NATURALISTAS
EN LA COCINA
federica buglioni
anna resmini
Una Guia Para Pequeños científicos y grandes gourmets
Título original:
Naturalisti in cucina
© 2019 Federica Buglioni (texto)
© 2019 Anna Resmini (ilustraciones)
Traducción: Maia F. Miret
© 2019 Topipittori, Milán
http://www.topipittori.it
D.R. © Editorial Océano, S.L.
www.oceano.com
D.R. © Editorial Océano de México, S.A. de C.V.
www.oceano.mx • www.oceanotravesia.mx
Primera edición impresa: 2020
Primera edición libro electrónico: 2020
eISBN: 978-607-557-161-4
Reservados todos los derechos
3
S
i te atrae la naturaleza en todas sus formas
tal vez seas un naturalista.
Si te encanta observar guijarros y hojas y adoras
recoger caparazones, semillas o ramitas
probablemente eres un naturalista.
Si no te asustas cuando encuentras una telaraña,
pelas las mandarinas para maravillarte por la
geometría de sus gajos y eres fan de esa hormiguita
que se escondió bajo el refrigerador, no hay duda:
¡eres un naturalista!
Lo que los cocineros llaman verduras, frutas y especias
para ti son semillas, bayas y raíces, y todas te recuerdan
la belleza y los secretos del mundo silvestre.
Existen muchos libros de cocina para cocineros,
pero éste es el primer libro de cocina para ti,
que eres un naturalista.
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mitad
El trabajo de
los cocineros
es transformar
los alimentos.
A los naturalistas,
en cambio, primero
les gusta observarlos,
sin prisa, por dentro
y por fuera.
limón
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A veces no ven nada especial, pero con frecuencia encuentran detalles curiosos: círculos, triángulos,
estrellas, espirales y otras características que se repiten, como las simetrías.
Cuando lo que observas te recuerda la rueda de
una bicicleta quiere decir que estás frente a una
simetría radial.
Cuando parece que hay un espejo a lo largo
del eje central has encontrado una simetría
bilateral.
La simetría es muy común en el mundo natural. Obsérvate en el espejo: también tú eres simétrico.
naranja
pera
manzana
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La simetría natural
casi nunca es perfecta.
Es difícil encontrar dos
frutas iguales o dos
mitades idénticas.
Gracias a esas pequeñas diferencias
la naturaleza experimenta con nuevas
posibilidades: frutas más anchas o más largas,
más grandes o más pequeñas, tal vez capaces
de atraer mejor a los insectos polinizadores o de
dispersar sus semillas de formas más eficientes.
Los instrumentos de los naturalistas
en la cocina:
el cuchillo.
Para observar cuidadosamente la comida es útil
aprender a usar el cuchillo; verás que no es difícil
cortar en rodajas o a la mitad. No sostengas los
vegetales en el aire: apóyalos en una superficie
lisa y estable. Los dedos siempre deben estar
frente a la hoja. Si la fruta no es grande forma un
kiwi
coliflor
puente con el pulgar y el índice y pon el cuchillo
entre los dos para que los dedos permanezcan
seguros. Empieza a practicar con ingredientes
suaves o pequeños (bananas, fresas, calabacitas)
y prueba poco a poco con alimentos más grandes
o duros, como kiwis, manzanas, limones…
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En una hoja de papel dibuja y colorea la parte que falta, sin preocuparte por la perfección: en la
naturaleza no hay nada nada más natural que las cosas ligeramente asimétricas.
cebolla
pepino
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Un
corte horizontal, por otro lado, revela
cómo están acomodadas
las hojas o los bulbos y cuánto espacio
ocupan la cáscara, la
pulpa y las semillas.
Cortar en sentido vertical
puede ayudarte a entender cómo
creció y se desarrolló un alimento
o a apreciar el contraste de colores.
higo
fresa
col morada
ajo
zanahoria
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Muchas veces, al cortar frutas te encuentras con
las semillas: pequeñas y delicadas como las del
pepino y el tomate o grandes y leñosas como las
del durazno y las aceitunas.
Si las semillas son duras no podrás cortarlas con
la hoja del cuchillo. Es inútil insistir: corta sólo
la pulpa, y luego haz girar la fruta para que la
semilla no se dañe y puedas observarla,
secarla y tal vez plantarla.
A veces la simetría se esconde.