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Siglo XXI

Paul Strathern

Darwin y la evolución

en 90 minutos

Traducción: Antón Corriente

Revisión: José A. Padilla

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La formulación de Charles Darwin de la teoría de la evolución y su tan asumida idea fundamental de la «supervivencia de los más aptos» es, hoy en día, si no algo perfectamente demostrado, sí algo generalmente aceptado como lógico y evidente. En su tiempo, sin embargo, su revolucionaria obra El origen de las especies y la noción de que la humanidad es solo un paso más en un proceso de supervivencia y selección en desarrollo fueron escandalosas.

Darwin y la evolución constituye un brillante repaso a la vida y obra de Darwin y ofrece una explicación clara y accesible del significado y la importancia de la teoría de la evolución y de lo que implica para el mundo en que vivimos.

«90 minutos» es una colección compuesta por breves e iluminadoras introducciones a los más destacados filósofos, científicos y pensadores de todos los tiempos. De lectura amena y accesible, permiten a cualquier lector interesado adentrarse tanto en el pensamiento y los descubrimientos de cada figura analizada como en su influencia posterior en el curso de la historia.

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Título original

The Big Idea: Darwin and Evolution

© Paul Strathern, 1998

© Siglo XXI de España Editores, S. A., 1999, 2015

para lengua española

Sector Foresta, 1

28760 Tres Cantos

Madrid - España

Tel.: 918 061 996

Fax: 918 044 028

www.sigloxxieditores.com

ISBN: 978-84-323-1725-5

Introducción

En nuestros días el concepto de evolución parece algo tan evidente que es difícil concebir la aparición del mundo sin él. Darwin ha corrido la suerte que deseara para sí Freud, que dijo: «Espero que algún día la gente se pregunte: ¿Qué tenía de particular ese Freud? Todo lo que dijo era perfectamente obvio». Por otra parte (como ocurre con Freud) cuando las ideas de Darwin se examinan detenidamente, pueden parecer poco científicas o incluso carentes de significado. A fin de cuentas, «la supervivencia del más apto» no significa más que «la supervivencia de los que sobreviven».

En cualquier caso, es innegable que Darwin es uno de los pocos pensadores que han cambiado por completo nuestra concepción de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Tras él, nada volvería a ser igual y no habría retorno posible. Después de Darwin, el hombre dejó para siempre de ser una especie privilegiada.

Darwin llegó al final de la revolución que comenzó en el siglo XVI con Copérnico. La Tierra giraba alrededor del Sol: ya no éramos el centro del Universo. Más significativo aún, se descubrió que las leyes científicas eran aplicables a los cielos. (Hasta entonces se creía que solo valían para la Tierra.) Darwin completó esta revolución mostrando cómo la ciencia se aplica incluso a la vida misma. Todo era científico y la humanidad no era ya el centro de nada, solo otra especie en un proceso evolutivo. Al principio esto era inaceptable y escandaloso, porque minaba nuestra idea misma de lo que éramos. Pero los seres humanos son criaturas resistentes: no en vano los factores genéticos de los que son resultado han durado 5.000.000.000 de años. En contra de lo esperado, este autoconocimiento no nos ha reducido a «autómatas científicos». Al igual que el hombre que nos metió en esta situación, permanecemos «humanos, demasiado humanos».