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GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

Rimas

Fondo de Cultura Económica

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA

Tomado de
Obras completas, Bruguera, 1974

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GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER, el romántico por excelencia, el último recurso de los enamorados, nació en Sevilla (con el nombre de Gustavo Adolfo Domínguez Bastida) en 1836, para entrar en una vida de grandes pasiones que duró sólo treinta y cuatro años.

Incapaz de llevar una rutina práctica, Bécquer pasó de un trabajo al siguiente con poco éxito: fue censor de novelas (puesto que ocupó por las necesidades familiares), dramaturgo con escasa vocación y crítico literario, en un intento por alejarse de la vida periodística y los cargos burocráticos, que despreciaba.

Aunque poco se sabe de su biografía, se cree que escribió la primera de las Rimas en 1859, y la mayor parte de ellas entre 1860 y 1861, a raíz de su gran romance con Elisa y, luego, de su rompimiento con ésta. Otros nombres, como los de las hermanas Julia y Josefina Espín, y el de Casta, se mencionan también, por ser mujeres que inspiraron los versos amorosos de Bécquer.

La imaginación desbordada de Bécquer, su sencillez y espontaneidad lo convirtieron en uno de los más célebres románticos. Fue Bécquer el precursor del movimiento moderno en España y uno de los primeros simbolistas; a partir del trabajo de poetas como él, los contemporáneos se valieron del símbolo y no del significado recto de las palabras, basándose además en gran medida en la poesía popular, cuya valorización es parte fundamental del movimiento romántico. La sencillez que se reconoce en la poesía de Bécquer nace, en realidad, de un intenso trabajo en la búsqueda de las palabras, de un total dominio del lenguaje y de los vericuetos de la métrica.

Autor de leyendas y narraciones en prosa, artículos de confesión personal y de costumbres, y de pocas obras teatrales, Bécquer es recordado siempre por sus Rimas, entre las que se encuentra aquella hermosa definición de la poesía y muchos otros versos amorosos, reunidos ahora por FONDO 2000.

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