Autores: Jesús Elías Benito Díaz
Mercé Barrientos Varela
Corrección del texto: José Antonio Cabello Largo
Diseño de la cubierta: David Carretero
Edición: Editor Service, S.L.
© 2020, Editorial Paidotribo
www.paidotribo.com
E-mail: paidotribo@paidotribo.com
Primera edición
ISBN: 978-84-9910-753-0
ISBN EPUB: 978-84-9910-941-1
Thema: SRMT
D.L.: Z 445-2020
Diseño de maqueta y preimpresión: Editor Service, S.L., Diagonal, 299; 08013 Barcelona
Índice
Prólogo
Introducción: por qué y por qué ahora
Breve historia del taekwondo olímpico
De los inicios al taekwondo actual
Análisis general del deporte
Aspectos generales y reglamentarios
El espacio
El tiempo
Los equipamientos
La puntuación
Las penalizaciones
El sistema de «asalto de oro»
La participación
Análisis sociomotriz, semiomotriz y condicional
El modelado técnico
Posición de combate
Desplazamientos (steps)
Kibon kisul (técnicas básicas de golpeo)
Técnicas básicas de golpeo
Encadenamientos y correcciones
El modelado táctico
Los tiempos de combate
Tiempos de ataque
Tiempos de contraataque
El concepto de «anulación»
El trabajo cuerpo a cuerpo
El sistema defensive
El planteamiento estratégico
Adaptaciones a los cambios reglamentarios y sistemas electrónicos
La competición
La labor del entrenador y del coach
Trabajo psicológico: visualización, autoinstrucciones y plan de competición
Visualización y autoinstrucciones
Plan de competición
Observación de adversarios (scouting)
Otros factores que inciden en el rendimiento
El cuerpo del competidor y su desarrollo
El entrenamiento invisible: control ponderal, hidratación y descanso
Zonas oscuras del proceso de entrenamiento: ¡cuidado!
Trastornos de los sistemas orgánicos
Otros peligros que acechan: lesiones y síndrome de sobreentrenamiento
Otros factores reforzadores o boicoteadores del éxito: el entorno del deportista
Decálogo de reflexiones sobre el proceso de entrenamiento
Urgencias en la sala de entrenamiento
Primeros auxilios
Traumatismos
Muerte súbita y deporte
Bibliografía
Algunos libros de consulta
Otra bibliografía específica por temas
Epílogo
Sobre los autores
El comienzo del fin de la vida se produce el día en el que guardamos silencio ante las cosas que nos importan.
Martin Luther King Jr.
«Imposible» es solo una palabra que usan los hombres débiles para vivir fácilmente en el mundo que se les dio, sin atreverse a explorar el poder que tienen para cambiarlo. «Imposible» no es un hecho, es una opinión. «Imposible» no es una declaración, es un reto. «Imposible» es potencial. «Imposible» es temporal. «Imposible» no es nada.
Muhammad Ali
En los deportes de combate, disponer de una seguridad completa haría indispensable algo completamente imposible: tener el control sobre las acciones del adversario.
La completa seguridad es, por tanto, inalcanzable. Sin embargo, es necesario aproximarse lo máximo posible a ella. Para eso hay que contar con un buen sistema de defensa, un método de contraataque oportuno y minar la confianza del oponente en sus recursos ganadores a través de la anulación de los mismos.
Prólogo
No hay sustituto para el trabajo duro.
Thomas A. Edison, 1847-1931
El trabajo de más de 13 años desarrollado en el Centro Gallego de Tecnificación Deportiva es el cimiento de esta obra. La programación y planificación de entrenamientos, la preparación de competiciones, el estudio de los adversarios y la revisión de los dispositivos electrónicos utilizados en los entrenos y la competición, todo ha sido minuciosa y cuidadosamente analizado y estudiado por Mercé Barrientos y Jesús Benito en este interesantísimo manual —uno de los pocos publicados en España—, donde se nos ofrece un riguroso y detallado análisis de la competición de combate de este deporte olímpico.
Taekwondo. Técnica, táctica, estrategia y competición es una obra que surge de la dedicación y el compromiso de sus autores con esta disciplina que tantos éxitos ha logrado para el deporte gallego y español, una disciplina que vivió uno de sus momentos de inflexión tras su incorporación, como sección deportiva propia, al Centro Gallego de Tecnificación Deportiva en el año 2004. La mera integración en este centro es una óptima medida del peso de cualquier modalidad deportiva en la apuesta genérica por el deporte competitivo, algo que, sin duda, el taekwondo gallego ha sabido devolver a lo largo de todos estos años. Desde entonces, la presencia de deportistas de nuestra comunidad en competiciones internacionales ha sido permanente, al tiempo que Galicia ha albergado citas competitivas de la talla del primer Campeonato de Europa sub-21 en 2009 o el Campeonato del Mundo Universitario en 2010. Una evolución, la gallega, que ha tenido su paralelo en todo el territorio español, donde este deporte ha logrado situarse como una modalidad deportiva con un peso específico en la alta competición gracias al constante buen hacer de las delegaciones de nuestros deportistas, que han alcanzado destacadas posiciones en los rankings mundial y olímpico.
Ciertamente, gran parte de la responsabilidad de este constante progreso, como ha ocurrido en otras especialidades deportivas relevantes de nuestro país, recae en la propia investigación deportiva, y contenidos como los de este libro se han vuelto indispensables en este entorno. Al respecto, un abordaje tan amplio del taekwondo —atendiendo al modelado técnico-táctico, al planteamiento estratégico, a las adaptaciones a los cambios reglamentarios y sistemas electrónicos y a la propia competición, así como a otros factores que inciden en el rendimiento y en el proceso de entrenamiento— resulta sin duda destacable y de enorme provecho para entrenadores y deportistas, tanto de cara a su preparación como en el propio desempeño durante la competición.
Desde este ámbito tan sustancial, Taekwondo. Técnica, táctica, estrategia y competición contribuirá a continuar por la senda de crecimiento del taekwondo español. Mi agradecimiento a sus autores.
José Ramón Lete Lasa
Ex-secretario de Estado para el Deporte
Secretario Xeral para o Deporte de Galicia
Introducción: por qué y por qué ahora
La discusión entre la concepción del taekwondo como arte marcial o como deporte viene de lejos y forma parte de una dialéctica más amplia que se da en otros deportes procedentes de las artes marciales. Por ejemplo, en el judo, la modalidad deportiva fundada por Jingoro Kano en 1882 a partir del jiu-jitsu; o en el kárate, originado sobre la base del arte marcial procedente de las islas Ryukyu. Ambos han sufrido o sufren las mismas tensiones entre estos dos puntos de vista. Al proyectar este libro hemos centrado nuestro interés en el deporte olímpico del taekwondo. Nuestro principal objetivo es aportar ideas a los entrenadores y deportistas que no buscan progresar como «artistas marciales» en general, sino, específicamente, alcanzar una meta deportiva.
¿Por qué? El taekwondo es un deporte en el que la tradición oral y la transmisión directa de conocimientos de maestro a alumno constituyeron la forma esencial de enseñanza-aprendizaje. Es proverbial la escasez de material bibliográfico sobre aspectos clave de nuestro deporte. Consultando a experimentados entrenadores se puede constatar que difícilmente, entre todos, podríamos nombrar diez manuales específicos a los que recurrir para apoyarnos en nuestra labor pedagógica. Los últimos libros dedicados a analizar la competición de taekwondo en España datan de 19931 y 1997.2 Desde entonces se han ido introduciendo numerosos cambios reglamentarios y tecnológicos en nuestro deporte que, sin duda, han modificado el modelo competitivo tradicional.
Así, en las últimas décadas se ha evolucionado desde una situación previa, en la que un deportista entraba en el dojang y practicaba repitiendo técnicas de un modo mecánico durante horas, hasta el momento actual, en el que se analizan los factores que inciden en el rendimiento, desde un punto de vista más científico, para trasladar nuevos planteamientos más efectivos al entrenamiento. Sin embargo, la evolución en la formación y la labor de los entrenadores se ha apoyado más en manuales de las ciencias aplicadas (sobre teoría del entrenamiento, preparación física, pedagogía, didáctica, psicología deportiva, nutrición…) que en literatura específica en la que se analice la lógica interna del combate. A pesar de que en los últimos años se ha registrado un incremento en la producción científica y técnica referente al taekwondo, todavía no hay manuales de divulgación que recojan esas investigaciones. Es preciso, creemos, que nos acostumbremos a publicar nuestras reflexiones y experiencias para contrastarlas con las de otros compañeros, que sean revisadas críticamente y actualizadas permanentemente, como ocurre desde hace décadas en otros deportes.
El primer proyecto serio de investigación relativa al taekwondo deportivo del que hemos tenido conocimiento data del período previo a los Juegos Olímpicos de 1988, celebrados en Seúl. Fue desarrollado en el Centro de Alto Rendimiento de Colorado Springs por Willy Pieter y John Heijmans en 1987.3 Asimismo, la primera tesis doctoral sobre el taekwondo de la que hemos encontrado referencias tiene fecha de 1989 y fue presentada en la Universidad de Montana por Scott Gerald Wohlin.4 Desde entonces se ha avanzado muy lentamente en el hábito de verter los conocimientos en publicaciones a fin de mejorar la formación de todo el colectivo y generar una mayor cultura deportiva con la que enriquecernos todos. De ahí que hayamos recogido en varios capítulos y en la bibliografía algunos textos que hemos manejado y consultado, así como un amplio listado de artículos divulgativos o científicos que se han venido publicando en estos últimos años, a los que dirigirse en busca de respuestas o nuevas perspectivas de análisis del taekwondo.
Este libro no es, ya lo veis, un manual de autodefensa o de aprendizaje de un arte marcial; pretende más bien aportar nuestro pequeño grano de arena divulgando conocimientos y experiencias adquiridos a lo largo de años de práctica y de competición deportiva. Hemos intentado resumir horas y horas de visionado de combates en directo, en grabaciones Beta o VHS, con cámaras digitales, con tabletas y, finalmente, a partir de retransmisiones por Internet. También hemos tratado de recoger el fruto de nuestra evolución personal desde las primeras experiencias empíricas de entrenamiento con las que tratábamos de ir más allá de la práctica tradicional; así como destilar el producto de la preparación de cursos y stages impartidos en múltiples lugares, de las charlas compartidas con tantos y tantos entrenadores amigos, del tiempo dedicado a observar en el gimnasio y el tapiz, y, por supuesto, de la lectura de manuales y artículos publicados por otros compañeros y colegas.
Escribir este libro nos ha permitido disfrutar de conversaciones, discusiones y consultas sobre este tema que nos apasiona. Así, recogiendo una síntesis de estos materiales en un documento, se han gestado su estructura y sus contenidos. Su objetivo es desentrañar, de algún modo, la lógica del lenguaje técnico, táctico y estratégico del combate de taekwondo; mejorar la comprensión del diálogo, o más bien dialéctica, que se establece entre los dos contendientes de un combate y entre estos y las circunstancias que los rodean. También pretende aportar nuestra visión personal y profesional con respecto al entrenamiento de nuestro deporte.
Es preciso señalar que la tardanza en presentar este manual se debe, entre otras cosas, a que los continuos cambios de reglas y equipamientos que se han ido sucediendo en la última década han provocado que borradores que teníamos preparados se fuesen quedando desfasados una vez tras otra. Lo normal en el ámbito del deporte olímpico —o si se quiere, lo habitual— es que las modificaciones reglamentarias, tecnológicas o de equipamientos se produzcan con una cadencia de ciclos olímpicos. Es decir, los cambios se plantean después de la finalización de unos Juegos y suelen tener vigencia, al menos, hasta el término de los siguientes. Los entrenadores disponen así de un período de 4 años para preparar el modelado de sus deportistas. En el caso del taekwondo esto no ha sido nunca así. El continuo cambio de las condiciones de competición nos ha obligado a aportar un análisis muy genérico de los aspectos técnicos y un abanico muy amplio de situaciones tácticas para que se puedan escoger, en cada momento, aquellas que se adaptarán mejor no solo a cada deportista, sino también a las nuevas condiciones competitivas. Hemos intentado explicar, a pesar de esta constante y frecuente variabilidad, algunas de las incidencias de los últimos cambios reglamentarios y tecnológicos sobre cuestiones técnicas, tácticas o estratégicas y las adaptaciones a las que estos han dado lugar en el modelo competitivo.
Jesús Elías Benito Díaz y Mercé Barrientos Varela en el estadio olímpico de Seúl
También se han recogido, aunque de forma breve o tangencial, algunos aspectos relevantes para el rendimiento o la salud del deportista que consideramos que todo entrenador debería poder identificar y tener en cuenta, entre ellos diversos apartados relativos a trastornos orgánicos o urgencias en la sala de entrenamiento. Estos contenidos han sido aportados por el Dr. Fernando Huelin, compañero del Centro Gallego de Tecnificación Deportiva. Como no forman parte del objetivo principal del libro, solo se tratan brevemente, pero consideramos indispensable, como mínimo, tener una referencia, aportada por un experto, acerca de cómo actuar. Si se quiere profundizar en el estudio de estos temas, se tendrá que recurrir a alguno de los muchos otros manuales de entrenamiento deportivo, de ciencias aplicadas al deporte o de ciencias de la salud.
Anticipadamente nos disculpamos, porque es posible que tratar de convertir en texto la descripción de movimientos y las interacciones entre competidores haga que algunas partes de la lectura resulten complejas o difíciles de descifrar. La terminología que empleamos para describir la motricidad específica del taekwondo y los fenómenos que se relacionan con ella es múltiple: la que durante años se ha empleado en sesiones de entrenamiento y competiciones (incluidos los términos en lengua coreana), alguna genérica del ámbito deportivo y otra que ha sido empleada habitualmente en un sentido particular y propio del taekwondo y que se ha convertido ya en habitual en la jerga de los entrenadores. Para mejorar la comprensión hemos intentado que las descripciones fuesen apoyadas con una imagen o varias, labor a la que han contribuido de forma esencial José Cid y los administradores del portal mastaekwondo.com. Somos conscientes de que el uso de soportes multimedia podría solucionar muchas dificultades de interpretación del texto, pero los autores tenemos el convencimiento de que un libro sigue siendo un objeto de consulta ideal por su facilidad de transporte y almacenaje, por poder compartirse y revisarse en cualquier lugar y por no requerir ningún conocimiento tecnológico ni aplicaciones o sistemas operativos compatibles para su consulta.
¿Por qué ahora? Porque lo hemos ido gestando entre nuestras respectivas lesiones de cadera —lesión que se está haciendo excesivamente frecuente entre los practicantes de nuestro deporte—. Estas también se sucedieron con periodicidad olímpica: la de uno durante los Juegos de Pekín 2008 y la del otro tras los Juegos de Río 2016. Los períodos de relativa convalecencia asociados al tratamiento nos obligaron a parar, durante algún tiempo, nuestro agitado ritmo de vida, permitiéndonos ordenar ideas y conversaciones. Este libro nos ha mantenido unidos al taekwondo incluso durante esos lapsos de inactividad. Y así ha sido como hemos conseguido plasmar en palabras (e imágenes) este ejercicio de memoria y reflexión.
Si este manual es leído y comentado por otros compañeros, habrá cumplido ampliamente las expectativas con las que se proyectó. En todo caso, su escritura nos ha supuesto un enorme placer de horas compartidas, de nuevos contactos con colegas y deportistas a los que hacía tiempo que no veíamos, de largas conversaciones sobre este deporte al que dedicamos nuestras vidas, invivible en ocasiones, pero que no cambiaríamos por nada.
Esperamos que disfrutéis de la lectura. Serán bienvenidas todas las observaciones, correcciones, críticas y sugerencias que nos formuléis. Estamos a vuestra disposición para aclarar cualquier duda que nos hagáis llegar (benito_tkd@hotmail.com, merce.iespf@gmail.com).
1.Fargas, I. (1993). Taekwondo. Colección: Los deportes olímpicos, 13. Madrid: Comité Olímpico Español.
2.Kyu Hong, L. (1997). Taekwondo dinámico. Fundamento, básica y pumse. Barcelona: Hang Guk Sport.
3.Pieter, W. (1987, 1991); Heijmans, J. y Pieter, W. (1989); Pieter, W. y Taaffe (1992); Pieter, W. et al. (1989). Oregon Taekwondo Research Project (OTRP).
4.Wohlin, S. G. (1989). «A biomechanical description of the Taekwondo turning hook kick». Montana State University.
Breve historia del taekwondo olímpico
De los inicios al taekwondo actual
A mediados del siglo xx, en los inicios de la creación de las estructuras que regirían el taekwondo, los principales representantes de las escuelas originarias mantuvieron una controversia en torno al carácter de este arte marcial. Lee Chong Woo, de la Jido Kwan, y Eom Un Gyu, de la Cheongdo Kwan, sostenían la importancia de desarrollar un deporte competitivo, mientras que Hwang Kee, de la Mooduk Kwan, se oponía a ello, al igual que el general Choi Hong Hi, una figura relevante del taekwondo entre los años cincuenta y sesenta que, sin embargo, tras la guerra de las dos Coreas, acabaría reduciendo su área de influencia a Corea del Norte.
La Korea Taekwondo Association —el primer intento de unificación de las distintas escuelas bajo una estructura organizativa común— se fundó en 1961. A partir de esa fecha comenzó la expansión del taekwondo, primero a lo largo de Asia, luego hacia Estados Unidos y Canadá y, posteriormente, hacia Europa, en donde se introdujo desde Alemania y Holanda en 1965.
En 1971, el Parlamento coreano declaró el taekwondo deporte nacional y promovió la creación de la Kukkiwon, bajo la que se aglutinaron todas sus asociaciones, escuelas y estilos. Poco después, el 28 de mayo de 1973, se fundó la World Taekwondo Federation (WTF), siendo elegido como presidente Ung Yong Kim, un abogado callado y fornido que había formado parte de las fuerzas de seguridad del presidente Park Chung Hee y trabajado como agente diplomático en Washington, la ONU y Londres (y del que se sospecha que podría haber prestado también servicios en la CIA coreana). Él era, por entonces, presidente de la Korean Taekwondo Association (KTA).1 Por su parte, Lee Chong Woo —más tarde secretario general y vicepresidente de la WTF— y Ung Yong Kim —el principal responsable del lobby político de la WTF—2 fueron quizá las dos figuras centrales en la unificación de las distintas escuelas del taekwondo bajo una misma estructura y en la promoción de la vertiente competitiva del taekwondo, al apoyar decididamente su meteórica inclusión entre los deportes olímpicos.
En España, el 2 de mayo de 1976 se fundó (en Barcelona) la European Taekwondo Union (ETU), presidida por el español Antonio García de la Fuente y con Manuel Marcos Saila ejerciendo de secretario general.
La incorporación del taekwondo entre las modalidades deportivas reconocidas por el Comité Olímpico Internacional (COI) ha sido muy reciente: data de los inicios de la década de los ochenta, luego de que este organismo reconociese a la WTF justo en 1980. Su carrera fue fulgurante: el taekwondo consiguió su designación como deporte olímpico de exhibición en 1982 y la ratificación final en 1985.
En 1986, el taekwondo se integró finalmente en los Juegos Olímpicos, tras cumplir la exigencia del COI de que se incluyesen el casco como protección obligatoria y el tapiz elástico como medida de seguridad. Fue en la Copa de Europa de Izmir (1986) cuando se compitió por primera vez con casco. Huelga decir que los modelos de casco (helmet) y peto (jogu) han sido ampliamente optimizados desde entonces. 1.
Modelo de peto de los años setenta, con lamas de bambú en su interior y cuello de seda
Los primeros Juegos Olímpicos en los que se incluyó la modalidad de taekwondo en el calendario fueron los de Seúl 1988, en los que, a propuesta del Comité Organizador Nacional, apareció como deporte de exhibición. En esa edición participaron 120 deportistas y Corea ganó 7 de los 8 pesos en la categoría masculina.
En los Juegos de Barcelona 1992 nuevamente se propuso el taekwondo como uno de los deportes de exhibición, junto con la pelota vasca y el hockey sobre patines. En la consecución de este logro fundamental para nuestro deporte —ya que es necesario que una modalidad deportiva haya sido deporte de exhibición en dos ediciones de los Juegos para poder entrar en el calendario oficial olímpico— hay que reconocer la labor de D. Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), del presidente de la World Taekwondo Federation (WTF) Ung Yong Kim y de D. Manuel Marco Saila, primer presidente de la Federación Española de Taekwondo (FET), independizada de la Federación Española de Judo y Deportes Asociados en 1987.
Marco Saila seguiría presidiendo la FET hasta 1997, asumiendo también el cargo de vicepresidente de la WTF desde 1992 hasta su retirada. La iniciativa de estas personalidades permitió comenzar un camino hacia la inclusión en el calendario olímpico oficial y, a pesar de la ausencia en Atlanta 1996, en la 103.ª asamblea del COI celebrada el 4 de septiembre de 1994 el taekwondo fue admitido, como deporte oficial, en los Juegos de Sídney 2000.
Estos Juegos —en cuya competición de taekwondo participaron 102 deportistas de 50 países— supusieron su oficialidad. Desde entonces, el taekwondo ha continuado su devenir olímpico adaptándose a los tiempos y aplicando progresivamente mejoras tecnológicas y cambios en las reglas.
Al respecto, las tecnologías de la información y la comunicación han jugado un papel fundamental en la rápida modernización del taekwondo. No hace tanto tiempo de aquellas competiciones en las que los árbitros registraban en una planilla los puntos y amonestaciones y competidores y coaches esperaban al final del combate para que les comunicasen si habían ganado o perdido.
En la Copa del Mundo de Colorado Springs se aplicó, por primera vez, la norma que permitía conocer el marcador del combate durante los descansos entre asaltos. Este era el procedimiento: después de revisar las coincidencias entre las puntuaciones reflejadas en las cuatro planillas de los jueces de esquina, se subían a una tablilla-marcador los puntos coincidentes y las amonestaciones. Así, deportistas, entrenadores y público desentrañaban el misterio de cómo se estaba resolviendo el combate y contrastaban el resultado con sus propias apreciaciones. Huelga decir que los desacuerdos entre la percepción subjetiva de competidores y público y el contador publicitado en las tablillas dio lugar, con frecuencia, a todo tipo de especulaciones en torno a los motivos de tales incongruencias.
Los primeros marcadores electrónicos —que informaban del resultado de cada asalto— se emplearon en el Campeonato del Mundo de 1985, en Seúl. 2.
Sin embargo, las diferencias entre expectativas y resultados reflejados en los marcadores con estos sistemas de puntuación subjetiva siguieron dando pie a no pocas atribuciones de intencionalidades, veraces o no, que dañaban la imagen de este deporte. 3.
En los años noventa —con objeto de consolidarse en el programa olímpico de forma oficial— se desarrolló el sistema por el que las puntuaciones de los árbitros aparecían instantáneamente en las pantallas del marcador. Los deportistas y entrenadores dispusieron así de información inmediata, en tiempo real, sobre el resultado del combate.
En cuanto a la competición olímpica, en los Juegos de Sídney 2000 aparecieron los pulsadores que remitían a los marcadores la información inmediata de las puntuaciones asignadas por los jueces de esquina. El sistema TK-Pulse de MSL, homologado por la WTF, estaba constituido por dos comandos para cada juez de esquina (uno para el competidor de peto rojo y otro para el de azul) conectados mediante cableado a una caja-receptor que filtraba y remitía los resultados a la pantalla-marcador en función de que un número mínimo de jueces (2) hubiese pulsado el comando coincidiendo con los demás en un lapso temporal establecido (entre 500 y 1.500 milisegundos en las primeras reglamentaciones, aunque finalmente se estableció un lapso de 1.000 milisegundos). A pesar de esta importante innovación, algunos estudios demostraron que la asignación de puntos podría alterar el resultado del combate simplemente variando criterios como el período durante el que debían coincidir los jueces al pulsar para que 1 punto subiese al marcador. Esta objeción planteó la necesidad de revisar el criterio «lapso de tiempo de coincidencia entre jueces».3 4.
Jesús Benito en el Campeonato del Mundo de 1985
José Santolaria compitiendo en la final de los Juegos de Barcelona 1992. Al fondo, uno de los jueces de esquina anota en una tablilla las puntuaciones (cedida por José Santolaria)
Juez de esquina utilizando los comandos del sistema TK-Pulse de MSL (José Cid)
Sídney 2000 supuso una revolución no solo por el uso de pulsadores, sino porque alteró los planteamientos estratégico-tácticos de los competidores, al disponer estos de información inmediata sobre el resultado del combate. De ahí que a partir de entonces cobrase gran importancia para entrenadores y deportistas un nuevo tipo de trabajo: el relativo a los aspectos decisionales en función del marcador.
A pesar de su evolución, en estos Juegos las atribuciones subjetivas de los árbitros continuaron generando controversias. Así, tras estudiar los mecanismos de asignación de puntos, se descubrió que el hecho de que un comando fuese pulsado con la mano dominante y el otro con la no dominante parecía condicionar la velocidad de la acción de los jueces y, por tanto, las coincidencias temporales necesarias para que los puntos subiesen al marcador. Asimismo, también se publicaron distintos estudios en los que se analizaba cómo los colores del protector —rojo y azul— influían en la percepción4 e incluso en las acciones de los árbitros,5, 6 lo cual, potencialmente, afectaría al resultado del combate.
Como ya se ha dicho, los Juegos Olímpicos de Sídney fueron un hito por la inclusión del taekwondo en el calendario olímpico oficial. No obstante, ello implicó pagar un peaje imprescindible: la reducción del número de categorías de peso (de 8 a 4) y de medallistas (3 por peso en lugar de los 4 habituales). En estos Juegos se cosechó para España la primera medalla olímpica oficial: la plata de Gabriel Esparza Pérez en -58 kg.
Competición de taekwondo en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004: pabellón deportivo de Faliro (mastaekwondo.com)
Protectores electrónicos sucesivos: Adidas, LaJust, Daedo y el más reciente KP&P
Los siguientes Juegos, Atenas 2004, en los que participaron 124 competidores de taekwondo de 60 países, fueron los primeros en los que Corea perdió su posición hegemónica en el medallero, a pesar de que sus cuatro representantes obtuvieron medallas. 5.
Tras estos Juegos, el COI decidió que el taekwondo debería introducir un sistema de puntuación más transparente, preciso y, sobre todo, más objetivo.7 Durante un período probatorio iniciado por investigaciones apoyadas desde el Departamento de Taekwondo de la Universidad de Stanford y el Centro de Investigación de Palo Alto, en 2005 se desarrolló un sistema conocido como Sensorhogu, basado en el uso de sensores piezoeléctricos introducidos en los petos.8 Posteriormente, las compañías Adidas, LaJust y Daedo International propusieron distintos sistemas de protectores electrónicos sucesivamente, si bien ninguna de las soluciones superó inicialmente los estándares mínimos exigidos por el Comité Organizador para los Juegos de Pekín 2008. 6.
En esos Juegos participaron 126 deportistas de 62 países y el equipo coreano renovó su hegemonía obteniendo 4 medallas de oro, es decir, todos sus integrantes alcanzaron el primer puesto. La competición se celebró con el sistema de pulsadores a pesar de la proliferación de campeonatos de prueba que habían sido realizados ya con distintos modelos de protectores electrónicos. Provisionalmente, habían obtenido el visto bueno los sistemas LaJust y Adidas y, con posterioridad, el Daedo, pero ninguno consiguió superar el listón para que el Comité Organizador de los Juegos lo aprobase y estos se organizaron con el sistema de puntuación arbitral, cuestionado ya en Atenas 2004, con el consiguiente disgusto de muchos equipos que habían invertido tiempo y dinero en adaptarse a los nuevos dispositivos.
El lamentable intento de agresión del competidor cubano Ángel Valodia Matos al árbitro sueco Chakir Chelbat durante el combate con el kazajo Arman Chilmanov fue un incidente más que demostró la necesidad de objetivar los resultados de las contiendas y frenar la ola de atribuciones intencionadas a los jueces, fuesen veraces o no. Así se gestó el ultimátum del COI a la WTF.
Londres 2012 —con 168 competidores y 63 países participantes— supuso una serie de nuevas revoluciones para el taekwondo olímpico: se implantó por primera vez el registro de puntos a través de protectores electrónicos (finalmente, el Comité Organizador optó por el sistema desarrollado por Daedo International). 7. También se introdujo el sistema instantáneo de reproducción por vídeo (IVR) de las acciones protestadas por los coaches, conocido como video-replay y desarrollado por la empresa Dartfish.
8. Asimismo, se aplicaron nuevos cambios reglamentarios que afectaban especialmente a las asignaciones de puntos a acciones dirigidas a distintas zonas del cuerpo: los golpeos efectivos al tronco, los giros al tronco, las acciones a la cara y las acciones de giro a la cara supondrían 1, 2, 3 y 4 puntos respectivamente.9
Distintos protectores de pie de la marca Daedo (mastaekwondo.com)
Con estas medidas se buscaba promover resultados más justos e incrementar la espectacularidad haciendo los combates más atractivos para los espectadores. La capacidad de adaptación a estas nuevas reglas y condiciones resultó un factor muy relevante en el éxito de los equipos participantes, que ya se venía anticipando desde los resultados del Campeonato del Mundo de Copenhague 2009. En ese mundial el equipo español obtuvo el mejor resultado de su historia, un preludio de las 3 medallas obtenidas en Londres: el oro de Joel González (-58M) y las platas de Brigitte Yagüe (-49F) y Nicolás García (-80M), que le darían a España el primer puesto en el medallero olímpico de la modalidad, desbancando nuevamente a Corea, que pasó al tercer puesto.
El uso de protectores electrónicos ha implicado, además del cumplimiento de las exigencias de transparencia y objetividad planteadas por el COI, una revolución y, a su vez, un reto para deportistas y entrenadores por las implicaciones y cambios que los distintos dispositivos han supuesto para el modelo competitivo y, por lo tanto, para el entrenamiento técnico-táctico e incluso condicional. Los cambios de dispositivos han sido durante estos años constantes y esta dinámica sigue con la introducción de los nuevos sistemas de Adidas-KP&P …y algún otro pendiente de homologación. Al tiempo, el colectivo de entrenadores dispone de escasa información veraz y contrastada sobre la forma en que los protectores electrónicos recogen y transforman los impactos en puntuaciones o sobre las magnitudes físicas más relevantes en este proceso. Afortunadamente han empezado a publicarse algunos artículos que ayudan a desentrañar este «misterio».10, 11, 12 9.
Funcionamiento del sistema de video-replay de Dartfish (mastaekwondo.com)
Técnico de grabación al lado del marcador en los Juegos de Río 2016. Las grabaciones oficiales son imprescindibles para valorar las reclamaciones de revisión por vídeo (mastaekwondo.com)
En Río 2016 se aplicaron nuevos cambios reglamentarios que se recogen en la tabla 2 (pág. 193) y que supusieron un nuevo reto para entrenadores y competidores. Además, tras finalizar esta competición olímpica, la WTF recogió las observaciones de expertos entrenadores y coaches y elaboró una nueva propuesta de modificación reglamentaria —aprobada el 15 de noviembre de 2016— a la que se sumó la proposición de que fuesen los equipamientos Adidas-KP&P los que se empleasen en el Campeonato del Mundo sénior de 2017 y en la mitad de las pruebas clasificatorias para el ranking mundial de este nuevo período olímpico. 10.
Equipamientos electrónicos Adidas-KP&P (mastaekwondo.com)
Como este capítulo no está cerrado ni parece que lo vaya a estar por ahora, todos estos cambios reglamentarios y tecnológicos recogidos en las tablas 2 y 4 (págs. 193 y 214), acaecidos en el transcurso de únicamente 25 años, dejan claro que nuestro deporte está vivo y en evolución, pero también que exige de los entrenadores una capacidad de adaptación trepidante que dificulta las planificaciones. En ocasiones, esta inestabilidad puede echar por tierra programas de captación de talentos o de tecnificación planteados a medio o largo plazo. Como muestra, un botón: presentamos en la tabla 1 la lista de modificaciones del reglamento de combate del taekwondo que han tenido lugar desde los inicios de la competición de este deporte. Se puede observar que, de las más de veinte modificaciones llevadas a cabo desde los inicios de la competición mundial hace 43 años, se han implantado 13 en los últimos 10 años.13 Los comités técnicos de la WTF, así como las entidades continentales y nacionales que la integran, deberían valorar seriamente esta situación por las consecuencias que implica tanto para la adaptación de árbitros, técnicos y deportistas como para favorecer que los espectadores adquieran un conocimiento más cabal y una mejor comprensión de las reglas del juego. Esto, sin duda, redundaría en una mayor aceptación y popularización de nuestro deporte.
Tabla 1. Modificaciones del reglamento de competición del taekwondo desde su creación en 1973
Reglamento WTF: aprobado el 28 de mayo de 1973 | |
Modificado: 1 de octubre de 1977. |
Modificado: 2 de marzo de 2010. |
Modificado: 23 de febrero de 1982. |
Modificado: 7 de octubre de 2010. |
Modificado: 18 de octubre de 1983. |
Modificado: 30 de abril de 2011. |
Modificado: 1 de junio de 1986. |
Modificado: 4 de octubre de 2011. |
Modificado: 7 de octubre de 1989. |
Modificado: 3 de abril de 2012. |
Modificado: 28 de octubre de 1991. |
Modificado: 26 de diciembre de 2012. |
Modificado: 17 de agosto de 1993. |
Modificado: 14 de julio de 2013. |
Modificado: 18 de noviembre de 1997. |
Modificado: 19 de marzo de 2014 |
Modificado: 31 de octubre de 2001. |
Modificado: 30 de octubre de 2014. |
Modificado: 23 de septiembre de 2003. |
Modificado: 11 de mayo de 2015. |
Modificado: 12 de abril de 2005. |
Modificado: 15 de noviembre de 2016. |
Modificado: 13 de febrero de 2009. |
Modificado: 5 de abril de 2018. |
Modificado: 15 de mayo de 2019. |
Otra cuestión sobre la que en nuestra opinión se debería reflexionar gira en torno al exigente sistema de preselección que el taekwondo aplica para participar en los Juegos Olímpicos. Esta cuestión hace que se eche de menos a muchísimos campeones mundiales y continentales en este evento. Por circunstancias como la época en la que competían, su categoría de peso o el alto nivel de competencia en su país, no han podido dejar constancia en la historia olímpica de su buen quehacer un gran número de grandes campeones de la élite mundial de nuestro deporte. Tenemos la esperanza y la convicción de que en un futuro próximo todos los integrantes de la flor y nata del taekwondo podrán disputar medallas olímpicas. A esto está contribuyendo la elaboración de un ranking mundial clasificatorio de la WTF y las últimas medidas con que se han optimizado sus criterios. Si se procediese a la homologación entre pesos mundiales y pesos olímpicos, como ya ocurre en otras modalidades de combate, se podría contar con todos los campeones mundiales y continentales en la competición olímpica, lo que indudablemente contribuiría al espectáculo y favorecería la igualdad de oportunidades de todos los competidores, con independencia de la categoría de peso en la que compiten.
Sin embargo, no podemos dejar de referirnos a unos deportistas privilegiados que —por sus condiciones, su talento, su dedicación al entrenamiento y, cómo no, por la contribución de la diosa fortuna— han recibido su recompensa en forma de medallas, entrando en el selecto club de los medallistas olímpicos. Entre ellos es preciso destacar a aquellos que han mantenido la regularidad en tan exigente club: Steven López, 11 campeón olímpico en dos ediciones de los Juegos y en distintos pesos (Sídney 2000 en -68 kg y Atenas 2004 en -80 kg) y medallista en una tercera (Pekín 2008), suma cinco participaciones en los Juegos, pues ha sido olímpico también en Londres y Río. Estos 20 años en la élite del taekwondo olímpico hacen de él el mejor competidor de la historia de este deporte en estos eventos. Comparte palmarés con el iraní Hadi Saei Bonehkohal, que obtuvo también 2 medallas de oro en Atenas y Pekín y una de bronce en los Juegos de Sídney, curiosamente alternando igualmente los pesos de -68 kg y -80 kg
12; con la coreana Hwang Kyung Seon, que en -67 kg obtuvo la medalla de oro en los Juegos de Pekín 2008 y Londres 2012, pero ya había sido medallista en Atenas 2004; y con María del Rosario Espinoza,
13 la competidora de peso pesado de la selección mexicana, que también tiene las tres preseas posibles: oro en Pekín, bronce en Londres y plata en Río 2016.
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Steven López en el pódium (José Cid)
Hadi Saei en el pódium (José Cid)
María del Rosario Espinoza, tres veces medallista olímpica
María del Rosario Espinoza en el pódium de los Juegos de Río 2016 junto con Zuying Zheng, Bianca Walken y Jackie Galloway. La plata obtenida en Río fue su tercera medalla olímpica (mastaekwondo.com)
Otros doblemente reconocidos deportistas son la minimosca china Wu Yingyu, oro en Pekín y Londres, y la británica Jade Jones (-57 kg), oro en Londres y Río 15; así como el representante de China Taipéi Chu Mu Yen (-58 kg), que obtuvo el oro en Atenas y el bronce en Pekín
16 y destaca por haber marcado una época gracias a sus extraordinarias condiciones técnicas, al igual que el turco Servet Tazegul.
17. El último, por más reciente, integrante de esta lista es el español Joel González Bonilla, con unas excepcionales cualidades, que ha marcado una época en la competición de -58 kg masculino y obtenido un oro y un bronce en Londres y Río respectivamente.
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mastaekwondo.com