Una fiesta inesperada, un viaje psicodélico, un roce que tal vez significó deseo, una mujer y la pérdida de una mujer, muchos años en medio. Lo único que atraviesa el tiempo y une el ayer con el ahora son un disco de Pink Floyd y un hombre, nuestro hombre, al que han abandonado, quien se ha abandonado también, y que a cada momento, con cada acorde, parece estar más confundido. Alguien tocará a su ...