GuíaBurros La sabiduría de las grandes religiones

Sobre el autor

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Sebastián Vázquez lleva vinculado al mundo del libro desde hace más de treinta años y es un estudioso del pensamiento heterodoxo y de las religiones, especialmente de las orientales y la egipcia.

Durante 20 años fue editor de líneas de heterodoxia, salud natural y psicología humanista y fue director de Arca de Sabiduría, colección especializada en textos clásicos de las filosofías y religiones de Oriente. Ha colaborado en diversos medios de comunicación e imparte seminarios y conferencias regularmente.

Es autor de varios libros como El tarot y los dioses egipcios; Enseñanzas de la Tradición Original; Guíaburros: La salud emocional en tu empresa, Guíaburros Rutas por lugares míticos y sagrados de España, Guiaburros Cómo perjudicarse a uno mismo, Guiaburros Budismo, Guíaburros Cuentos de Oriente para Occidente y coautor de Los 120 mejores cuentos de la tradición espiritual de Oriente, Los mejores cuentos de las tradiciones de Oriente y Rutas Sagradas. Ha publicado las novelas Por qué en tu nombre y El karma del inspector González.

Desde hace diez años organiza viajes por España. Especialmente viaja a Egipto con pequeños grupos interesados en profundizar en el conocimiento de esta cultura a la par que imparte un curso in situ.

A mi esposa María José, a la que me une todo aquello que no cabe en las palabras.

A mis amados hijos Nubia, Santiago y Miranda.

A mis nietos Erika, Lucas y Lía, que son amor de amores.

A mis padres, que tanto quiero, por lo que me enseñaron y aún me enseñan.

A mis hermanos, Gerardo y Raquel, por ser como son: bondad y alegría.

A mis abuelas, que vivieron y murieron tiernas y sabias.

A mis amigas y amigos, vosotros sabéis quienes sois, por todos esos momentos de complicidad, apoyo y confianza mutuos.

A todos aquellos con quienes comparto la aventura de intentar vivir el Recuerdo, la Intención y el Abandono.

A Katia, por el vínculo visible e invisible.

Y a Doménico, con inmensa gratitud y sincero reconocimiento.

Introducción

En esta antología he pretendido acercar al lector el espíritu más elevado del ser humano en su búsqueda de Dios. Para ello, he recurrido a la misma fuente y médula de las grandes religiones, las cuales, más allá de sus avatares históricos, sus estructuras o sus peculiares ritos o creencias, son capaces de poner de manifiesto un profundo caudal de sabiduría y, sobre todo, aportar la experiencia viva de muchos hombres y mujeres en su encuentro con lo trascendente.

Esta selección no pretende ser exhaustiva —perdería su carácter esencial— ni completa, sería imposible, ni erudita, carecería del poder de comunicar; en cambio, si he procurado que evidencie las tres facetas más comunes que envuelven el anhelo de lo divino: los elementos ético-morales de conducta, los aspectos filosóficos relativos al conocimiento de lo creado —especialmente al autoconocimiento—, y el factor indispensable del amor de Dios y a Dios, representado por la vía mística.

Para ello, he elegido las que en mi opinión son las seis grandes corrientes religiosas que la humanidad ha conocido hasta hoy: hinduismo, budismo, taoísmo-confucianismo, judaísmo, cristianismo e islamismo.

Algunos debatirán si el taoísmo puede considerarse o no una religión, o si el budismo incluye en su enseñanza el concepto de Dios, o la razón por la que he unido taoísmo y confucionismo, pero estas cuestiones quedan para especulaciones de eruditos, y, como he comentado al principio, poco tienen que ver con el espíritu de este libro.

Respecto a las fuentes, he optado principalmente por aquellas más representativas y reconocibles para el lector, y solo en ocasiones he decidido incluir textos o autores menos conocidos, pero la mayoría de citas son fácilmente accesibles y localizables en libros traducidos al castellano, siendo muchas de ellas clásicas en sus respectivas culturas y credos.

Casi es innecesario añadir que, como toda recopilación, es absolutamente subjetiva, y atiende exclusivamente a mi propia sensibilidad y criterio en lo que se refiere a la capacidad de impacto de los textos y citas seleccionados, pero creo sinceramente que es tal la potencia de estas páginas que queda en un plano irrelevante una hipotética argumentación a favor de unas u otras opciones.

Naturalmente, otro objetivo implícito es el de mostrar que las diferencias entre las grandes religiones son, en esencia, meramente formales y se refieren a los aspectos más periféricos. Sé que esta afirmación, por otro lado realizada por muchos en muchas ocasiones, ha sido y es motivo de encendidas críticas y polémicas, pero confío en que esto tampoco evite al lector el permitirse contemplar cómo hombres y mujeres de distintas razas, épocas, culturas y religiones, son capaces de hacerle llegar hasta lo más hondo del corazón y lo más profundo de la mente el sentimiento intenso de una experiencia viva, y sobre todo mostrarle que en todos subyace una pulsión que avanza hacia un mismo destino: Dios.

Desde esta perspectiva, este libro que tiene en sus manos aspira a ser una obra de cabecera susceptible de ser abierta por cualquier página, y ofrecerle, justo en ese instante, un consejo, una frase precisa, una reflexión, una guía de conducta, o simplemente una luz que alumbre la confusión o duda.

Que este libro sea para usted un amigo, amable lector, que haga de él algo personal, íntimo, que pueda convertirse en un instrumento de ayuda, crecimiento y consuelo. Esta ha sido mi única intención, lo demás queda de su parte.

Sebastián Vázquez Jiménez

Dios no existe, es
Doménico Douady

HINDUISMO

Si ves la menor distintinción entre Dios* y ti mismo, entonces no has comprendido.

Upanishads

*En el hinduismo, Brahman es el nombre del Ser Supremo o Absoluto. Se ha elegido el término Dios para facilitar la comprensión al lector no familiarizado con las religiones de Oriente. Lo mismo ocurre con los nombres de Yaveh o Alá, que se han unificado bajo el término de Dios.


Cuando desparece del corazón todo deseo, el mortal se vuelve inmortal. Y en ese mismo instante alcanza a Dios.

Upanishads


¿Qué es aquello que una vez conocido permite conocer todo lo demás?

Upanishads


Al fin llegarás al conocimiento de ese Ser que está fuera de ti y al mismo tiempo dentro de ti.

Upanishads


En verdad, no todo es digno de amor para que puedas amarlo todo; sino que todo es digno de amor para que puedas amarte tú.

Upanishads


Cuando se ha conocido el Atman* supremo, que reposa en un lugar desconocido, sin partes y sin dualidad, Testigo*, exento del ser y del no-ser, se llega a la esencia pura.

Upanishads

*En el hinduismo este término se refiere al Ser real. El Principio Superior individualizado.

** Se define como Testigo al Atman en su faceta de observador puro no involucrado en la apariencia de las formas y libre del deseo de contacto con los objetos sensoriales.


Eres lo que es tu deseo profundo que te impulsa.

Como es tu deseo, así es tu voluntad.

Como es tu voluntad, así son tus obras.

Como son tus obras, así es tu destino.

Upanishads


La mente puede ser pura e impura. La impura viene determinada por los deseos, la pura carece de ellos. La mente es para el hombre la causa de su esclavitud y de su liberación; cuando se apega a los objetos de los sentidos, es causa de esclavitud; cuando no tiene relación con los objetos, lo es de liberación.

Es necesario eliminar el apego de los sentidos a los objetos, y volver a situar la mente en el corazón; cuando el Atman llega a abandonar las modificaciones pensantes, obtiene el estado supremo.

Upanishads


Aquel es conocido por quien cree no poder conocerlo; quien cree conocerlo, en verdad, no lo conoce.

Aquel no puede ser comprendido por quienes pretenden conocerlo, precisamente porque lo toman por un objeto de conocimiento, como ocurre con un simple dato del mundo exterior.

Aquel es comprendido por quienes saben que no pueden conocerlo, pues éstos intuyen que es el Sujeto absoluto.

Aquel no puede convertirse jamás en objeto de conocimiento.

Upanishads


La vida, dotada de respiración, es empujada a cumplir sus funciones y reposa firmemente en los mundos que le corresponden; la vida del cuerpo mortal, ¿cuándo se hace inmortal?, ¿y qué es lo que la sostiene?

Upanishads


¿Quién ha visto al Ser Primigenio en el instante de su nacimiento?

¿Qué es lo que está dotado de sustancia y qué sostiene lo que no tiene sustancia? El alimento y la sangre vienen de la Tierra, pero ¿te has preguntado donde está el alma?

Los Vedas


En una gota de agua también Él está escondido.

Los Vedas


Hay tres clases de personas en el mundo:

La primera clase la constituyen los que son justos por naturaleza.

La segunda clase es la de los que solo les importan los beneficios que puedan obtener. Pero hay un tercer tipo de hombre que se obstina y disfruta haciendo el mal. Quiero saber a qué clase perteneces.

Mahabharata


La virtud es preservada por la sinceridad; la inteligencia por la aplicación; la belleza por la limpieza y la nobleza por el buen carácter.

Mahabharata


No te tomes consejo de hombre insensato, indeciso, indolente o adulador.

Mahabharata


La conservación de la especie se debe a que el hombre sabe perdonar.

Mahabharata


Nuestro cuerpo es un carro, el alma el conductor, los sentidos los corceles y la mente las riendas.

Mahabharata


Sé desprendido y cumple la acción que constituye tu deber, ya que cumpliendo esta acción de modo desprendido, el hombre alcanza a Dios.

Bhagavad-Gita


El mundo está preso en su propia actividad, salvo cuando los actos se realizan como adoración a Dios. Por lo tanto, realiza todos tus actos de un modo sagrado.

Bhagavad-Gita


Lo que no existe no puede dejar de existir; lo que no existe no puede comenzar a existir. El final de esta oposición entre el ser y el no-ser, la han percibido los que ven las verdades fundamentales.

Bhagavad-Gita


El alma ni nace ni muere, no comienza a existir un día para desaparecer sin volver jamás a existir. Es eterna, antigua e increada, y no muere cuando el cuerpo muere.

Bhagavad-Gita