MIRYAN P. AYALA
Ayala, Miryan P.
Extensión rural & forestal : conceptos, métodos y técnicas / Miryan P. Ayala. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2020.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: online
ISBN 978-987-87-0749-5
1. Ensayo Económico. 2. Asistencia Técnica. 3. Desarrollo Tecnológico. I. Título.
CDD 333.01
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Impreso en Argentina – Printed in Argentina
A Joaquín Amilcar, mi hijo,
motor de todos mis proyectosA mi madre, Virginia,
de quien aprendí la fortaleza y la capacidad de resiliencia..A mi padre de corazón, Jorge,
de quien aprendí que se lucha hasta alcanzar los sueños.
El presente material de trabajo es una recopilación bibliográfica elaborada sobre la base de los programas de las asignaturas Extensión Rural y Forestal.
Pretende transformarse en una guía para la formación del extensionista, ya que la extensión es un proceso educativo no formal que se inicia en el cursado, pero que se perfecciona con la práctica.
Miryan AYALA
La extensión en su definición más simple es entendida como un proceso educativo no formal que contribuye al desarrollo.
Entre sus componentes encontramos la asistencia o asesoramiento técnico, la transferencia de tecnología y la comunicación.
El proceso de enseñanza-aprendizaje se cumple en función de un objeto de cambio que es la innovación tecnológica.
Por ello, según Reichart (1987) “el asesoramiento técnico sólo es inherente a la extensión cuando es parte del proceso educativo, o sea cuando es el medio pero no el producto final, diferenciándose por el propósito”.
La extensión constituye un “proceso dinámico de enseñanza-aprendizaje, tendiente a lograr un cambio de actitud con fines de mejorar la capacidad crítica de las personas, para favorecer la toma de decisiones en situaciones cambiantes y permitir un desarrollo personal y empresarial con igualdad de oportunidades (Cardozo, 1993).
El significado del término “extensión” es bien conocido y aceptado por quienes trabajan en organizaciones y servicios de extensión, pero no es bien comprendido por la mayoría. Como no existe una única definición de extensión, presentamos algunas versiones y tratamos sus aplicaciones.
La expresión “extensión universitaria” o “extensión de la universidad” fue la primera comúnmente usada en Inglaterra en los años 1840, e incorporada al inicio de la Royal Commission en la University y Colleges de Oxford (1852); fue expuesta ampliamente y asumida de la realidad por WILLIAM SEWELL en Suggestions for the Extension of the University (1850). Los primeros pasos prácticos tuvieron lugar en 1867-68 cuando JAMES STUART, Fellow del Trinity College, Cambridge, dio conferencias para mujeres y en “asociaciones y clubes de trabajadores”, en el norte de Inglaterra. STUART es considerado frecuentemente como el “padre de la extensión universitaria”. En 1871, STUART logró la atención de las autoridades de la Universidad de Cambridge y les indujo a organizar centros de extensión para dar conferencias bajo la supervisión de la universidad. Cambridge adoptó formalmente el sistema en 1873, seguido por la Universidad de Londres en 1876, y por la Universidad de Oxford en 1878. Por los años 1880, el trabajo fue definido como “movimientos de extensión”. Con esto la universidad extendió su trabajo a lugares alejados de su entorno.
La “extensión agraria” llegó a ser comúnmente conocida en los Estados Unidos, en los primeros años del siglo XX, cuando se formó el Servicio de Extensión Cooperativo en cada estado, asociado a las Escuelas o Departamentos de Agricultura. Cada estado de la Unión había obtenido tierra otorgada por el gobierno federal, donde se fundaron estaciones de experimentación agraria y se edificaron instalaciones para establecer asociaciones educativas o escuelas agrícolas. La mayoría de estas escuelas son ahora universidades prestigiosas; son los cuarteles generales de las agencias de extensión de condado, y las bases estatales de los servicios de extensión o asesoramiento agrario.
Es posible ejercer influencia sobre las personas a través de la extensión de muchos y diversos modos, aunque la gente frecuentemente piensa solo en cómo está organizada la extensión. Por lo tanto, ilustraremos algunos ejemplos para explicar los significados de palabras que son empleadas en lugar de “extensión” con objeto de describir los procesos que tienen relación con ella.
En Holanda, y según lo expresado por Van den Ban y Hawkins (1996), por ejemplo, usan la palabra voorlichting que significa iluminar la senda hacia adelante para ayudar a la gente a encontrar su camino. Esta terminología, introducida inicialmente por los administradores de las colonias, es frecuentemente utilizada en algunos países poco industrializados, a pesar de que en ellos podrían necesitarse diferentes tipos de extensión. Por ejemplo, Indonesia sigue el ejemplo holandés y hablan de “alumbrar el sendero adelante con una antorcha (penyuluhan)”, mientras en Malasia, donde hablan un lenguaje muy similar, utilizan la palabra inglesa y estadounidense “extensión” (perkembangani). Los ingleses y los alemanes dicen “asesorar” (beratung), que implica que un experto puede asesorar respecto al mejor modo de alcanzar un objetivo, pero dejan la responsabilidad final para seleccionar la forma de hacerlo. Los alemanes también utilizan la palabra “iluminar” (aufklärung) en educación para la salud, destacando la importancia de aprender los valores en los que se basa la buena salud, y enfatiza qué debemos saber y en qué dirección. También hablan de “educación” (Erziehung), como en los EE. UU., donde ponen de relieve que el objetivo de extensión agraria es enseñar a la gente para que resuelvan ellos mismos sus problemas. Los austríacos dicen “promover” (förderung) o inducir hacia una dirección deseable, que es bastante similar al término “guía rural” que emplean en Corea. Los franceses emplean “vulgarización”, que pone el acento en simplificar el mensaje para el “hombre común”, mientras que en España a veces aplican la palabra “capacitación” que pone de manifiesto la intención educativa destinada a aumentar las habilidades, normalmente con el significado de “adiestramiento”.
Hemos tratado en las anteriores líneas de procesos distintos que tienen algunas similitudes, pero poseen también importantes matices diferenciales. La mayoría de los servicios de extensión agraria aplican una mezcla de todos esos procesos, pero siempre con la misma combinación de elementos componentes. La mezcla específica empleada por una determinada organización está basada, a menudo, más en la tradición que en serias consideraciones de por qué combinan lo más apropiado a cada situación. Esto crea confusión cuando la gente de diferentes organizaciones, o adiestrados en distintas instituciones, tratan de extensión agraria. Sin embargo, hay varios significados comunes para el término, uno de los cuales es: “extensión involucra el uso deliberado de la comunicación de la información, para ayudar a la gente a formar opiniones razonadas y a tomar decisiones acertadas”.
Algunas diferencias de opinión acerca del significado de “extensión” tratan cuestiones tales como:
Muchas organizaciones de extensión ponen su atención en todos los aspectos que se han mencionado. Los agentes de extensión agraria aportan información acerca de las normas institucionales agrarias y sus razonamientos, y se esfuerzan estimulando ciertos aspectos del desarrollo considerados deseables. Por ejemplo, alientan a los agricultores a evitar que practiquen actividades que solucionen el medioambiente, y los ayudan a actuar como productores modernos y eficientes. Sin embargo, en todo caso, la principal tarea de los agentes de extensión agraria es ayudar a los agricultores a tomar decisiones convenientes.
En este libro hay un marcado énfasis sobre extensión en el sentido de asesoramiento, Beratung, como un proceso de ayuda a las personas para que tomen decisiones mediante la elección entre soluciones alternativas a sus problemas. El trasfondo común de los escritores de las facultades de agricultura está dudosamente influenciado por este énfasis. Aquí también ponemos atención en que los agricultores tomen conciencia de sus problemas, y que sepan cómo pueden definir sus objetivos y oportunidades reales, cuando los agentes de extensión dejan tomar a los agricultores las decisiones que consideren óptimas para satisfacer sus objetivos y condiciones personales.
Nuestra definición inicial de extensión requiere algunas explicaciones. Ayudar implica que los intereses de los agricultores son nuestro punto de arranque. El agricultor decide a menudo por sí mismo qué es lo importante, pero hay ocasiones en que el agente de extensión decidirá, en su lugar, lo mejor. Por ejemplo, un especialista en veterinaria deberá decir al agricultor qué es lo mejor en interés de la sociedad, en conjunto, así como para el ganadero como individuo, cuando aplica ciertas medidas de control o prevención para limitar la propagación de enfermedades específicas.
Tomar decisiones es una necesidad cuando la situación presente no se corresponde con la situación deseada. Esto es un problema, solamente si no sabemos qué hacer para lograr la situación deseada. Los problemas difíciles pueden requerir ayuda exterior tal como la que pueden proporcionar los agentes de extensión, si son competentes para ello. Las tareas simples pueden ser solucionadas sin ayuda, pese a que un agricultor puede apreciar que la ayuda es conveniente. En este caso, el agente de extensión proporciona un servicio más que un acto educativo.
Los problemas que impiden que los agricultores logren sus objetivos son barreras que extensión debe ayudar a superar y dependen de la naturaleza de los problemas.
Ahora podemos definir extensión, sistemáticamente, como un proceso que:
Dejando a Van den Ban, Mario Barrientos (2000) por su parte nos aporta otra visión conceptual de la extensión en la siguiente definición:
“Proceso educativo no formal en el cual los agentes intervinientes, el técnico por una parte y el productor y su familia, por la otra, a partir de su interacción sobre un determinado objeto de conocimiento (la unidad de producción, un canal de comercialización, un cultivo, etc.), promueven su propio desarrollo integral y como consecuencia de ello su participación activa, autónoma y solidaria en procesos organizativos, administrativos y tecnológicos que contribuyan a su propia transformación y a la transformación y desarrollo de la sociedad”.
Es importante realizar un análisis de cada una de las planteadas. Seguramente podríamos construir otras más.
Si bien la extensión surge como un concepto amplio, posteriormente en América se va restringiendo a lo rural. Nace en Cambridge, Inglaterra en 1873, con el término “extensión educativa”, la cual se define como: “las acciones que permiten llevar los conocimientos desde la universidad hasta la comunidad”.
Más tarde, en América, este concepto se utiliza específicamente dentro del sector rural y así se va desarrollando la extensión agrícola, unida a los modelos de desarrollo que van apareciendo. De esta manera, se fueron sucediendo en el tiempo (por intento de superar los puntos críticos encontrados en los modelos) distintas corrientes teóricas, que fueron modificando consecuentemente las prácticas de la extensión agrícola.
Surge en EEUU, en 1914. Define a la extensión agrícola como el “sistema de educación no formal que lleva la información generada en las universidades hacia los agricultores, para mejorar sus condiciones de vida y aumentar su producción”. Y es con este concepto con el que la Secretaría de Agricultura de los EE. UU. difunde el trabajo de extensión agrícola a toda América Latina en la década del 50.
Así, en la Argentina nace el INTA en 1956, siguiendo esta conceptualización vertical de la extensión agropecuaria, cuyo modelo era la generación y transferencia de tecnología donde la investigación se desarrollaba en las estaciones experimentales y luego pasaba a las agencias de extensión para ser difundida a los productores.
Este sistema está basado en la teoría de Rogers del modelo difusionista. Debido a los cuestionamientos que este tuvo es que posteriormente surgen los métodos grupales, la incorporación de técnicas sociológicas y el uso de demostraciones en el trabajo técnico con los productores agropecuarios.
Críticas al modelo: la generación de tecnología no era apropiada a las condiciones reales de producción, ya que no se consideraba la heterogeneidad ecológica y socioeconómica y además suponía que la toma de decisión de los productores se realizaba solo en función de maximizar rendimientos, por lo que si se rechazaba una tecnología era debido a la ignorancia.
Surge al hacer crisis el modelo anterior debido a la acelerada urbanización y otras consecuencias que produjeron violencia generalizada en la gente. Este nuevo modelo a través de estrategias globales de desarrollo social y económico plantea alcanzar el progreso de las comunidades a mediante de su participación voluntaria.
Críticas al modelo: el apoyo externo que requería (tanto técnico como financiero) trajo aparejada una invasión cultural (de valores, visiones y procedimientos ajenos a la comunidad), dejando de lado los factores estructurales de los problemas locales, lo que implicó el fracaso del modelo.
Aparece en la década del 60 impulsado por la Unesco. Es el primer esfuerzo en vincular la educación con el proceso de desarrollo de la sociedad de una nación. Significó un paso cualitativo. Se direccionó la educación hacia los adultos como un elemento funcional del proceso de industrialización y modernización agrícola. Ya no se tomaba a la educación como una acción a favor de los pobres, sino que se la dirigió hacia la capacitación técnica y elevación cultural de la sociedad en general. Acá no solo se dispone de tecnología, sino que también se tienen en cuenta las características del contexto y los factores socioeconómicos de cada unidad de producción al momento de la toma de decisiones.
Se inicia en la década del 70 en América Latina, inspirado en las ideas de Paulo Freire. Elabora metodologías que promueven la organización y capacitación de pequeños productores campesinos.
Es netamente participativa y tuvo amplia influencia en los extensionistas de nuestro servicio nacional.
Está basada en los siguientes conceptos: el punto de partida de la acción de extensión es la realidad concreta de los agricultores; trabajo grupal; proceso educativo-participativo que lleva a cambios de conducta, de actitudes y de relaciones sociales; existe un animador-promotor-coordinador que mantiene una relación horizontal entre integrantes, orientando y favoreciendo la reflexión y la acción.
Promovido por el Banco Mundial. Financiaba proyectos de “modelos de fincas o fincas tipo”, propiciadas por el Centro de Agricultura tropical de investigación y enseñanza (CATIE). También influye mucho en los extensionistas de nuestro país.
Lo comenzó a implementar el INTA en la década del 80, atendiendo las críticas al modelo difusionista. Se realizan actividades de investigación productiva en los propios sistemas de los productores, para convalidar la tecnología apropiada a su realidad socioeconómica y agroecológica.
Proviene del enfoque anterior y es originado por la revolución verde e impulsado por el CIMYT (Centro Internacional de Investigación por Producto: Maíz), que también supone realizar parcelas de prueba en campos de los agricultores, para que luego terminen adoptando tecnología apropiada.
Las condiciones actuales del desarrollo de la actividad agropecuaria, matizadas por la sustentabilidad y el mantenimiento del equilibrio de los agroecosistemas, le imprimen una dinámica que requiere que las funciones, estrategias y operacionalidad de los sistemas de extensión estén constantemente ajustándose a las condiciones de cada comunidad o región. Las principales funciones de la extensión agraria son las siguientes:
Las principales funciones de los extensionistas son las de planificar, ejecutar, dar seguimiento y evaluar las acciones de apoyo integral a los productores en aspectos de la investigación-desarrollo del sector agropecuario sobre la base de los resultados de los diagnósticos participativos. Para realizar esta función fundamental, el extensionista debe utilizar métodos y técnicas participativas de extensión e investigación-desarrollo y utilizar además la información que se genera de estos procesos para ayudar a la toma de decisiones de los productores.
Por último, el extensionista debe demandar el apoyo necesario de las instituciones de extensión de la provincia, de los dispositivos de servicios y asistencia técnica y de los institutos de investigación nacional o de sus respectivas estaciones experimentales, de los institutos politécnicos agropecuarios (IPA), de las universidades o unidades docentes en el área de su competencia, con el propósito de asegurar una mejor atención a los productores.
La extensión suele comprender todas o algunas de las siguientes funciones:
La extensión rural se fundamenta en la educación y utilización de la comunicación para promover cambios hacia el desarrollo rural de la población destinataria de su labor.
La extensión rural se define como el proceso en el cual se tiene como objetivo capacitar y motivar a un productor, un grupo o una comunidad, buscando un cambio de actitud y de comportamiento.
La extensión es sin lugar a dudas una disciplina aplicada que surgió como una rama de las ciencias sociales y que basa su accionar en tres grandes dimensiones: la educación, la comunicación y la información. Es un subsistema del sistema de desarrollo rural y por lo tanto es un instrumento de las políticas de desarrollo.
Entendida de esta manera tendría tres fundamentos:
La formación de formadores y la de consultores para el profesional que trabaja o aspira a trabajar con el sector e intervenir de forma positiva en los diferentes procesos de desarrollo utilizando herramientas y técnicas adecuadas a la situación.
La extensión tiene dos propósitos básicos: