Hoy concebimos y realizamos obras, en la mayoría de los casos, sin conocer a quienes serán sus habitantes. A su vez, debemos contemplar los intereses económicos del desarrollador, que gravitan fuertemente en la toma de decisiones proyectuales. Con estas consideraciones, nos sentamos a trabajar. Tenemos que distanciarnos de nuestros deseos y preferencias e imaginarnos al destinatario de la vivienda...