Metafísica 4 en 1
© Saint Germain
D. R. © Editorial Lectorum, S. A. de C. V., 2020
Batalla de Casa Blanca, Manzana 147-A, Lote 1621 Col.
Leyes de Reforma, 3a. Sección
C. P. 09310, México D. F.
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Primera edición: enero 2021
ISBN: En trámite
D. R. © Portada: Angélica Carmona Bistráin
D. R. © Imagen de portada: Shutterstock®
Características tipográficas aseguradas conforme a la ley.
Prohibida la reproducción parcial o total sin autorización escrita del editor.
Metafísica 4 en 1
El libro de oro
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Hacia mi mágica presencia
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La práctica de las llamas
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Meditaciones diarias
El libro de Oro
Contrariamente a lo que se ha venido diciendo respecto a que el Maestro Saint Germain ha dejado una prohibición de divulgación de su enseñanza tenemos el gusto de referir al estudiante al Capítulo N° 29, tercer párrafo, que dice textualmente: “Yo apreciaré profundamente toda la asistencia que los estudiantes bajo esta radiación puedan dar para que los libros sean editados y puestos ante la humanidad, ya que este es el más grande servicio que se puede ofrecer en este momento».
Saint Germain
El libro de oro de la hermandad Saint Germain
Esta es la Sagrada Enseñanza que el Ascendido Maestro Saint Germain ha dispuesto para esta Su Era de Oro, y que forma el Tercer Ciclo de Enseñanza de la Hermandad Saint Germain, después de lo cual el discípulo queda en conocimiento pleno de su Presencia “Yo Soy”.
Cuanto más estudies y medites el contenido de este libro, más protegido y más elevado serás, aunque también se te hace notar que el Amado Maestro no titubea ni usa ningún disimulo para ponerte en cuenta de los peligros y castigos que te acarreas si enfocas tu atención en leyes, pasos y vibraciones inferiores a lo que él aquí te enseña.
Aquí están, pues, los Reglamentos Divinos. El cumplimiento de estos Reglamentos depende de ti.
Dios en acción es la vida en todas sus actividades y dondequiera que se manifieste. La falta de conocimientos en la forma de emplear el pensamiento-sentimiento es lo que provoca que los humanos estén constantemente obstaculizándole el paso a la Esencia de Vida. Si no fuera por esta causa la vida expresaría su perfección con toda naturalidad y en todas partes.
El amor, paz, belleza, armonía y abundancia son las tendencias naturales de la vida. A ella le es indiferente quien las utilice y constantemente está surgiendo para revelar de más en más su perfección siempre con ese impulso vivificante que le es propio.
Yo Soy
Yo Soy es la actividad de la vida. ¡Resulta extraño que los estudiantes más sinceros no siempre lleguen a entender el auténtico significado de esas dos palabras!
En el momento que tú dices Yo Soy, creyéndolo, abres la fuente de la Vida Eterna para que corra sin impedimentos a lo largo de su camino; es decir, le abres una amplia puerta a su flujo natural. Cuando dices Yo no soy, tiras la puerta en plena cara de esta Magna Energía.
Yo Soy es la plena actividad de Dios. Te he colocado frente a frente infinidad de veces la Verdad de Dios en acción. Quiero que comprendas que la primera expresión de todo ser individualizado en cualquier parte del Universo, bien sea en pensamiento, sentimiento o palabra, es Yo Soy, reconociendo así su propia victoriosa divinidad.
El estudiante, al tratar de comprender y aplicar estas potentes, aunque sencillas leyes, tiene que mantener una guardia estricta sobre su pensamiento y expresión, ya que cada vez que uno piensa o dice no soy, no puedo o no tengo está ahorcando la Magna Presencia Interior, consciente o inconscientemente y en forma tan tangible, como si se colocaran las manos alrededor del cuello de alguien; sólo que con respecto a una forma exterior el pensamiento puede hacer que la mano lo suelte en cualquier momento, mientras que cuando uno hace una declaración de no ser, no poder o no tener se pone en movimiento la energía ilimitada que continúa actuando hasta que uno mismo la ataja y transmuta la acción.
Esto te mostrará el enorme poder que tú tienes para calificar, determinar u ordenar la forma en que quieres que actúe la gran energía de Dios. Y te digo, amado estudiante, que la dinamita es menos peligrosa. Una carga de dinamita sólo desintegrará tu cuerpo, mientras que los pensamientos ignorantes lanzados sin control ni gobierno atan a la rueda de la reencarnación indefinidamente, o sea que, mientras dure un decreto sin atajar, sin transmutar o disolver, continúa imperando per sécula seculorum, ¡y por disposición del propio individuo!
Por esto verás cuan importante es que tú sepas lo que estás haciendo cuando usas expresiones incorrectas impensadamente, ya que estarás empleando el más potente y divino principio de actividad en el universo, o sea, el Yo Soy.
No entiendas mal. No se trata de una expresión o idea oriental, extranjera, vana, liviana, ni de ninguna exageración. Se trata ni más ni menos que del más alto Principio de Vida usado y expresado a través de todas las civilizaciones que hayan existido. Recuerda que lo primero que toda forma de vida consciente de sí misma expresa es Yo Soy. Es mucho más que yo existo. Es después, en su contacto con lo exterior, con actividades incorrectamente calificadas, que él comienza a aceptar cosas menores que Yo Soy.
Ahora ves, amado discípulo, que cuando tú dices yo estoy enfermo estás deliberadamente interviniendo la perfección natural que encierra el proceso vital. ¿No ves que lo estás bautizando con algo ajeno que jamás poseyó?
A lo largo de interminables centurias de ignorancia e incomprensión, la humanidad ha cargado de falsedad e irrealidad hasta la atmósfera que la rodea, pues no tengo que repetirte que cuando tú anuncias estoy enfermo es una mentira flagrante respecto a la Divinidad. ¡Ella (Yo) jamás puede ser sino perfecta y llena de Vida y salud!
Te pido, amado estudiante, en el nombre de Dios, que dejes de emplear esas expresiones falsas respecto a tu divinidad, pues es imposible que tengas libertad mientras continúes usándolas. No podré jamás insistir demasiado contigo en que cuando verdaderamente reconozcas y aceptes la magna presencia de Dios Yo Soy en tu interior, positivamente, categóricamente, no tendrás más condiciones adversas.
En nombre de Dios te suplico que cada vez que te descubras comenzando a decir o a comentar que estás enfermo, pobre o en otras situaciones adversas, inmediatamente inviertas la condición fatal para tu progreso, y declares mentalmente, pero con toda la intensidad de tu Yo Soy, ya que Él es todo salud, opulencia, felicidad, paz y perfección. Cesa de darles poder a las condiciones exteriores, a personas, lugares y cosas. El Yo Soy es el poder de reconocer la Perfección en cada uno y en todas partes.
Cuando piensas en la expresión Yo Soy, significa que tú ya sabes que tienes a Dios en Acción expresando en tu vida. No permitas que las falsas apreciaciones y declaraciones continúen gobernándote y limitándote. Rememora constantemente: Yo Soy, por consiguiente soy Dios en acción; Yo Soy vida, opulencia, verdad, manifestados ya.
Así, recordándote esta Presencia Invencible, mantienes la puerta abierta para que Él (la Presencia Yo Soy) teja en tu manifestación exterior toda su perfección.
Por Dios, no creas que puedes continuar usando decretos errados y que de alguna manera se van a enderezar y vas a manifestar cosas buenas, porque es imposible que eso suceda. En los hatos usan hierros para marcar con fuego a las reses. ¡Yo quisiera poder marcarte con un hierro que te fijara en la conciencia Yo Soy, y que no pudieras apartarte del uso constante de esa Presencia Grande y Gloriosa que eres!
En cuanto cualquier condición menos que perfecta aparezca en tu experiencia, declara vehementemente que no es verdad. Que tú aceptas sólo a Dios, la perfección, en tu vida. Cada vez que aceptes las falsas apariencias, las tendrás expresadas y manifestadas en tu vida y tus experiencias. Y no se trata de que tú creas o no lo que te estoy diciendo. Esto es una Ley. Comprobada a través de eones de experiencia. Hoy te la entregamos para liberarte.
Tú sabes que al mundo occidental le gusta engañarse con la idea de que le basta con no creer o no aceptar la antigua idea oriental de la brujería, para estar liberado de ella. La brujería no es sino el mal uso de los poderes espirituales, los mismísimos que usamos para el bien. La peor clase de brujería es empleada hoy por la política, con el uso del poder mental mal calificado. Si esta misma tremenda fuerza fuera empleada en sentido inverso, o sea, para recordar que la Acción de Dios está en cada persona que ocupa un puesto oficial, el que la emplea en esta forma no solamente se liberaría él mismo, sino que llenaría el mundo político de libertad y justicia y viviríamos pronto en un mundo natural en donde la Acción de Dios sería imperante en todo momento.
Como lo fue en Egipto lo es hoy. Aquellos que mal usan el poder mental, se atan ellos mismos a la inarmonía, encarnación tras encarnación. Hazte tú el propósito: Yo no acepto ni adopto condiciones del ambiente ajeno, ni de nada de lo que me rodea. Sólo de Dios, del bien, de mi Yo Soy.
Necesitas adquirir el hábito de gobernar tu energía. Si no siéntate varias veces al día y aquiétate. Aquieta tu ser exterior. Esto permite que se te supla con energía. Aprende a ordenarla y controlarla. Si quieres que ella (tu energía) esté quieta, mantente quieto. Si la necesitas activa, ponte activo. Tienes que enfrentarte a las cosas y elevarte por encima de ellas.
El estudiante debe estar alerta para reconocer en sí mismo sus hábitos. No debe esperar que alguien se lo diga. Debe examinarse y cortar todo lo que no sea perfecto. La forma de hacerlo es declarando que no se tiene tal o cual hábito indeseable. Luego, siendo yo creación de Dios, soy hijo de Dios perfecto. Esto trae una liberación que no es posible conseguir de ninguna otra forma.
Mantenerse en viejas costumbres es como vestirse de ropa antigua. Recuerda:
No debes esperar que otro te las recuerde. Nadie lo puede hacer por ti; debes hacerlo tú mismo.
En este trabajo, en esta enseñanza y en esta radiación, todas las cosas viejas en el individuo salen para ser consumidas. Antes de quejarte de cada cosa que experimentes en ti y en tu mundo, recuerda que vienen para que te las quites, para que las transmutes. Ten cuidado de no fijar la atención en aquellas cosas de las cuales te quieres limpiar. Y es ridículo estar recordando las cosas que no resultaron. ¿No es algo maravilloso que después de siglos que tienes construyéndote limitaciones, puedas en poco tiempo limpiarlas y liberarte por medio de tu propia atención y esfuerzo? ¿No vale bien la pena? La forma más rápida de lograrlo es empleando humorismo. La sensación liviana y campante que da el humorismo permite hacer maravillosas manifestaciones.
Si tú te empeñas e invocas la Ley del Perdón, puedes consumir todas las malas creaciones del pasado con la Llama Violeta Transmutadora y ser libre. Debes estar consciente de que la Llama Violeta es la Activa Presencia de Dios actuando.
Cuando sientas un deseo de hacer algo constructivo, hazlo. Empéñate y lógralo, así se caiga el mundo. Que veas o no la manifestación no te debe preocupar.
Aún cuando los estudiantes sólo conocen las cosas intelectualmente, no deben permitir que sus mentes se la pasen regresando a las condiciones malas o erradas, ya que ellos saben que esa actividad les estropea el éxito. Es increíble que las personas no dominen este enemigo. Ningún estudiante puede triunfar hasta que deje de regresar a las condiciones negativas que está tratando de superar.
El trabajo íntegro de un Maestro es el de tratar de hacerle comprender al estudiante lo que significa aceptar. Aquello con lo que el individuo está de acuerdo mentalmente, está aceptado por él. Si él fija su atención en una cosa, se estará haciendo uno o unificándose con la cosa. Estará identificándose con aquello, malo o bueno. Cuando la mente acepta o está de acuerdo con alguna cosa o condición, el individuo está decretando aquello en su mundo.
Aquello que tú escuches o que medites con atención estarás aceptándolo, poniéndote de acuerdo, identificándote con ello por virtud de tu atención. ¿Crees tú que un hombre que ve una serpiente cascabel enroscada camina deliberadamente hacia ella para que lo muerda? ¡Por supuesto que no! Pues esto es lo que los estudiantes hacen cuando permiten que su atención regrese a los problemas.
La actividad interior gobierna de acuerdo con el Plan de Perfección. El exterior, cuando se le deja hacer, siempre gobierna erradamente. Cuando un cuadro constructivo se ilumina en tu mente, es una realidad, y surge a la realidad siempre que tú lo mantengas en tu recuerdo. Es posible hacerse tan consciente de la Presencia de Dios, que en cualquier momento se puede ver y sentir su radiación derramándose en uno.
Para todo lo que él no quiere, el estudiante demuestra toda la confianza en el mundo exterior. Para todo lo que sí desea, debe obligarse a tener la misma confianza en lo espiritual. Debe siempre confiar en sí mismo, y debe pensar: ¿Cómo puedo yo usar las indicaciones que se me han dado para intensificar esta actividad?
Cuando Jesús dijo: «Yo Soy la Resurrección y la Vida», emitió una de las más grandes expresiones que se puedan hacer.
Cuando Él dijo Yo Soy, no se refería a la expresión exterior, sino a la Magna, Maestra Presencia del Dios Interior, porque dijo repetidamente: «Yo de mi ser propio no puedo hacer nada. Es el Padre nuestro, el Yo Soy, el que hace las obras».
También dijo Jesús: «Yo Soy el Sendero, la Vida y la Verdad», reconociendo así el único poder: Dios en acción dentro de Él.
También dijo: «Yo Soy la Luz que ilumina a cada hombre que viene al mundo», anunciando cada dicho de importancia vital con las palabras Yo Soy. Una de las formas más poderosas de liberar el poder de Dios: amor, sabiduría, verdad y ponerlo en acción en la experiencia exterior, es esa declaración Yo Soy en todo y en cualquier cosa que se desee.
Ahora vamos a referimos al dicho más poderoso de todos, tal vez uno de los más grandes que haya sido lanzado a la experiencia exterior por medio de la palabra: «Yo Soy la puerta abierta que ningún hombre puede cerrar».
¿Tú no ves cuán vital es esto? Cuando llegues a comprender plenamente esas afirmaciones magnas, te darás cuenta de la grandeza de su alcance.
Cuando tú reconoces y aceptas plenamente el Yo Soy como la magna presencia de Dios en ti, en acción, habrás tomado uno de los mayores pasos hacia la liberación.
Ahora bien, fíjate bien en la afirmación: «Yo Soy la puerta abierta que ningún hombre puede cerrar». Si tú pudieras realizarlo, tienes la llave que te permite atravesar el velo de la carne, llevando contigo toda la conciencia imperfecta que hayas acumulado, la puedes transmutar, o elevarla a esa perfección a la cual has entrado.
No podré jamás ponderar demasiado la importancia de meditar en el Yo Soy todo lo más posible, como siendo la Magna, Activa Presencia de Dios en ti, en tu hogar, en tu mundo y en tus asuntos. Cada respiración es Dios en acción en ti. El poder de expresar tu pensamiento y tu sentimiento es Dios Activo en ti. Como tú tienes libre albedrío, es asunto tuyo calificar la energía que proyectas en pensamiento y sentimiento, determinando cómo quieres que actúen para ti.
Nadie puede preguntar: ¿Y cómo es que yo hago para calificar la energía? Todo el mundo conoce la diferencia entre lo destructivo y lo constructivo en pensamiento, sentimiento y acción.
El estudiante, al recibir esta instrucción, debe constantemente analizar el motivo que lo impele para detectar si hay algún sentimiento de orgullo intelectual, de arrogancia o de testarudez en la mente y cuerpo exterior. Si hay algún deseo solapado de discutir o de probar que la instrucción está errada, en lugar de recibir la Bendición y la Verdad, el individuo ha cerrado inconscientemente la puerta, y por el momento ha anulado su habilidad de recibir el bien ofrecido.
También quiero recordarles a los discípulos, que no obstante sus opiniones personales respecto a lo que debe ser o no la Verdad, yo he comprobado a través de muchas centurias estas instrucciones condensadas que ahora les estamos dando. Si se quiere recibir mayor beneficio posible y obtener la comprensión que da la absoluta liberación, hay que oír con una mente enteramente abierta; con la conciencia de que el Yo Soy, la activa Presencia de Dios en ti, es tu habilidad certera de recibir, aceptar y aplicar sus limitaciones, la instrucción que se te está dando, acompañada por la radiación. Esto permitirá a todos los estudiantes comprender estas sencillas, aunque magnas, aseveraciones de la Verdad, que los bendecirán y los liberarán grandemente.
Hace muchos siglos que se le repite a la humanidad: «No se puede servir a dos amos». ¿Por qué? Porque no existe sino una Inteligencia, una Presencia, un Poder que pueda actuar, y esa Presencia es Dios en ti. Cuando tú te vuelves a la manifestación exterior y crees en el poder de las apariencias, estás sirviendo a un dueño falso y usurpador que sólo encuentra una apariencia porque contiene energía de Dios, la cual está usando mal.
Tu habilidad para levantar la mano y la vida que fluye a través del sistema nervioso de tu cuerpo es Dios en Acción. Amados estudiantes, traten de utilizar esta forma sencilla de recordar a Dios en Acción dentro de ustedes.
Cuando camines por la calle piensa por un momento: Esta es la Inteligencia Divina y el Poder que me hace caminar, y ésta es la Inteligencia que me dice a dónde voy. Verás que ya no es posible que continúes sin comprender que cada movimiento que hagas es Dios en acción. Cada pensamiento en tu mente es Energía Divina que te permite pensar. Ya que sabes que éste es un hecho indiscutible (ya que no tiene discusión posible) ¿por qué no adorar y dar plena confianza, fe y aceptación a esta Magna Presencia de Dios en cada uno, en lugar de mirar la expresión externa que está calificada y coloreada por el concepto humano de las cosas?
Cada forma exterior no es sino una parte de la vida por medio de la cual cada individuo puede lograr saber el origen verdadero de su ser (esto lo aprende a través de su propia experiencia); luego vuelve a la plenitud de perfección de origen apoyado en la autoconciencia que ha adquirido.
La expresión exterior de vida no es sino un constante y cambiante cuadro que la mente exterior ha creado, presumiendo ser el actor verdadero. De modo que la atención está constantemente fija en la apariencia externa que sólo contiene imperfecciones, y lo cual ha hecho que los hijos de Dios hayan olvidado su propia Divinidad, teniendo de nuevo que regresar a ella.
Dios es el Dador, el Recibidor y el Don, y es el único Dueño de toda la Inteligencia, Sustancia, Energía y Opulencia que existen en el Universo. Si los hijos de Dios aprendieran a dar, únicamente por el gozo de dar, sea amor, dinero, servicio o lo que fuera, la expresión externa no podría carecer de una sola cosa. Sería imposible.
Lo desafortunado en la humanidad, que ha causado tanto egoísmo y condenación sin precedentes entre una y otra persona, es la insistencia en la posesión personal de las maravillosas bendiciones de Dios. No hay sino un Amor actuando, una Inteligencia, Poder y Sustancia en cada individuo, y eso es Dios. La alerta que se le puede dar a cada estudiante es contra el deseo de reclamar y apropiarse del poder para sí únicamente.
Si en cada acto de la personalidad se le diera pleno crédito y poder a Dios únicamente, ocurrirían transformaciones increíbles en aquel que así le entrega todo el crédito a quien le pertenece.
Raramente se ha logrado comprender la oferta y la demanda. Positivamente hay abundante y omnipresente oferta, pero la demanda tiene que ser estipulada antes de que la Ley del Universo le permita surgir a la expresión y uso del individuo.
El individuo, ya que tiene libre albedrío, debe hacer la petición o la demanda conscientemente y con plena determinación, y ya verá cómo no puede dejar de expresarse no importa lo que sea, siempre que el individuo mantenga una conciencia resuelta y sin debilidades. La siguiente afirmación sencilla, usada con sincera determinación, le traerá al individuo todo lo que él pueda posiblemente desear: Yo Soy la gran opulencia de Dios hecha visible en mi uso ahora y continuamente.
Elemento limitador que tantos estudiantes sienten es, por ejemplo, que ellos comienzan declarando la Verdad cuando usan la afirmación antes dicha, pero antes que hayan pasado muchas horas, si se analizan ellos conscientemente encontrarán que en sus sentimientos hay trazas de duda o temor. Estos dos sentimientos, naturalmente, neutralizan en gran parte la fuerza constructiva que traería rápidamente el deseo o la demanda.
Una vez que el estudiante puede darse cuenta de que todo buen deseo es Dios en acción impulsando su energía hacia el pleno cumplimiento, y que es autosostenida, comprenderá el amor sin límites, el poder y la inteligencia que posee y con los que podrá lograr cualquier propósito.
Con esta sencilla comprensión, la palabra fracaso sería completamente borrada de su mundo y, en poco tiempo de su conciencia, porque vería que está manejando una inteligencia y un poder que no pueden fracasar. Así, estudiantes e individuos entrarían en su pleno dominio de acuerdo con la intención de Dios.
Jamás ha sido el propósito de nuestro gran Padre, todo amor y sabiduría, que a ninguno de ellos (sus hijos) les faltara nada. Es porque ellos permiten que se les fije la atención en la apariencia exterior, la cual es como la cambiante arena del desierto. De manera que ellos consciente o inconscientemente se separan de la Gran Inteligencia y Opulencia.
Esta gran opulencia es la herencia de la cual todo el mundo puede disponer, siempre que se vuelvan de nuevo hacia el Yo Soy, el Principio Activo de Dios, eternamente dentro de nosotros mismos, como hacia la única fuente de vida activa, inteligencia y opulencia.
A través de todas las edades han existido ciertas normas de conducta, necesarias para todo estudiante que desee alcanzar ciertos logros. Se trata de la conservación y gobierno de la fuerza vital a través del sexo.
Para el individuo que ha estado usando esta energía sin pensar en gobernarla, el hecho de decir «Yo voy a dejar esto», sin la comprensión de la actitud correcta de conciencia, no sería sino simplemente suprimir un flujo de energía que él ha provocado que fluya en dirección diferente.
Para el estudiante que desea gobernarse va esta afirmación, que es lo más eficaz de todo lo que se le pudiera dar, si la usa con comprensión. Es la Magna afirmación de Jesús: «Yo Soy la Resurrección y la Vida». Esta afirmación no solamente purifica el pensamiento, sino que es la fuerza elevadora y ajustadora más poderosa que se puede usar para la corrección de lo que es la más grande de las barreras a la altura del logro espiritual. Todo el que empiece a sentir el impulso interior de corregir esta condición, y que use la afirmación continua y firmemente, elevará esta maravillosa corriente de energía hacia el punto más alto del cerebro, como fue originalmente proyectado. El individuo sentirá su mente inundada con las más maravillosas ideas, con abundante poder sostenedor y con habilidad, que sale a la expresión y uso, para bendecir a toda la humanidad.
Yo le pido a cualquier estudiante que observe y ensaye los resultados en su mente y cuerpo. Sientan profundamente el dicho de Jesús: «Yo Soy la Resurrección y la Vida», repitiendo tres veces en silencio o audiblemente, y observen el ascenso de conciencia que van a experimentar. Hay algunos que necesitarán varias repeticiones para sentir la elevación sorprendente que otros sienten a la primera vez. Esto les demostrará en una forma pequeña lo que se puede lograr con su uso continuo.
No hay sino una sola manera de liberarse de algo negativo, y es que después que tú sepas el error que tienes que superar, quitarle tu atención exterior completamente, fijándola firmemente en la mencionada afirmación.
Cualquier condición de la experiencia externa que uno desee superar, lo puede lograr con el uso de esta afirmación, así como también para cambiar el flujo de la energía mal dirigida. Yo tuve un estudiante que sintió el impulso de redirigir esta gran energía, y con el uso de esta única energía logró ascender su cuerpo. En un año, una transformación maravillosa se operó en toda su apariencia externa. Es increíble que de todas las afirmaciones que nos vienen de Jesús, y que no es sino una parte de lo que Él enseñó, tan pocos humanos reciban el tremendo impacto de esas maravillosas palabras de sabiduría.
En toda la historia del mundo no han sido dadas tantas grandes afirmaciones como las que Él enseñó, cada una de las cuales, usada conscientemente, contiene la radiación acompañante que Él logró. De manera que no solamente tienen ustedes este poder del Yo Soy, sino también su asistencia individual cuando usan sus afirmaciones. Siempre se debe contemplar el verdadero significado de estas grandes afirmaciones del Maestro Jesús.
Cuando tú logras comprender que el pensamiento, sentimiento y expresión tuya del Yo Soy ponen en acción el Poder de Dios sin límite alguno, entonces recibes lo que tú deseas. No debe ser ningún problema para el estudiante el ver y comprender que la apariencia externa no es sino la distorsionada creación del hombre, el cual está creyendo que en el exterior hay una fuente de poder aparte, cuando un momento de reflexión le hará realizar que no existe sino un solo amor, una sola inteligencia y un solo poder que puedan actuar, y que eso es Dios.
Los defectos humanos o las discrepancias externas no tienen nada que ver con la Perfección Omnipresente de Dios, ya que todo lo imperfecto es sólo creación del concepto exterior humano. Si el hombre se volviera hacia su Yo Superior sabiendo que Este es Dios, sabiendo que Él es toda Perfección y que la apariencia externa no es sino creación humana, por el mal uso de su poder Divino; si él medita sinceramente y acepta la Perfección de Dios, verá en seguida que en su vida y experiencia se manifiesta esta misma perfección.
No hay otra forma posible de traer esta perfección a tu mente, cuerpo y experiencia, sino por medio de la aceptación de la Gran Presencia de Dios en ti. Este reconocimiento pleno hará que el poder interior proyecte dicha perfección de Dios a tu experiencia visible.
Dile a los estudiantes que yo te estoy enseñando como mensajero de la Verdad afirmaciones de la Verdad que te producirán resultados positivos si las usas y las mantienes sin titubeos. Los Metafísicos saben que la Verdad no les funciona porque hoy hacen las afirmaciones y las olvidan durante toda la próxima semana.
El deseo de Luz y Verdad es la Presencia de Dios en el deseo, proyectándose hacia la acción. Para lograr iluminación usa esta frase: «Yo Soy la plena comprensión e iluminación de esta cosa que quiero saber y comprender».
El día que se abran tus ojos y veas algunos de estos maravillosos seres ascendidos, el gozo te durará para toda la eternidad. Si tú no aceptas la verdad de que tú tienes la habilidad para lograr esto, jamás lo lograrás.
En el mismo momento en que tú expresas «Yo Soy la Resurrección y la Vida», inmediatamente surge toda la energía de tu ser hacia el centro de tu cerebro, que es la fuente del ser individualizado. Yo no podré jamás ponderar demasiado el poder de esta afirmación. No hay límites para lo que puedes hacer con ella. Fue la que usó Jesús en sus más grandes pruebas.
Debes saber que cuando tú decretas algo constructivo, es Dios el que te está impulsando a actuar. Es lo más tonto del mundo preguntar: «¿Y tú has comprobado esto en tu propia experiencia?» porque cada individuo tiene que comprobarlo por él mismo, o no le significará nada hasta que él mismo haga la prueba.
El sentimiento lleva consigo cierta visión coexistente. Uno, a menudo siente la cosa con tal claridad que verdaderamente la ve desde la posición interna.
A medida que entras en el estado ascendido, se manifiestan simultáneamente el pensamiento, el sentimiento, la visión y el color.
El sonido armonioso es tranquilo. Es por esto que la música más deleitosa es aquietante en sus efectos, mientras que la música ruidosa es enteramente opuesta.
Desde la radiación de la Gran Cintura Electrónica les proyecto estoy hoy; desde el corazón de la Ciudad de Oro se proyectan los Rayos Gemelos sobre los cuales están la palabra, la luz y el sonido.
El tiempo nos ha alcanzado rápidamente y debemos estar más despiertos respecto a los grandes cinturones electrónicos que rodean toda la creación desde la deidad hasta el individuo.
La Cintura Electrónica que rodea la Ciudad de Oro es impenetrable, mucho más que lo que podría ser un muro de acero de muchos pies de anchura. Así, en un grado menor, el individuo que tiene suficiente comprensión del principio activo de su Ser Divino, puede rodearse de un círculo o cintura electrónica, la cual él puede calificar de la manera que se le antoje, pero ¡ay de aquel individuo que la califique destructivamente! Si alguno tuviera la temeridad de hacerlo, se encontraría que este cinturón de fuerza electrónica encerraría su forma exterior y la consumiría; pero aquellos que construyen y califican con sabiduría, con el amor grande de Dios, y con poder constructivo, se encontrarán moviéndose en un mundo intocado por la ignorancia humana.
Ha llegado el período cósmico en que aquellos que han logrado cierto grado de comprensión deben crear, aplicar y usar este maravilloso círculo electrónico. Cada creación, que es acción autoconsciente, tiene este círculo de fuerza electrónica rodeándolo con toda naturalidad, pero hasta cierto grado su fuerza está descontrolada y, por consiguiente, disipada.
Al crear conscientemente este gran anillo de fuerza electrónica pura, detienes toda filtración de tu esencia ilimitada y la mantienes en reserva para uso directo y consciente. Después de unos meses de esta actividad creadora y consciente dentro de este anillo electrónico hay que tener mucho cuidado al dirigir esta fuerza. Que no sea en ninguna otra forma que la del Amor Divino.
En los principios de la individualización del hombre, él estaba naturalmente rodeado de este círculo mágico; pero a medida que su conciencia iba descendiendo se hacían rasgaduras en el gran círculo de fuerza, causando filtraciones, hasta que desapareció. El círculo no fue una creación consciente del hombre: era un círculo natural envolvente, por su estado puro de conciencia.
Ahora los estudiantes de la Luz tienen que ponerse a la obra conscientemente, y sin titubeos crear este Círculo Electrónico en torno a sí mismos, visualizándolo perfecto, sin quebraduras en su construcción. Así será posible conscientemente alcanzar más adentro en la Cintura Electrónica de la Divinidad, y allí recibir sabiduría, amor y luz sin límites, como también aprender la aplicación de leyes sencillas por medio de las cuales, todo poder creador es posible. A pesar de que al estudiante le es recomendado mirar siempre, sin jamás olvidarlo, hacia su propio Ser Superior, creador de su individualización, sin embargo, no se ha obtenido un solo logro en el cual no se haya dado la asistencia de aquellos más adelantados.
Como no hay sino un solo Dios, una sola Presencia y su Actividad Todopoderosa, resulta que aquel más adelantado no es sino un poco más del Ser Divino en Acción. En este reconocimiento vas a comprender por qué es que puedes sentir «Yo Soy aquí y Yo Soy allá», puesto que no hay sino un solo ser Divino en todas partes.
Cuando el estudiante por fin comprenda, que la ascendida hueste de maestros no es otra cosa que su propia conciencia más adelantada, entonces va a sentir las grandes posibilidades a su alcance, así sea que se dirija a Dios directamente, a uno de los ascendidos maestros de luz o a su propio Yo Soy. En realidad no hay diferencia, porque todos son uno solo. Pero hasta que no se llega a este estado de conciencia sí hay diferencia, porque es casi seguro que el individuo sentirá una división del Ser Único, cosa que no es posible sino en la ignorancia de la actividad externa mental.
Cuando el estudiante piensa en esa expresión, exterior, debe en todo momento recordar que es la actividad externa de la inteligencia única, guardándose así él mismo contra la división —en su propia conciencia— de este magno y único poder Divino centrado en él.
De nuevo debo recordarte que este Gran Poder Ilimitado de Dios no puede introducirse en tu uso exterior sino por virtud de tu propia invitación. No hay sino una sola clase de invitación que pueda hacer que fluya, y es tu sentimiento profundo de amor y devoción.
Cuando uno haya generado el Círculo Electrónico en torno a sí mismo, no hay otro poder que lo pueda penetrar sino el Amor Divino. Y en cuanto a penetrar en el Radiante, Candente Círculo de la Deidad, es sólo tu Conciencia de Amor Divino lo que puede penetrarlo, y a través del cual la Deidad retoma su Gran Derrame, el cual te llega a través de mensajeros tan trascendentes que sobrepasan en tal forma tu concepto actual, que no es posible transmitirte en palabras la Majestad del amor, sabiduría y poder de estos grandes seres.
Permíteme recordarte de nuevo que aquel estudiante que «ose y calle» se encontrará elevado a la radiante trascendencia de esta esfera interna. Y será por medio de su visión y experiencia que logrará comprender esto que te estoy diciendo. El Alma que posee suficiente fuerza para vestirse de su armadura de Amor Divino y avanzar, no encontrará obstrucción alguna, pues no hay nada entre su presente conciencia y esa Esfera de Magna Trascendencia Interna que obstruya el acercamiento del Amor Divino.
Cuando tú hayas mirado y tocado dentro de este Círculo Interno, vas a comprender cuan imperfecta es la presente expresión del Amor Divino. Una vez que uno hace conciencia de estas Grandes Esferas, a las cuales uno puede llegar, se encuentra sin temor alcanzando más y más profundamente la radiación interior de ese Gran Eje Inteligente del cual han procedido toda creación y todos los mundos.
Hay entre ustedes almas fuertes y valientes, que comprenderán esto y que pueden usarlo para gran bendición propia y de los demás. Hay también otros que comprenderán que la Presencia que late en cada corazón es Dios, que la esencia que surge para vitalizar la forma exterior es Dios en acción, que la actividad que hace circular la sangre por todo el cuerpo es Dios. Entonces, amado estudiante, pon atención a lo siguiente: ¿No ves tú qué gran error es hundirse en la ignorancia del ser exterior y sentir dolor, molestias, perturbaciones, todo creado por la ignorancia y actividad de ese ser, cuando unos momentos de meditación te harán realizar que no puede haber sino una Presencia, una Inteligencia, un Poder que es Dios actuando en la mente y el cuerpo?
¿Ves tú ahora cuán sencilla, aunque poderosa, es esta conciencia dentro de ti, que puede soltar el pleno reconocimiento de la Grande y Pura Actividad de Dios a la mente y el cuerpo, y que permite que la maravillosa y trascendente Esencia llene cada célula hasta derramarse?
A mí me parece que tú no puedes menos que captar la sencillez de tu propio Ser Interno actuando en ti mismo. Vuélvete constantemente hacia Él. Ámalo, alábalo, ordénale que surja en cada célula del cuerpo, en cada necesidad de la actividad externa, en el hogar, con los negocios, etcétera. Cuando tu deseo se proyecte revestido en la Presencia, Poder e Inteligencia de Dios, no puede fallar. Tiene que traer aquello que tú necesitas o deseas, ya que el deseo no es sino una actividad menor que un decreto y el decreto es el reconocimiento del deseo cumplido. Yo te aseguro que no debes jamás tener ningún temor respecto al uso de este gran Poder.
Bien lo sabes tú sin que se te diga que si lo usas mal, generarás inarmonía. Si lo usas constructivamente, te traerá tales bendiciones que no puedes sino vivir alabando y dando gracias. Este Poder está esperando tu dirección consciente.
La persona que dijo un día bíblico: «¿Quién de vosotros puede con el pensamiento añadir un codo a la estatura?», ahogó la actividad y el progreso individual, ya que el pensamiento y el sentimiento son el Poder Creador de Dios en Acción.
El uso incontrolado del pensamiento y el sentimiento han traído toda clase de discordias, enfermedades y molestias. Sin embargo, pocos son los que creen esto, y continúan creando caos en sus mundos con sus pensamientos y deseos desordenados cuando podrían, tan fácil como respirar, tornar a usar su pensamiento constructivo, y con el motivo del Amor, construirse un paraíso perfecto en un período de dos años.
Hasta la Ciencia ha comprobado que la forma exterior y el cuerpo interior se renuevan completamente en pocos meses; de manera, pues, que por medio de la aplicación de las leyes verdaderas del Ser ¡cuán fácil es causar la perfección del cuerpo exterior entero, y que cada órgano recobre su actividad normal y perfecta en poco tiempo! Sería imposible que la inarmonía entrara en el pensamiento o en el cuerpo. Esta es la puerta abierta de Dios ante ti que ninguno puede cerrar sino tú; que nadie puede obstruir ni interferir. Usa valientemente tu dominio y poder Divino y se libre.
No puedes mantener esta libertad perfecta sino por medio del conocimiento consciente y aplicado. Te voy a dar un secreto, que si fuera comprendido por el individuo iracundo o discordante lo arrancaría de esa actividad destructiva, aunque no fuera sino por un motivo puramente egoísta. La persona iracunda, condenadora, que envía pensamientos y palabras destructivas hacia otra, recibe de vuelta la cualidad negativa con que cargó sus sentimientos, palabras y pensamientos. En cambio, la otra, si está estabilizada en su poder Divino, recibe la energía que le haga falta, calificándola. Así el creador de discordias a través de su ira y condenación, se está destruyendo él mismo, a su mundo y asuntos.
He aquí un punto vital que deben comprender los estudiantes. Cuando uno conscientemente busca alcanzar el Círculo Electrónico Interior de Dios, hace de su expresión y actividad exterior un canal incesante para el flujo de la Esencia pura que le viene de la Divinidad. Esto en sí, aunque él se conserve completamente silencioso, es uno de los más grandes servicios, conocido por pocos seres que están conscientes de lo que significa para la humanidad.
Aquel que está tratando de alcanzar el interior del Círculo Electrónico Interior llega a ser un manantial continuo; y la propia radiación es una bendición para la raza humana.
Así, centuria tras centuria, han habido aquellos altruistas mensajeros de Dios a través de los cuales es derramada, para la bendición de los que no comprenden, la Presencia Elevadora de esa energía fluyente. Cuando se encuentran uno o más que puedan ser un canal para esta gran presencia acumulada, semeja los primeros goteritos de una filtración en una represa.
A medida que se mantiene firme la conciencia, y a medida que se aumenta la brecha en la represa, mayor volumen de agua pasa y, al final, toda obstrucción es eliminada y se proyecta íntegra la fuerza para ser utilizada.
Al contrario del agua estancada que se desborda, disipándose porque no tiene dirección, el Poder Divino, así soltado, va directamente al canal de conciencia más receptivo, y allí se amontona esperando la oportunidad de manifestarse más y más.
Así, el estudiante de la Luz, aparte de su actividad en dispensar la Verdad, se convierte, como quien dice, en un pozo artesiano de cuyas profundidades fluye esta magna esencia de Dios.
Los estudiantes deben en todo momento recordar que no importa que hayan cometido en errores. Dios jamás critica ni condena, sino que en cada tropiezo dice dulce y amorosamente «levántate, hijo, y comienza de nuevo, continúa ensayando hasta que logres la verdadera victoria y la libertad de tu dominio divino».
Siempre, cuando uno se hace consciente de haber cometido un error, el primer acto debe ser invocar la Ley del Perdón y pedir fuerza y sabiduría para no repetir el error una segunda vez. Dios, todo amor, tiene una infinita paciencia y no importa el número de nuestros errores siempre se puede decir: «Elévate y sube al Padre». Tal es el amor y la libertad en que los Hijos de Dios tienen el privilegio de actuar. No hay sino un solo proceso invencible, evolucionador y es a través del poder de generar conscientemente el Amor Divino. El Amor, siendo el eje de toda vida, cuanto más lo usemos conscientemente, más fácil y rápidamente libraremos el magno Poder de Dios que, como una gran fuerza acumulada, siempre está esperando una apertura para proyectarse por nuestra propia conciencia.
Por primera vez en muchas centurias, los faros o rayos de la Ciudad Dorada, situada en el Plano Etérico sobre el Desierto de Sahara, están puestos en operación activa sobre América y la Tierra toda. Puede que haya algunos individuos que puedan ver estos rayos sin saber lo que significan.
El hombre no puede seguir pensando que puede continuar generando fuerzas destructivas y seguir sobreviviendo. Aquellos que pueden esparcir el conocimiento del Círculo Electrónico, ya no deben ser privados de sus beneficios. Que lo divulguen junto con la alerta.
Usa esta afirmación: «Yo Soy la actividad cumplida y el poder sostenedor de toda cosa constructiva que yo desee». Úsalo como un decreto general, porque el poder sostenedor está en todo lo que existe. Yo Soy aquí y Yo Soy allí, decretado en todo lo que quieras lograr, es un estupendo decreto para usar la Única Actividad y para elevarse por encima de la conciencia de separación.
El fuego creador que Yo Soy es la Llama de Dios. Su Presencia Maestra está anclada en el corazón de todos los hijos de Dios, aunque en algunos no es sino una chispa. Sin embargo, al tratarla correctamente, esa chispa puede convertirse en un gran Fuego Creador y una Llama Consumidora.
Esta Magna Presencia en sus actividades múltiples es la actividad omnipresente que todos pueden usar sin limitación, solamente si pudieran quitar de su conciencia aquello que no es sino apariencia y que los ha atado a través de años sin fin.
Hoy, el Cetro de Poder y Autoridad está a la vista frente a cada estudiante que va adelantando. Al principio puede alcanzarlo mentalmente y tomar ese Cetro de Autoridad y usarlo; pero pronto se dará cuenta de que lo puede usar casi tangible y visiblemente.
No es una promesa vana que aquellos que buscan la luz recibirán este dominio. Cuando atravesamos un bosque sabemos que podemos regresar por el mismo sendero, pero la decisión es nuestra. Asimismo, después de centenares de años buscando poder y autoridad en lo exterior, encontramos que mañana habrá desaparecido, como si estuviera sobre arena movediza.
Por la aceptación gozosa de tu dominio Divino puedes pisar firmemente la base segura de la Roca de la Verdad, que es Dios mismo, y de la cual ningún disturbio exterior puede jamás tocarla una vez que tú lo hayas aprendido por experiencia propia.
Los estudiantes de la Verdad se preguntan por qué vacilan en su decisión de mantenerse firmemente asidos o anclados en la Presencia de Dios, ya que esto representa el dominio que andan buscando. No analizan la forma en que están actuando para indagar qué es lo que están haciendo que les cause tal perturbación y duda; pero, para aquellos que aprovechan la autoridad que les pertenece e investigan profundamente en sus propias causas, les será muy fácil separar la cizaña de los granos de oro y sentirse pronto libres de la perturbación que les hace dudar de ellos mismos, y hasta de la Presencia de Dios, que late en sus corazones.
Cuando los estudiantes tengan consigo mismos y con Dios, la Presencia Yo Soy, la suficiente honradez para arrancar todo lo que esté causando ese disturbio interior, sentirán esa Magna Luz, irradiación del Gran Ser Divino, y encontrarán que con poco esfuerzo e inteligencia se convierte en Poder. Fuerza y Seguridad asidos a esa Roca de la Verdad que es una de estas Grandes Joyas del Reino de Dios; y esta Luz deslumbradora los envolverá a la más leve invitación.
¡Oh estudiante de hoy! Mantente asido a esta Magna Presencia que late en tu corazón, cuya vida fluye a través de tus venas, cuya energía se derrama en tu mente. Tú tienes libre albedrío y puedes calificarla y bendecirla para que te perfeccione o te haga imperfecto. Recuerda siempre que por aquello de no invocar esta Magna Presencia te has encontrado creando inarmonías y desórdenes. Tienes que darte el tiempo suficiente para lograr el pleno reconocimiento a este gran poder y entregarle toda la actividad de tu vida.
No te impacientes porque las cosas no se compongan tan rápidamente como a ti te gustaría. Ellas funcionan de acuerdo con la velocidad de tu propia aceptación y la intensidad de tus sentimientos.
Esta gran energía que surge a través de tu cuerpo y mente, es la pura energía electrónica de Dios, la Gran Presencia Yo Soy. Si tus pensamientos son mantenidos gozosamente en tu ser divino, como origen de tu ser y tu vida, esa energía pura electrónica actuará sin cesar, e incontaminada, por calificación discordante humana.
Pero si tú permites, consciente o inconscientemente, que tu pensamiento comience a infestarse con la discordia que a menudo lo rodea, tú mismo le cambias el color y la calidad de esta energía radiante y pura.
Ella está obligada a actuar, y tú eres el que dicta cómo ha de comportarse hacia ti. No creas jamás que tú puedes escapar de este hecho sencillo. Es una Ley inmutable y ningún ser humano puede cambiarla. Los estudiantes tienen que comprender y mantener esta actitud si desean hacer progresos continuos.
Yo les digo amados míos, que por más que duden, teman y se rebelen ante la auto-corrección, ella es la puerta abierta a su propia gran iluminación y libertad de toda la limitación humana exterior.
Hay muchos estudiantes que cuando llegan a un cierto grado de comprensión, los resultados de sus actividades purificadoras les son revelados y enfrentándose a los muchos errores cometidos y que hay que corregir, se desconsuelan criticándose y condenándose ellos mismos y a Dios. Este es otro gran error. Todo aquello que les es revelado para ser corregido, debe alegrarles grandemente, puesto que es una oportunidad para adelantar corrijiéndo errores que antes estaban ocultos. Conociendo que Dios es el poder de pensar, saben que tienen dentro el poder de corregirse y deben poner manos a la obra.
La vida de Dios que les late en el pecho es prueba suficiente de que poseen la inteligencia y el Poder de Dios con que disolver y consumir todos los errores y creaciones discordantes que han fabricado en su contorno, consciente o inconscientemente, y pueden decirles a estas creaciones indeseables: «Yo Soy la Magna Llama Consumidora que ahora y para siempre disuelve todo error pasado y presente, su causa y su núcleo y toda creación indeseable, por lo cual mi ser externo sea responsable».
Yo Soy