitó desde A hasta F muy rápidamente. Y mirando al maestro dijo: Tú no sabes explicar lo que es A ni lo que es B. ¿Cómo quieres enseñar las otras letras?

25. Hipócrita, dime qué es A, y te diré que es B. Y queriendo aquel doctor explicar la A, no pudo dar ninguna respuesta.

26. Y Jesús dijo a Zaqueo. Escucha, doctor, y comprende la primera letra.

27. Nota que tiene dos trazos que se unen, se separan y engruesan, y que son el símbolo de la permanencia, de la dispersión y de la variedad.

28. Y viendo Zaqueo explicar así la primera letra, se asombró de que un niño tuviera ciencia tan profunda, y exclamó: ¡Malhaya yo!

29. Porque he traído sobre mí una gran vergüenza por causa de este niño, y estoy lleno de estupefacción.

30. Y dijo a José: Yo te ruego, hermano, que te lo lleves, pues no puedo mirarlo a la cara, ni escuchar sus discursos asombrosos.

31. Porque este niño puede dominar el fuego y encadenar la mar, por haber nacido antes que los siglos.

32. Y yo no sé qué vientre lo ha engendrado ni qué pecho lo ha nutrido.

33. He aquí que quedo abatido en espíritu, porque seré objeto de irrisión. Yo lo creía discípulo, y resulta ser maestro.

34. Y no puedo sobrellevar mi oprobio porque soy viejo, y, sin embargo, nada hallo que responderle.

35. Y quiero caer enfermo, y dejar este mundo, o, a lo menos, abandonar esta ciudad, donde todos han visto mi afrenta de ser confundido por un niño.

36. ¿Qué podré ya decir a los otros? ¿Qué discursos haré, si él me ha vencido ya en la primera letra?

37. Estoy estupefacto, ¡oh amigos!, y no hallo ni el principio ni el fin de la contestación que habría de darle.

38. Y ahora, hermano José, llévate al niño a casa, porque es un maestro, y un Señor, o un ángel.

39. Y volviéndose Jesús a los judíos que estaban con Zaqueo, les dijo: Que los que no creían, crean, y que los que no comprendían, comprendan, y que los sordos oigan y que los muertos resuciten.

40. Y cuando hubo callado el niño Jesús, todos los que habían sido heridos por su palabra, curaron.

VII. Jesús resucita a un niño

1. Subiendo un día Jesús con unos niños a la azotea de una casa, se puso a jugar con ellos.

2. Y uno cayó al patio y murió. Y todos los niños huyeron, mas Jesús se quedó.

3. Y, habiendo llegado los padres del niño muerto, decían a Jesús: Tú eres quien lo has tirado. Y lo amenazaban.

4. Y Jesús, saliendo de la casa. se puso en pie ante el niño muerto, y le dijo en voz alta: Simón, Simón, levántate y di si yo te he hecho caer.

5. Y el niño se levantó, y dijo: No, Señor. Y viendo sus padres el gran milagro que había hecho Jesús, lo adoraron y glorificaron a Dios.

VIII. Jesús cura el pie de un niño

1. Y un niño partía madera, y se hirió un pie.

2. Y, sobreviniendo allí mucha gente, Jesús se acercó también al niño, y le tocó el pie, y curó.

3. Y díjole Jesús: Levántate, y parte tu leña, y acuérdate de mí.

4. Y la gente, al ver este milagro, adoró a Jesús, diciendo: Verdaderamente, creemos que es Dios.

IX. Jesús lleva el agua en su ropa

1. Y tenía Jesús seis años. Y su madre lo envió a buscar agua.

2. Y como llegase Jesús a la fuente, había mucha multitud, y se rompió su cántaro.

3. Y en la ropa que vestía, recogió agua y la llevó a María, su madre.

4. Y viendo ella el milagro que había hecho Jesús, lo abrazó, y dijo: Señor, óyeme, y salva a mi hijo.

X. Jesús siembra trigo

1. Y, al advenir la sementera, José fue a sembrar, y Jesús iba con él.

2. Y cuando empezó a sembrar José, Jesús tomó un puñado de trigo, y lo esparció por el suelo.

3. Y llegado el tiempo de la siega, José fue a recolectar.

4. Y Jesús recogió las espigas del trigo que había sembrado, e hizo cien haces de buen grano, y lo repartió a los pobres, a las viudas y a los huérfanos.

XI. Jesús iguala dos maderos desiguales

1. Y Jesús cumplió la edad de ocho años.

2. Y José era carpintero, y hacía carretas y yugos para los bueyes.

3. Y un rico dijo a José: Maestro, hazme un lecho grande y hermoso.

4. Y José estaba afligido, porque uno de los maderos que iba a emplear era más corto que el otro.

5. Mas le dijo Jesús: No te aflijas. Toma el madero de un lado, yo lo tomaré del otro, y tiremos.

6. Y, haciéndolo así, el madero adquirió la longitud precisa. Y Jesús dijo a José: Trabaja. He ahí el madero que necesitabas.

7. Y, al ver José lo que había hecho Jesús, lo abrazó, diciendo: Bendito sea Dios, que me ha dado tal hijo.

XII. Jesús es llevado a otro maestro para aprender las letras

1. Y viendo José el poder de Jesús, y que crecía, pensó enviarlo a un maestro que le enseñase las letras, y lo llevó a un doctor.

2. Y este doctor dijo a José: ¿Qué letras quieres que aprenda tu hijo?

3. Y José le contestó: Enséñale primero las letras extranjeras y luego las hebreas. Porque estaba informado de que aquel doctor era muy sabio.

4. Y cuando el doctor escribió el primer versículo, que es A y B, se lo explicó a Jesús varias horas.

5. Mas Jesús callaba y nada respondía.

6. Y dijo luego al doctor: Si eres verdaderamente un maestro, y sabes las letras, dime la potencia de la letra A, y yo te diré la potencia de la letra B.

7. Mas el maestro, colérico, le pegó en la cabeza. Y Jesús, irritado, lo maldijo, y el maestro cayó al suelo, y murió.

8. Y Jesús volvió a su casa, mas José prohibió a María que lo dejase pasar el umbral.

XIII. Jesús es llevado por tercera vez a un maestro

1. Mas, transcurridos pocos días, vino un doctor, amigo de José.

2. Y dijo: Llévame el niño, y yo le enseñaré las letra tratándolo con mucha dulzura.

3. Y José contestó: Si puedes conseguirlo, instrúyelo.

4. Y recibiendo el doctor a Jesús, lo llevó con alegría.

5. Y llegado Jesús a la morada del doctor, encontró un libro en un rincón, y tomándolo, lo abrió.

6. Mas no leía lo que estaba escrito en él, sino que abría la boca y hablaba por inspiración del Espíritu Santo, y enseñaba la Ley.

7. Y todos los asistentes lo escuchaban atentos, y el maestro lo oía con placer, y le pidió que enseñase con más extensión.

8. Y mucha gente se reunió para escuchar los discursos que salían de su boca.

9. Mas José, sabiendo esto, se espantó. Y el maestro le dijo: Hermano, yo he recibido a tu hijo para instruirlo.

10. Empero, he aquí que él está lleno de sabiduría. Llévalo a tu casa con gozo, porque la sabiduría que tiene es un don del Señor.

11. Y oyendo Jesús hablar así al maestro, se regocijó y dijo: Tú ahora, maestro, has dicho la verdad.

12. Y por ti, el que es muerto, debe resucitar. Y José lo llevó a casa.

XIV. Jesús cura a Jacobo de la mordedura de una víbora

1. José envió a Jacobo a recoger paja, y Jesús iba con él.

2. Y mientras Jacobo recogía la paja, una víbora lo mordió, y cayó al suelo como muerto.

3. Y viendo esto Jesús, sopló sobre la herida, y Jacobo quedó curado, y la víbora murió.

XV. Jesús resucita a otro niño

1. Y habiendo muerto el hijo de un vecino, su madre se entregó a un gran dolor.

2. Y sabiéndolo Jesús, llegóse al cadáver del niño, y se inclinó sobre él, y sopló sobre su pecho.

3. Y le dijo: Niño, yo te ordeno no morir, sino vivir.

4. Y el niño resucitó. Y Jesús dijo a la madre: Toma a tu hijo, y dale de mamar, y acuérdate de mí.

5. Y viendo este milagro, decía la gente: En verdad, este niño es del cielo.

6. Porque ha librado varias vidas de la muerte, y cura a todos los que esperan en él.

7. Y los escribas y los fariseos se llegaron a María, y le preguntaron: ¿Eres tú la madre de este niño? Y ella dijo: En verdad que lo soy.

8. Y ellos le dijeron: Dichosa eres tú entre todas las mujeres.

9. Porque Dios ha bendecido el fruto de tu vientre, pues que te ha dado un hijo tan glorioso y dotado de una sabiduría como nunca hemos visto ni oído.

10. Y Jesús se levantó, y seguía a su madre. Y María conservaba en su corazón todos los milagros que había hecho entre el pueblo, curando a muchos que habían enfermado.

11. Y Jesús crecía en talla y en sapiencia, y todos los que lo veían, glorificaban a Dios, el Padre Todopoderoso, que bendito sea por los siglos de los siglos. Amén.